Hace algunos minutos que termine Shadow Of The Colossus, un final fuerte y muy emotivo. Después de llorar en posición fetal por un par de tristes y agonizantes segundos, me puse a recordar el resto del juego. Pense que es lo que me hizo que me sumergiera con tanta facilidad en el mundo y me hiciera ignorar los glitches y bugs ocasionales. He aquí una lista de factores que Team ICO usó excelentemente para hacer de su juego un clásico instantáneo:
Una de las cosas que me llamó la atención con facilidad fue la forma en la que se te presenta el mundo. Desde antes de que aparezca el menú principal se te presenta una extensa cinemática. Puedes saltarla si quieres, pero ese es el punto. Esta escena está tan bien lograda que hace que evites saltártela la primera vez que pruebas el juego. (Toma nota Kojima) Es tranquila, suave y tiene una sensación de escala que te pone en el perfecto estado de mente para la aventura que está por venir.
Todo es vasto y muchísimo más grande que tu, los campos abiertos, los santuarios. Te hacen sentir cómo una hormiga en la habitación de algún niño apasionado por construir monumentos enormes con sus legos.
Nadie habla ni ingles, ni español, ni japonés. Todos se comunican por un idioma ficticio que sirve como la deliciosa canela a la malteada que es la atmósfera.
¿Recuerdan la campaña de Black Ops?...yo tampoco, sólo tengo recuerdos borrosos de mi pantalla manchándose continuamente con jalea de fresa. La falta de ritmo es lo que causa que una experiencia sea poco memorable y disfrutable. Se necesitan momentos de paz y tranquilidad o suspenso para lograr que las escenas de acción sean emocionantes y memorables.
A muchos les molestó que cada vez que ibas a luchar contra un Colosso tendrías que cabalgar por un par de muy-pinchi-aburridos segundos para llegar con él para que te metiera una divina madriza. Una queja más o menos válida supongo, pero después de montar un águila gigante de roca, sujetarme de sus alas mientras trataba de tirarme, correr hasta su punto débil para después apuñalarla y verla precipitarse a un lago, me di cuenta que los segundos aburridos a caballo estaban ahí sólo para evitar que tu cabeza estallara.
Los momentos a caballo no son tan largos la verdad, y el diminuto momento aburrido valdrá la pena al final. Lo que me lleva al siguiente punto.
No mentiré, comenzando el juego fui un poco escéptico de cómo 16 jefes eran suficientes para cargar el gameplay de un juego completo. Siendo alguien que muy taquaño me vi un poco espantado al descubrir el número de jefes en el juego y que estos eran de lo que todo se trataba. No hay más ni menos, eres tu, tu caballito y los Colossos.
Después de derrotar a mi primer Colosso me di cuenta de que no me duraría mucho el juego a ese paso (lo derroté en menos de 10 minutos). Esta realización pasó a no tener mucha importancia después de luchar contra el segundo Colosso. Cada Colosso tiene su modelo diferente, tanto de apariencia cómo de estrategias de combate.
Los hay chicos, enormes, terrestres, aéreos, acuáticos, bípedos y otros más cómo animales. Cada uno tiene su propio chiste, algunos parecerán similares pero la similaridad es sólo superficial. Cada encuentro es único emocionante y frenético.
Van desde un gigante con una espada de unos cuantos metros de largo que habita en un edificio abandonado, hasta una serpiente voladora que mora por un extenso desierto.
Una de las razones que hicieron que continuara jugando fue que quería ver como era el siguiente enemigo, eso dice mucho de un videojuego.
Si estas cansado de juego monótonos y que te dan el mundo en bandeja de plata, te recomiendo sólidamente Shadow of the Colossus.
Se paciente y planea tus movimientos, que derribar a un gigante no es cosa fácil.
Adultez gamer.
por Kingcool {"src_avatar":"https:\/\/cl2.buscafs.com\/www.levelup.com\/public\/uploads\/images\/34118\/34118_64x64.jpg","nickname":"Kingcool","user_name":"Mario B","user_link":"\/usuario\/Kingcool","posts":3613,"theme":"default","cover":false,"status":true}
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