El ser humano es un ser social y por lo tanto las actividades que éste realiza terminan en algún momento adaptándose a esa necesidad de estar con otros. Dejando de lado el carácter competitivo de los juegos online lo principal es la interacción con el otro. El sabe que hay alguien del otro lado de la pantalla, hablar con él y compartir la actividad.
Comenzará a quedar atrás el jugador solitario que no interactúa en absoluto con su entorno, la tecnología está permitiendo ese salto.
El éxito de Destiny entonces va más allá de sus gráficos que aunque buenos no son el foco de atencio, tampoco tiene que ver con el estudio de desarrollo ni con la impresionante campaña publicitaria que acompañó el proceso de lanzamiento; su éxito aunque no se reconozca es por su carácter social. Ir explorando y saber que te cruzas con otra persona que está en el mismo mundo que tu estás, saber que hay zonas que no podrás completar mas que con el trabajo en equipo, estar conectado no en un mundo aislado sino en uno compartido.
Finalmente habrá quienes argumenten que hace tiempo que esto se veía en PC pero es la primera vez que la calidad y el estilo social de juego llega a las consolas y que las consolas tienen la capacidad de soportar los requisitos técnicos necesarios.