Vas caminando por la calle, junto a uno de esos famosos tianguis que venden toda clase de chácharas usadas. Ves con indiferencia las toneladas de zapatos viejos, herramientas, revistas de chismes y juguetes casi inservibles... Cuando, de pronto, algo destaca para ti en medio de las toneladas de basura, una caja que parece resplandecer como la luz del sol. No habías visto uno de esos en años, y no digamos ya con su caja original.
Muy emocionado, te acercas al vendedor, un señor mayor que descansa indiferente sobre la acera. Entonces, haces un esfuerzo para demostrar fría arrogancia: "Oiga, ¿cuanto cuesta esa cosa que tiene ahí?" Preguntas señalando la caja con desdén. El hombre responde: "Mmm... Dame trescientos pesos." Pones jeta de molestia, pero por dentro ansías poseer ese objeto. "No, pues es mucho." Respondes. "Ya es un aparato viejo, y nada más lo quería para mi sobrino." Te haces el difícil, y después de breves intercambios de gestos y palabras, logras que el hombre te permita llevar el paquete por $150 pesos.
Te vas, internamente saltando de júbilo porque llevas en tus manos un sistema NES original empacado y en excelentes condiciones, el cual te ha costado una mísera fracción de su precio real.
¿Alguien ha tenido una experiencia así? ¿El famoso hallazgo valioso (y barato) en un mercado, tianguis o con algún familiar que no sabía el valor de lo que guardaba en su sótano?