Los remakes siempre han generado enorme controversia entre el público, especialmente cuando buscan superar lo hecho por los grandes clásicos del celuloide. El más reciente ejemplo es Los siete magníficos de Antoine Fuqua, que ha generado una buena respuesta de la crítica sin alcanzar los estupendos comentarios del western original.
Ahora el propio Fuqua se dispone a probar fortuna con el remake de otro clásico: Scarface. La primera versión mostró el ascenso de Tony Camonte –inspirado en Al Capone– como uno de los peores criminales de Chicago; el remake superó la obra original con una brutal interpretación de Al Pacino como Tony Montana; ahora el reconocido realizador prepara importantes modificaciones para una nueva reinvención. ¿Vale la pena el riesgo? Fuqua justificó la decisión en entrevista con Fandango:
"Leí el guión y es realmente interesante y oportuno. Estamos lidiando con muchos problemas que se originan en México. Y de nuevo, todos esos asuntos lidian con el 'Sueño Americano' y el hecho de que el juego es disparejo, ¿cierto? La promesa es que todos tienen una buena oportunidad, pero no siempre es el caso. Eso siempre es relevante y ahora con los sucesos en México, que es de donde surge nuestro personaje principal, es relevante, especialmente cuando tienes personas hablado de muros y ese tipo de asuntos. Aún lidiamos con migrantes y con los hechos que convertirían a alguien en Scarface".