Creo que todos conocemos a Ane Frank, por su diario, algunos lo conocen sin haberselo leído.
Mi pregunta es la siguiente
El diario es ¿Falso o es Verdadero?
Al parecer el Diario fue en realidad escrito por Otto Frank de la ciudad de Frankfurt, que huyó junto a su familia en 1933 a la ciudad holandesa de Ámsterdam, debido a la llegada de Hitler al poder. Cuando durante la II Guerra Mundial los alemanes ocupan Holanda, los Frank deciden refugiarse en un escondite para salvarse de la “persecución nazi”. En 1944, toda la familia es arrestada y deportada por la Gestapo, siendo el único sobreviviente Otto Frank, quien fue enviado a Auschwitz, donde es hospitalizado a causa de una enfermedad. Terminada la guerra, Frank retorna a Ámsterdam donde le entregan los originales del Diario y publica su primer edición holandesa en 1947.
Anheléis Marie Frank nació en 1929 en Frankfurt, Alemania y muere a causa de una epidemia de tifus a los 12 años en el campo de Bergen Belsenen en el año 1945.
Respecto del llamado Diario de Ana Frank es necesario saber que:
1.-Con significativa obstinación, Otto Frank (fallecido en 1980), siempre se negó a que el manuscrito fuera sometido a un análisis exhaustivo a los efectos de verificar su autenticidad.
2.-En 1980, a consecuencia de un juicio contra Ernst Roemer — un jubilado de setenta y seis años que se atrevió a negar la autenticidad del Diario –, la Caja Alemana de Defensa Legal logró a pedido del Dr. Rieger que el Departamento Criminal Federal sometiera a análisis los textos y constató que parte de los mismos habían sido escritos con bolígrafo, invento introducido en 1951, es decir, cuanto menos siete años después de la muerte de Ana Frank.
3.-Sin embargo, ya veinte años antes, en 1960, la perito calígrafa Minna Becker había dictaminado judicialmente que todos los textos manuscritos del Diario provenían de una sola caligrafía. Por lo tanto, quien hizo el manuscrito puso los agregados con bolígrafo… lo que en términos claros significa que ANA FRANK NO FUE LA AUTORA DEL DIARIO.
4.-Una de las pruebas presentadas por David Irving, fue el contraste entre dos documentos, uno conteniendo la caligrafía auténtica de Ana Frank, correspondiente a las cartas enviadas por ella en esa misma época, y otro con las anotaciones del Diario, cuya caligrafía que no se corresponde en absoluto con el de la niña de trece años.
5.-Un folleto de la “Fundación Ana Frank de Amsterdam”, afirma que los amigos holandeses de la familia hallaron un cuaderno de ejercicios con tapas de cartón y de pequeño tamaño. El diario sueco Expressen del 10 de octubre de 1976, publica una fotografía de Otto Frank sosteniendo un volumen considerable que en nada se parece al cuaderno mencionado. El historiador Felderer:
Con relación al texto en sí mismo, éste es un mar de contradicciones.
Ahora las pruebas en contra:
Ditlieb Felderer es un notorio neonazi, que pasó un tiempo en prisión en Suecia por difundir propaganda racista. Es famoso por enviar por correo mechones de cabello a judíos de Europa, preguntándoles sarcásticamente si se puede probar que es cabello de un judío gaseado. También ha escrito un gran número de repugnantes tratados sobre sexo y asesinatos nazis. Uno que es demasiado repulsivo como para transcribirlo aquí describe (sarcásticamente) cómo influye el cianuro de hidrógeno en los genitales femeninos.
Parte de las "pruebas" que "recopiló" Felderer es el siguiente texto, en el que argumenta con ironía que el diario no pudo ser falsificado totalmente porque parece haber sido escrito por un judío:
EL COMPLEJO ANAL
Creemos que otra poderosa razón por la que el Diario de Ana Frank no puede ser del todo descartado por tratarse de una historia ficticia es su preocupación por el ano y los excrementos, un rasgo típico en muchos judíos. Siempre les han fascinado la pornografía y las fantasías relacionadas con excrementos... Los escritos judíos están repletos de historias sobre las funciones reproductivas y de excreción...
...Aunque no podemos descartar el argumento según el cual estas preocupaciones sobre los excrementos son meras fantasías del autor o los autores, había buenas razones para creer que las historias son auténticas y que reflejan en parte algunos de los principales pensamientos de los inquilinos. Incluso aunque fueran inventadas, mostrarían a la perfección el complejo anal de un pueblo antiguo.
Obsérvese que el IHR omite la referencia a Felderer en la edición revisada. De nuevo, a medida que el revisionismo trata de zafarse de los extremismos antisemitas para llegar al gran público, deben negar o al menos disfrazar sus nexos con gente como ésta.
El Dr. Robert Faurisson al menos no es tan crudo como Felderer. Pero no es ni un historiador, ni un experto forense, ni un grafólogo. Era un profesor de Literatura de la Universidad de Lyon. El testimonio de esta "importante autoridad sobre el Holocausto" sobre la autenticidad de los escritos de Ana Frank fue rechazado por el Oberlandesgericht (Alto Tribunal Regional) de Frankfurt en 1979.
En 1981, Faurisson fue llamado a declarar ante un juez francés para que demostrara sus afirmaciones en la radio y en varias publicaciones según las cuales nunca existieron las cámaras de gas. Fue condenado a una pena suspendida de tres meses, y a pagar diversas multas por difamación, incitación a la discriminación, odio racial y violencia racial. La sentencia fue confirmada tras un recurso.
El extraño concepto que tiene Faurisson de lo que es una prueba es muy bien descrito por Michael Shermer en una carta abierta a los revisionistas.
En 1981, el Instituto Estatal de Documentos de Guerra de Holanda envió el manuscrito de los diarios de Ana Frank al Laboratorio Estatal de Medicina Legal del Ministerio de Justicia de Holanda para que determinaran su autenticidad. El Laboratorio examinó los materiales usados - tinta, papel, cola, etc. - y la letra, y emitió un informe de unas 270 páginas:
El informe del Laboratorio Estatal de Medicina Legal ha demostrado convincentemente que ambas versiones del diario de Ana Frank fueron escritas por ella de 1942 a 1944. Las alegaciones según las cuales el diario era el trabajo de otra persona (realizado después de la guerra) son así refutadas definitivamente.
Más aún, se puede afirmar que pese a las correciones y omisiones... el Diario de Ana Frank [es decir, la versión publicada de los diarios] contiene "la esencia" de los escritos de Ana, y no hay ninguna base para aplicar el término "falsificación" al trabajo de los editores del libro.
El argumento más común contra el diario es que contiene escritos realizados con un bolígrafo, y los bolígrafos no empezaron a ser comunes hasta después de la muerte de Ana. Este es un mito falso, aunque persistente. La única tinta de bolígrafo del diario está en pedazos de papel añadidos por otra persona que no era Ana. Los escritos de Ana no fueron realizados con un bolígrafo.
Sea como fuere, no se descarta que fue un tiempo caótico, los niños sufrieron: