Marzo fue un mes difícil, pasaron varias cosas no muy
agradables, la primera de ellas fue justo al empezar el mes, el 3 de marzo para
ser más exactos; pero antes de continuar hay alguien a quien me gustaría presentarte.
Hace aproximadamente 14 años, también en el mes de marzo,
una pequeña gatita llegó a mi casa dentro de una lonchera blanca (tranquila
PETA, no era comida y la lonchera tenía mucha ventilación, en realidad era una
de esas de reja).
Era una pequeña bola de pelos esponjada, en realidad no tenía
mucho de haber llegado a este mundo, estaba en esa etapa que cualquier amante
de los gatos conoce, maullaba extraño, corría dando pequeños brincos en vez caminar,
como todo un guepardo y sus uñas eran tan afiladas como diminutas.
La recepción fue un poco difícil por una gata en especial
que en realidad no trata bien a casi nadie, la pobre y pequeña gatita no podía
dormir por mantenerse en guardia, incluso llegó a estar tan cansada que se
dormía de pie. Obviamente hacíamos todo lo posible para que no saliera herida, pudiera
descansar y adaptarse a su nuevo hogar.
El tiempo pasó y ella fue creciendo, la nombramos Taisha por
una de las más antiguas brujas conocidas (muchos afirman que es la primera),
era tranquila, muy inteligente y relajada, así que después de muy poco se ganó
un lugar en mi corazón, ya era parte de la familia.
Una noche mientras me desvelaba jugando algo (honestamente
no recuerdo qué), escuche unos maullidos fuera del departamento, mi instinto de
protección de animales se activó, tome un puñado de croquetas para alimentar a
aquel gato extraño, justo cuando salía del departamento mi madre me vio y dijo
-no vayas a traerte al gato- a lo que yo respondí - sólo quiero darle un poco
de comer- al llegar afuera busqué al
felino, para mi sorpresa era Taisha que había caído de la ventana y estaba
sumamente asustada, al escuchar mis pasos se alejó un poco, pero después de
reconocerme se acercó, la levante y la llevé a casa.
Desde ese día ella se volvió mucho más cariñosa conmigo, me
hacía compañía todas las noches y se podría decir que es con ella con quien más
juegos he jugado, ya que siempre que me sentaba en mi silla para jugar ella se
subía a mi piernas, incluso era muy celosa de mis novias ya que cuando me
encerraba con ellas en mi cuarto para
jugar Dead or Alive 2 Hardcore (el que perdía
tomaba un trago de tequila
sólo eso...) y maullaba sin cesar por un par de minutos,
pero a todo pulmón.
Novias y amigos fueron y vinieron, pero Taisha siempre
estuvo ahí; aunque a veces los otros gatos la hacían a un lado, yo sabía que si
en algún momento decía: Taisha en voz alta, ella vendría sin importar qué,
incluso si estaba dormida despertaba y acudía.
Conforme el tiempo pasó, algunos gatos enfermaron de
leucemia, era casi seguro que la mayoría estarían contagiados; aunque como
muchos gatólogos pueden saberlo eso no afecta de igual forma a todos. Taisha
recibió un par de cirugías, una que le costó la matriz y le hizo adelgazar
gravemente y otra en la que se le extirparon algunos pequeños tumores, ella
salió adelante de todo esto pero la leucemia no perdonaba y con el paso del
tiempo se fue debilitando.
Con la llegada de marzo en este año Taisha bajo muy
rápidamente de peso y comenzó a volverse débil y lenta, el primer día de ese
mes me despedí de ella, le agradecí todo el tiempo y cariño que me había
entregado, dos días después, el 3 de marzo a las 7:45 AM su corazón dejó de
latir.
No puedo negar que me entristece que se haya ido, pero
siempre he pensado que el final de un juego, película o relación no es tan
importante como todo el camino que te lleva a él, estoy feliz por todos los
años que estuvo conmigo. Gracias por todo Taisha.
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