Bosque de los lamentos [3]

Capitulo III: Todo mal puede volver.

-¿Qué está pasando?- Pregunto extrañada Clara



-No tengo idea, pero no quiero que algo malo te pase, mejor quédate aquí.- Dijo Robert alterado



-¡Vamos, Robert! ¡No tenemos tiempo!- Exclamo aquel sujeto

Robert y aquel sujeto corrieron hacia un viejo templo, dejando sola a Clara. Ella empezó a recorrer lo que faltaba del pueblo, ella estaba expuesta a cualquier peligro. Al no tener nadie que le marcara un límite, clara decidió ir al Bosque, aun cuando se le había advertido lo peligroso del Bosque.



-Un momento, quizás ahora pueda entrar al bosque, ya qué Robert no está- Pensó Clara- Una miradita nunca está de mal.



Mientras Clara estaba a punto de marchar hacía el Bosque, en el templo las cosas no estaban del todo seguras.



-Robert, tenemos que decirte algo- Dijo Augusto.



-Dígame, señor- dijo Robert algo asustado, pues el temía lo peor



-Tú sabes que cada 30 años la bestia siempre intenta salir de su prisión ¿cierto?- Le pregunto Augusto a Robert



-Claro, señor- Respondió Robert



-Pues tenemos un problema con ello; la bestia está apunto de escapar antes de que se cumplan los 30 años-



-¿¡QUÉ!? E-eso es imposible, ¿cómo puede pasar eso?- Exclamo Robert asustado, pues no esperaba tal noticia.



-No sabemos Robert, no sabemos-



Mientras en el templo se preguntaban cómo es posible que la bestia esté a punto de ser libre, Clara estaba a punto de entrar al Bosque de los lamentos. Clara parecía estar asustada, ya que el bosque no le parecía agradable, ella podía escuchar murmullos y lamentos dentro del bosque, ella se encontraba asustada, pero aun así ella quería entrar al Bosque.



-Bueno, aun así el Bosque se ve hermoso- pensó Clara algo asustada- Pero basta de palabras, entraré al bosque.

Clara estaba a punto de entrar al bosque, pero un grito desgarrador se escuchó dentro del bosque, lo cual asusto a Clara. Clara se asustó demasiado y empezó a correr directo al pueblo. Cuando por fin estaba sana y salva en el pueblo, Clara decidió buscar algún lugar donde pasar la noche, ya qué estaba a punto de anochecer y ella no quería dormir en la calle.



-¿Dónde podre pasar la noche? Si Robert estuviera aquí le pediría un lugar en su casa para poder pasar la noche- Pensó Clara- Pero bueno, no todo en esta vida es fácil, mejor seguiré buscando un lugar en el pueblo para dormir.



Para suerte de clara, había una casa abandonada en el pueblo, esta se encontraba en condiciones aceptables para pasar una noche, lo más curioso es qué se encontraba abierta, cualquiera podía entrar. Clara decidió usarla para dormir, pero lo que ella no sabía es qué aquella casa era de su bisabuela, la cual, fue la primera dar 30 años de paz al pueblo de Crodovia. Al estar dentro de la casa, Clara no pudo evitar investigar que había en ella.



-Vaya, hay muchas cosas antiguas y bonitas.-Pensó Clara -Mira eso, una foto de una mujer, espera, esa es...

De pronto, Clara escucho como dos hombres entraban a la casa, ella inmediatamente busco un lugar donde ocultarse, ya qué tenía miedo de que asaltaran o golpearan. Ella decidió ocultarse en un armario lleno de ropa vieja, ya que nadie le tomaría importancia a la ropa de una mujer.



-¡Eh, Carlos! Mira eso, hay muchas cosas que robar aquí- Dijo Mauricio a Carlos



-Hay muchos cacharros, ¿Cuánto crees que nos den por esto, Mauricio?- Dijo Carlos



- No sé, pero si nos , un momento, ¿Qué coño es eso?- Dijo Mauricio



-¡Se me olvido mi cartera en la mesa! Ojala no sospechen- Pensó asustada Clara. Al intentar abrir un poco la puerta para ver si ambos sujetos se fueron a otro lugar de la casa, se produjo un chirrido, lo cual alerto a los ladrones.



