En el marco de un crucial cambio en la dirigencia de la compañía, Sony liberó su más reciente reporte trimestral y, como se esperaba, hubo pérdidas y fueron mucho más elevadas de lo que cualquiera pudo haber predicho.
Entre octubre y diciembre del año pasado se perdieron $2.03 miles de millones de dólares, para sumar un total anual de $2.09 miles de millones de dólares, materializando así el cuarto año de pérdidas consecutivas. Sony atribuyó el notorio traspié a las inundaciones que afectaron a Tailandia, país donde están fincadas sus plantas productoras de televisores, el deterioro de los mercados y, como siempre, el tipo de cambio.
Buena parte de la culpa también la tuvo la división de Productos de Consumo y Servicios de la que PlayStation es parte con $1.09 miles de millones de dólares en pérdidas. Las ventas generales bajaron 24% debido al recorte de precio del PlayStation 3 y una inversión mercadológica que superó lo presupuestado.
Como mencionamos en el primer párrafo, es en este lúgubre escenario que ayer se anunció el inminente ascenso de Kaz Hirai a director general y presidente de la compañía. Dicho movimiento busca liberar de la presión a Sir Howard Stringer e inyectar un enfoque fresco con el cual se puedan enfrentar los crecientes y futuros desafíos para Sony.
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