The Wind Waker es el mejor The Legend of Zelda

The Legend of Zelda es mi franquicia favorita, y posiblemente la razón por la que amo este hobbie. Jamás olvidaré cuando en A Link to the Past conseguí la espada maestra, o cuando en Ocarina of Time derroté al Demon King Ganon, o cuando en Majora´s Mask vi por primera vez la cara de la luna, que me dio semanas de pesadillas. He jugado todas las entregas de la saga, y aunque algunas tienen más defectos que otras, en general me parecen de altísima calidad, y cada una tiene al menos un momento que me ha volado la cabeza.

The Wind Waker es peculiar porque me parece un juego tremendo de inicio a fin, tanto en su historia como en la ejecución. En el título digo que, para mí, es el mejor Zelda, palabra que escribo en mayúsculas porque, en el fandom, hay ciertos puntos o detalles que cada título debe tener para ser considerado “digno” de la franquicia.

Breath of the Wild es mi videojuego favorito de toda la historia, pero muchos no lo consideran un Zelda “verdadero” porque carece de mazmorras, las que tiene son muy similares, al igual que los jefes, por la durabilidad de armas, etc. A pesar de que estoy de acuerdo con algunas de esas críticas, no creo que amerite a que se le quite la etiqueta de un “Zelda”, pero si a esas nos vamos, me parece que entonces The Wind Waker tiene el ADN más puro.

NOTA: Este contenido forma parte de La Semana de Zelda, un especial con el que el equipo de LEVEL UP quiere celebrar el lanzamiento de The Legend of Zelda: Tears of the Kingdom. A continuación te presentamos otros artículos de la colección:

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¿Qué es un "Zelda"?

¿Cuáles son los puntos que hacen un “Zelda tradicional”? Estos son: historia interesante, mundo extenso que nos invita a explorar, mazmorras bien diseñadas, variedad de enemigos, jefes divertidos de enfrentar, personajes carismáticos y memorables, misiones secundarias grandiosas, un antagonista amenazante, ítems destacables, mecánicas innovadoras y arte espectacular.

Me gustaría empezar por lo último que mencioné: su arte. Para este punto, todos saben sobre la mala primera impresión que dio cuando fue revelado, allá por el lejano 2001. Todos querían un Zelda realista como el del Spaceworld 2000, lo sabemos, pero si vemos ese teaser en el presente, no es muy impresionante que digamos, y esa emoción por los gráficos hubiera desaparecido hace mucho.

En cambio, el estilo caricaturesco de The Wind Waker ha envejecido muy bien porque, además de que aún vemos títulos que imitan su estética, jugar incluso la versión original es agradable hacia la vista. En el peor de los casos de que algunos detalles te parezcan antiguos o pasados de moda, está la versión HD del Wii U.

Y a fin de cuentas, sí recibimos un Zelda realista, Twilight Princess, que aunque me voló la cabeza en su tiempo, hoy no me parece muy especial que digamos, pero en fin, todos ganamos.

Video: Tech demo de Zelda de 2000

Una aventura épica

Con el arte no sólo me refiero a si los gráficos son bonitos, sino que también este estilo llevó a que los personajes fueran más expresivos que nunca. Por eso, cada acción de Link es memorable, porque su cara nos dice lo que jamás dio a entender. Cuando algo lo asusta, lo sorprende, le gusta, emociona y hasta da risa, su rostro lo hace ver más que evidente, y es simplemente tierno y gracioso. Esto aplica en Link y en los otros personajes.

De la mano de la estética, está el diseño del mundo. Algunos critican que la navegación en The Wind Waker es un poco aburrida, pero siento que es porque la ven como una obligación. Obviamente tenemos que hacerla para progresar, pero si nos dejamos llevar por nuestro sentido de aventura, el mar es un lugar fascinante, y una de mis partes favoritas del juego. Incluso lo considero mucho mejor overworld que el de Ocarina of Time y Majora’s Mask.

Esto es porque en la mayoría de los cuadrantes hay algo interesante por descubrir. Jamás olvidaré la primera vez que vi al Barco Fantasma, o al Calamar Gigante, o las Montañas de Fuego y Hielo. Muchas de las islas se pueden explorar una vez que conseguimos algún ítem o herramienta específica, y aunque algunos lo ven como algo frustrante, en mi caso incrementaba la emoción a la hora de conseguirlo, porque se grababa en mi cabeza que debía regresar a dichos lugares.

Aunque algunas islas sólo guardan rupias o joyas, hay otras con recompensas muy satisfactorias, y que explorarlas es muy interesante. Pero, además de los islotes pequeños, hay algunos principales que debemos visitar para que la historia avance. Son pueblos llenos de vida, detalles, personajes graciosos, peculiares y memorables y con misiones secundarias muy divertidas. Cada una ofrece algo que se te quedará en la cabeza.

