¿De qué sirve crear un juego si no puedes llevarlo a tu público o por lo menos darlo a conocer? Esas son las tareas de los ejecutivos de mercadeo, idear formas para que la gente conozca más del título, inventar estrategias para que las personas sepan de él y puedan distinguirlo simplemente con ver la portada.
Estos creadores pueden convertir un juego con bajas expectativas en uno de los más vendidos, aun cuando en realidad no sea tan divertido como aparenta; además, si hacen su trabajo de forma incorrecta, pueden ser los causantes de que un excelente título pase desapercibido.
Su labor no está limitada al producto final, mientras el juego está en desarrollo se encargan de analizar y decidir cuál información se compartirá y cuál deberá esperar para salir a la luz. De igual forma, entablan una estrecha comunicación con el equipo de desarrolladores, con el fin de conocer los principales atributos positivos del juego y revelarlos hábilmente al público para generar expectativas.
Muchas veces la portada muestra gran parte de lo que puedes esperar de un título; si ves a un marine en medio de explosiones, sabes que tienes un shooter. Un ejemplo muy claro y fresco es Battlefield: Bad Company 2, pues en la portada se engloban muchos de sus elementos principales: un soldado sosteniendo un rifle con poderosos vehículos en el fondo, cada uno con el nombre de un jugador sobre él; si lo analizas, te das cuenta de que podrás tripular los vehículos y de que el modo multijugador será una parte vital.
Esa es una de las razones por las que escoger una buena portada es una tarea fundamental, pues permite al jugador identificar rápidamente de qué tipo de juego se trata; en el caso de un fanático de los RPG, al llegar a una tienda seguramente volteará a ver el de ese caballero que porta una armadura bañada en sangre.
Por otro lado, guardar secretos es también esencial en esta industria, muchas cosas pueden cambiar durante el desarrollo de un juego, y anunciar que contará con ciertas especificaciones antes de tiempo y retirarlas posteriormente, puede ser una gran decepción para los videojugadores; aún cuando estas afecten al juego, muchos podrían pensar que se les está privando de una experiencia importante.
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