-¿Escuchaste eso?- Dijo Mauricio



-Si, al parecer viene del armario- Dijo Carlos



-¡No! Estoy acabada, esos tipos seguro me golpearan hasta matarme, mejor me preparo para huir- Pensó Clara asustada.

Carlos se acerco al armario para ver que había dentro, tomó una escoba que había en el suelo para defenderse en caso de ser un animal salvaje. Clara estaba con el corazón en la boca, pues no tenía salida del lugar y no tenía consigo algún arma u objeto para defenderse, estaba perdida.

-No... esto no puede terminar así... ¡Tengo una idea! Pero es un poco arriesgada, pero es intentarlo o morir aquí- Pensó Clara

Carlos abrio el armario y encontro a Clara escondida en un rincón

-Mira que tenemos aquí, ¡Hey Mauricio, ven a ver esto!- Dijo Carlos

-¿Qué quieres? No ves que... jejejejeje, mira lo que hermoso botín tenemos aquí. ¿Cómo te llamas, lindura?- Dijo Mauricio

-M-me llamo Clara, por favor no me lastimen- Dijo Clara asustada

-Oh vamos, ¿cómo vamos a lastimar a semejante preciosura? Bueno, si te pones rebelde quizás te cortemos un dedo...- Dijo Carlos con una voz algo intimidante mientras sacaba su navaja


En ese momento Clara no sabía que hacer, ella sabía que esos dos tipos podían violarla... o matarla, si ella se resistía a sus grotescas demandas. Entonces como por obra del destino se escucho un fuerte rugido seguido de un temblor, Clara aprovecho ese momento para escapar del lugar y de esos dos sujetos.

Clara corrió hacía el bosque, ella se adentró al bosque oscuro y tenebroso al que nadie entra por miedo a la gran bestia que lo resguarda. Ella no tenía ni idea de como entro, pero ella sabía que algo andaba mal y estaba asustada. Clara exploró el bosque un poco, desafortunadamente ella no sabía ni por donde entró, era muy claro que estaba perdida y que no tenía posibilidades de escapar de esa prisión eterna.

-¿Dónde estoy? Este lugar es muy oscuro, apenas y puedo ver mis pies, quizás no fue buena idea correr tan lejos del pueblo, ahora estoy dentro del bosque y no tengo como salir. Esto sólo me pasa a mi.- Penso Clara asustada.

-Disculpa...- susurró alguien- disculpa, ¿puedes ayudarme? Estoy... atorada en las ramas de este arbol.

-Esta bien, no veo porqué no...- Dijo extrañada Clara

-Gracias, esto... me llamo Caela, ¿cómo te llamas tú?- Le pregunto Caela a Clara

-Me llamo Clara, mucho gusto. Dime, ¿qué hace una chica como tú en este horrible lugar- Pregunto Clara

-No tengo idea, hace un momento estaba en mi cuarto leyendo un libro y de la nada aparecí en este lugar, atorada en un arbol.- Dijo Caela

-Bueno, eso no es escucha muy a menudo jajaja- Dijo Clara

-Bueno, ya te conte como llegue aquí, ahora dime, ¿cómo entraste aquí?- Pregunto Caela

-Verás, estaba buscando donde dormir cuando dos tipos me encontrarón y quisierón abusar de mi. Afortunadamente pudé escapar gracias a un pequeño temblor, corrí lo más rápido que pude hasta llegar aquí. Si te soy sincera creo que es lo más estúpido que alguien podía hacer- Dijo Clara

-Vaya, eso no se ve todos los días, por cierto, ¿tienes algo de tomar? Me muero de sed- Dijo Caela

-Seguro- Dijo Clara


Después de esto, ambas siguieron charlando hasta quedarse dormidas. Al amanecer, decidierón caminar un poco para encontrar la salida del bosque. Ellas no sabían la aterradora sorpresa que se encontrarían más adelante, ellas estaban a punto de entrar en ojos de la bestia guardiana del bosque, la bestia las esperaba con ansías ese encuentro, pues ella sabía que ellas dos eran su pase de salida de su prisión eterna.