Ante el ojo poco entrenado, los juegos de Super Smash Bros. lucen idénticos, y acaso distingue la adición de nuevos personajes, pero la realidad es que con cada iteración se han implementado importantes cambios, algunos en pos de la diversión, otros para favorecer el ilusorio balance de peleadores. Para la siguiente entrega de la serie, el director Masahiro Sakurai, intentará inyectar dosis de frescura al concepto, pues considera que la interacción entre nuevas tecnologías, refiriéndose a 3DS y Wii U, exige un desarrollo más sofisticado.
De seguir expandiendo solamente el volumen, llegaremos a un callejón sin salida, comenta Sakurai en relación con la necesidad de aportar cambios más significativos, agregando que dará una nueva dirección al futuro de la saga. Y es que se supone que gracias al énfasis de Nintendo por mejorar los servicios en línea y la conectividad en sus consolas, 3DS y Wii U gozarán de cierto nivel de interacción, lo que en consecuencia podría generar experiencias novedosas. Aprovechando esta situación, Sakurai comenta que la clave para el éxito de Super Smash Bros. descansa en la sinergia de consolas y proveer soporte para ambas versiones.
Es importante señalar que falta mucho para que el desarrollo se concrete, pues el equipo de Sakurai apenas comienza a trabajar en el proyecto, justo como lo anunciaban hace algunos meses, cuando decían que la creación del nuevo Super Smash Bros. daría inicio tras terminar Kid Icarus: Uprising. Son buenas noticias para los seguidores de la franquicia, pero ante la felicidad es lamentable que se niega cualquier posibilidad de anuncio o vistazo del juego durante la siguiente edición de E3.
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