La cara de la moneda que no habíamos visto

¿Y qué decir de la música de la navegación? En general, creo que The Wind Waker tiene el mejor soundtrack de cualquier Zelda, porque transmite a la perfección el sentido de aventura y adentrarse en un mundo desconocido y emocionante, pero este tema principalmente es el que más disfruto de todos.

Además de la música y la navegación, algo que hace que dimensionemos el tamaño de aventura que vivimos es el mismo Link. Ya mencioné sus expresiones, pero va mucho más allá de eso. En The Wind Waker, nuestro protagonista se presenta como un niño de 10 años que jamás ha salido de su isla y que es muy perezoso. Básicamente, es un bueno para nada.

A partir de que su hermana es secuestrada, Link se une a Tetra para buscarla y rescatarla, y es el primer indicio que nos hace ver que es un héroe. Si analizamos los demás Zelda, en la mayoría, nuestro protagonista también es un niño sin mucha experiencia que, por algún suceso, debe salvar a la princesa o al mundo. La diferencia es que este personaje rápidamente se vuelve alguien valiente, feroz y fuerte.

En The Wind Waker, Link constantemente muestra miedo, temor y duda, porque aunque está decidido en que va a rescatar a su hermana, sabe que es un simple niño. Esos sentimientos nos los transmite cuando ve a los jefes, monstruos y hasta a Ganondorf, por lo que nosotros también tenemos nuestras dudas sobre si somos lo suficientemente poderosos como para vencerlos a todos. Al final así sucede, pero se ve más marcada la línea de evolución de mocoso a héroe.

La mejor versión del Gerudo

Ya que mencioné a Ganondorf, esta versión del villano es, por mucho, la mejor de toda la franquicia. En muchos juegos, Ganon solamente es mencionado al inicio de la historia, y posteriormente aparece hasta la pelea final. En The Wind Waker, lo vemos varias veces, y siempre nos dice sus motivaciones, sueños, metas y objetivos, lo que lo hace un antagonista sumamente interesante, y por lo mismo la batalla con él es uno de los momentos más memorables de cualquier Zelda.

Aspectos como el carisma y personalidad de los personajes hacen que la historia sea épica, ¿pero qué tal las mazmorras? La verdad es que son muy lineales, a excepción del Templo de la Tierra y del Viento, porque en la mayoría de ellas nunca hay una razón para regresar a un cuarto que exploramos con anterioridad. El detalle está en que el orden en el que debemos entrar a estas habitaciones está muy bien repartido, por lo que no lo notamos tanto.

También se le da muy buen uso a los ítems que encontramos, y aunque la mayoría del camino se desbloquea con ellos, los acertijos y situaciones nos llevan a que los usemos de manera creativa y divertida. Además de estos objetos, también nuestro alrededor es de mucha ayuda y puede jugar a nuestro favor, por lo que tenemos que estar muy atentos, porque a veces, en donde menos lo esperamos, está la solución para avanzar.

Algo a notar es que cada una es muy diferente, tanto en apariencia como en las acciones. Como dije, mucha gente se quejó de que en Breath of the Wild las mazmorras (Bestias Divinas) son muy parecidas, y en parte es porque títulos como Ocarina of Time, Majora's, The Wind Waker y Skyward Sword dejaron la vara alta, porque entrar a una se siente como estar en un título totalmente diferente, y es sensacional, porque nunca sabes qué esperar de la siguiente.

Conclusión

The Legend of Zelda: The Wind Waker es un experimento muy hermoso. Así como respeta muchos elementos de sus antecesores, también introduce nuevas ideas. Por ejemplo, es una secuela directa de Ocarina of Time, por lo que hay referencias al Héroe y el Templo del Tiempo y los 7 Sabios, pero el mundo está alejado de Hyrule y sus habitantes, y en general dio un giro total.

Las mazmorras están diseñadas al viejo estilo de la franquicia y tienen una estructura conocida, pero hay ítems muy creativos que nunca habíamos visto, como la hoja Deku. Incluso el combate es diferente, porque se introdujo la mecánica de agarrar otros objetos o las armas de nuestros enemigos para usarlas a nuestro favor.

The Wind Waker es un juego lleno de magia, sorpresas, diversión, innovación, ideas frescas, carisma y mil adjetivos más. No es perfecto, pero ninguna entrega lo es, pero sin duda, este está muy cerca. Conozco a mucha gente que lo ama y a muy poca que lo evita, porque hace tantas cosas de manera correcta, que hay al menos un elemento que le encantará a un sector de los fans.

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