Ayer informamos que el London Evening Standard mencionó en una noticia que los niños de entre 10 y 14 años que han participado en los recientes disturbios londinenses eran videojugadores. Hoy dicho periódico modificó uno de los encabezados de esa nota: donde originalmente se leía "Niños de hasta 10 años, inspirados por un videojuego, entre los revoltosos", ahora se lee "Niños de hasta 10 años buscados por la policía después de los disturbios alrededor de la ciudad".
En lo que respecta a la tecnología, la policía londinense está monitoreando constantemente cuentas de Facebook y Twitter, así como el chat de BlackBerry en busca de pistas sobre posibles iniciadores, pues al parecer las revueltas pudieron organizarse a través de redes sociales (las cuales han probado su utilidad en los recientes eventos de Libia y Egipto.)
La controversia respecto al papel de los videojuegos como "inspiración" de las revueltas salió a la luz a partir de una declaración anónima impresa en el London Evening Standard: "Es gente mala quien hizo esto. Chicos fuera de control. Cuando era joven todo era Pac-Man y juegos de mesa. Ahora juegan Grand Theft Auto y quieren vivirlo también."
Sería bueno recordar que durante el auge de Pac-Man ocurrieron los disturbios de Brixton, en 1981 y 1985. Sorprende la desinformación de esta declaración (GTA no tiene componentes políticos, pero sí tiene un marcado énfasis en las consecuencias de los actos del personaje) tanto como la irresponsabilidad de un medio que saca culpables como al azar.
El impacto de esta ola de disturbios y destrozos en diversos distritos de Londres ha dejado un saldo de un muerto y más de 160 arrestos, además de millones de libras esterlinas en daños a propiedades públicas y privadas. Un movimiento así no puede ser ni espontáneo ni gratuito: la gente merece explicaciones más profundas que decir que todo es culpa de los videojuegos o de una dosis excesiva de The Clash o Sex Pistols.
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