Lo que nos gustaría ver en la secuela de Breath of the Wild

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Nuestra crush no es la única que nos cancela todo el tiempo y que nos da largas, la secuela de Breath of the Wild nos trae igual. Y justo cuando pensábamos que su lanzamiento estaba muy cerca, recibimos una terrible noticia.

Eiji Anouma, productor de la serie, anunció que el juego se lanzará hasta primavera de 2023, debido a que quieren pulir el trabajo que llevan. Esto significa que tendrán más tiempo para agregar contenido, ¡así que hoy traemos 5 cosas que esperamos que tenga Breath of the Wild 2!

5: Poder arreglar y mejorar armas

Breath of the Wild agregó muchísimas mecánicas y elementos que nunca habíamos visto en la franquicia, una de ellas es que las armas se rompen después de mucho uso. Ames u odies esto, te obliga a elaborar cierta estrategia a la hora del combate, para evitar que llegues con la espada más poderosa y spamees el botón de ataque hasta que tu dedo esté más adolorido que el cachete de Chris Rock.

Lo negativo es que hay armas tan raras que nunca las usamos por miedo a que se rompan. Creemos que una solución a este pequeño problema es la posibilidad de reparar las espadas, los arcos y los escudos que recolectamos. Juegos como Fire Emblem: Three Houses, Dying Light y hasta Animal Crossing permiten recuperar herramientas que sucumben ante tanto uso, ¿por qué Bredo 2 no habría de implementarlo?

Para arreglar las armas deberemos conseguir recursos como piedras y metales ubicados en distintas partes del mapa, y llevarlos con un herrero para que haga su trabajo. En el primer juego, llegaba un punto en el que no sabíamos qué hacer con tantas cosas en nuestro bolsillo, por lo que agregar la reparación ayudaría a gastarlas.

Tal vez piensen “Si se pueden arreglar las armas, entonces ya no necesitaremos la estrategia de pensar qué usar en combate”, y tienen razón, así que otra opción sería mejorar su durabilidad. En Breath of the Wild podemos optimizar nuestra vestimenta en las fuentes de las Grandes Hadas, así que sería lo mismo, pero con espadas, escudos y arcos.

Puede que con estas opciones tanto los fanáticos de la durabilidad en las armas como los que la aborrecen lleguen a un punto medio en donde todos ganen. Así que, Nintendo, toma nota.

4: Una mejor historia

El fuerte de Breath of the Wild es la libre exploración dentro de Hyrule, ya que en este inmenso mapa siempre hay algo que hacer y descubrir. Uno pensaría que la historia pasó a segundo plano por esta razón, pero en realidad se debe a que no es tan interesante. Tiene detalles destacables que te meten de lleno en lo que dicen los personajes, pero a veces nomás le damos skip a todo el diálogo para seguir con la aventura.

Además, la historia principal puede ser algo corta y vacía porque los recuerdos que encontramos, que son momentos en los que aprendemos mucho sobre lo que pasó hace 100 años en Hyrule, son opcionales. A veces, sólo los buscamos para estar más tiempo en el juego, no tanto por su narrativa.

Por todo esto, nos encantaría que en la secuela de Bredo los escritores liberen todo su talento e imaginación para que le agreguen más peso a la historia. Entregas como Wind Waker y Skyward Sword, ésta última muy controversial para los fans, lograron tener un argumento principal y personajes que nos tienen metidos de lleno en la experiencia, así que pensamos que uno de los juegos más ambiciosos del futuro puede hacer lo mismo y más.

Hyrule Warriors: Age of Calamity hizo un trabajo maravilloso al contarnos los sucesos anteriores a Breath of the Wild, así que esta futura entrega debería tomarlo de ejemplo para relatar lo que sucede después. Nos encantaría observar más a Zelda, a los 4 campeones, a Ganondorf y hasta temas más personales de Link, para así sentirnos más apegados a estos personajes.

Tampoco queremos que metan lore o cosillas de más que hagan aburrida la historia, o que entre tanta información terminemos por olvidar nombres de personajes y locaciones, pero pensamos que su narrativa puede mejorar mucho.

3: Nuevas áreas interesantes

Breath of the Wild es considerado uno de los mejores juegos de mundo abierto, y mucho lo debe a su mapa que, a pesar de ser inmenso, nunca se siente abrumador. La secuela tomará lugar de nuevo en Hyrule, por lo que suponemos que reutilizarán muchos lugares que ya conocemos.

Aunque sabemos que podremos explorar los cielos de Hyrule y sus distintas islas flotantes, nos encantaría que no reutilicen el área terrestre tal y como la recorrimos en el primer juego. Si hacen esto, probablemente todos nos la viviremos en el aire e ignoraremos por completo la tierra, que sería un lugar que transitamos anteriormente.

