El Renacimiento fue una época importante,
las artes florecieron y la cultura se expandió a lo largo del continente
europeo; de hecho, muchos historiadores consideran este periodo como el puente
metafórico entre la Edad Media y la Era Moderna. Ahora imagina que hubieras vivido durante este tiempo en el que los nobles vivían de sus fortunas y
ocasionalmente patrocinaban el trabajo
de algún talentoso artista, como Leonardo da Vinci y también se dedicaban
a manchar el honor de las jóvenes damas que abundaban por la ciudad, aunque
este deporte normalmente acababa en derramamiento de sangre.
¿Estás preparado para este tipo de vida? ¿Qué pasaría si tu pequeño mundo de fantasía se derrumbara ante tus ojos
como fichas de dominó? Imagina que la desgracia cayera sobre tu familia y te
vieras envuelto en una intriga que pareciera extenderse hasta los más recónditos
rincones de la sociedad italiana. ¿Estás dispuesto a tomar esa responsabilidad?
Porque no solamente tendrás que hacerte responsable de ti mismo, siempre habrá
gente que dependerá de ti o que contará contigo para que las cosas salgan adelante.
¿Piensas que ser un asesino es simplemente
andar por ahí clavando espadas? Te equivocas.
Así que sin darle más vueltas al asunto, he
aquí mis sabios consejos para patearle el trasero a los Templarios y salir bien
librado:
La
familia va primero. Pocas cosas pueden ser tan
importantes y a la vez tan dadas por hecho
como la familia, gente que ves todos los días, con la que convives
íntimamente y amas por encima de cualquier problema que te puedan causar o
de los defectos que puedan tener. Sin embargo, esta misma cercanía puede derivar en que
dejes de apreciarlos y sentir que no importa lo que pase, siempre van a estar
ahí para ti, esperando que los necesites o simplemente quieras verlos.
Desafortunadamente, uno nunca sabe lo que la vida puede deparar y es posible que
un día te encuentres con que pudiste haber hecho mucho más por ellos y
simplemente ya no puedes hacerlo. Hay quien dice que la retribución es la única
manera de saldar cuentas de sangre, otros piensan que eso simplemente destruye
el alma y nos llena de rencor, quizá tengas que descubrir eso por ti mismo.
Sé
respetuoso. No importa lo poco honorable que sea
tu contrincante, no importa cuánto daño te haya hecho a ti o a tus seres
amados, al final, cuando éste se encuentre tirado en el piso, abandonado,
derrotado y roto, será porque habrás demostrado que simplemente fuiste mejor
que él tras la espada. Ahora tendrás que decidir si serás el mejor a la
hora de brindarle a un hombre lo que se merece, ya que antes que un villano es
un ser humano así como tú. Piensa que serás el último contacto con la vida que
estas personas tendrán antes de deslizarse en la más profunda soledad. Muestra
piedad y respeto y te aseguro que tus víctimas no te maldecirán antes de
enfrentar el postrero paroxismo.
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