Muchas personas de Monolith Studios trabajaron en el primer juego, y el estudio ha hecho un excelente trabajo en la saga de Xenoblade Chronicles, por lo que sabemos que la exploración y ambientación es su fuerte. Una idea que se nos ocurre es que varios lugares que estuvieron en ruinas o inhabitables en Breath of the Wild, ahora estén poblados o tengan construcciones que podamos explorar.

Otra cosa que podrían agregar es la exploración subterránea o submarina. Este es un detalle que Guerrilla Games implementa muy bien en Horizon Forbidden West, así que Nintendo podría basarse en este trabajo para dejarnos descubrir las profundidades de los distintos lagos que encontramos en el primer juego. Nadar es algo que hemos visto en otros Zelda, así que creemos que pueden cumplirnos este gusto.

En caso de que nos cumplan este deseo, Hyrule tendría áreas en el cielo, en la tierra y debajo del agua, ¿se imaginan todo el tiempo que pasaríamos explorando estos lugares? Que nos perdonen nuestras familias, pero nos verán hasta 2025.

2: Nuevos ítems y habilidades

Uno de los mejores ítems de Breath of the Wild es la tableta sheikah, que contiene distintos poderes. Mover objetos metálicos, crear pilares de hielos sobre el agua y congelar enemigos son detalles que amplían muchísimo la jugabilidad. Se pueden usar para combate, exploración, resolver puzzles y varias cosas más, y por eso nos gustaría que el número de estas habilidades incrementara por mucho.

El único defecto de estos poderes es que son muy pocos y llegan a aburrir. Se nos ocurre que podría haber habilidades para transformarnos durante un tiempo en animales como lobo, halcón o topo, según el lugar que queramos explorar. Sería una mecánica similar a las máscaras en Majora’s Mask.

Otro sería controlar a diferentes enemigos, personajes u objetos para resolver acertijos o para el combate, que también es algo que vimos en Wind Waker. Las opciones son ilimitadas, pero si vimos estas en juegos anteriores, creemos que sería más fácil implementarlas. Ya que hablamos de títulos pasados, ¿por qué no traer ítems tradicionales? Por ejemplo, el gancho, el escarabajo, el spinner y hasta la sopladora.

El catálogo puede ir más allá de las armas, también pueden regresar la vela de Wind Waker, porque, aunque en Bredo se puede navegar, es algo aburrido y talachero. También pueden agregar nuevos ítems como un recetario de comida o guantes para escalar cuando llueve. Algo que nos encantaría ver son instrumentos musicales, como la mítica ocarina, el arpa, los tambores Goron o hasta la tuba de Número 1 en Los Chicos del Barrio.

Tener diferentes armas podría significar que haya distintos enemigos y jefes, ya que otro problema de Breath of the Wild fue la monotonía entre villanos y monstruos. Nintendo, aprovecha que andamos on fire.

1: Más y mejores dungeons

Hay pocas cosas criticables en Breath of the Wild, pero una de las quejas de la mayoría de los fans se refieren a las mazmorras. En todo el juego encontramos solamente 4, y a pesar de que son entretenidas, están lejos de ser las mejores. Nos encantó que podemos controlar su posición para cambiar el interior de estos templos, pero a veces encontrar el orden correcto era su único reto.

Además, todas tienen un look extremadamente similar, así que esto las hace menos memorables. Si ves 4 fotos de estas mazmorras, no hay manera de saber si son diferentes, o si son el mismo lugar. Hasta los jefes se parecen mucho...es como ver a un grupo de Santis de la Anáhuac, todos parecen gemelos. Entonces si cada templo tiene una temática diferente, los puzzles y el progreso en general podrían ser obligadamente únicos.

También pensamos que estas mazmorras, como Benito Juárez, son demasiado cortas. A pesar de que Majora’s Mask tiene únicamente 5 templos, terminarlos toma bastante tiempo, ya que están repletos de acertijos y retos que nos tienen buen rato rascándonos la cabeza, pero sin ser frustrantes. Las mejores mazmorras de la saga tienen un buen balance entre dificultad y duración.

La falta de dungeons en el primer Bredo se compensó con los 120 santuarios que se reparten en todo Hyrule, que son de lo mejor del juego, no sólo porque contienen puzzles parecidos a los de las mazmorras tradicionales, sino porque encontrarlos motiva a explorar. Pensamos que para la secuela pueden ser menos, por ejemplo, entre 80 y 100, e incrementar los templos principales, para tener una combinación perfecta entre lo habitual y lo nuevo.

Eiji Anouma y su equipo son unos maestrazos a la hora de diseñar dungeons, así que pensamos que no somos muy exigentes en este punto. Es más, si quieren échenos un telefonazo, que tenemos un prototipo de mazmorra inspirada en el estadio de Bokita papá bien mamalona.

¿Estás de acuerdo con nuestra lista? ¿Qué agregarías o quitarías? Déjanos en los comentarios tu wishlist de lo que quieres ver en la secuela de Breath of the Wild. Como van las cosas, con que nos den un nombre oficial nos basta.