Esta mañana, el respetado tabloide australiano, The Daily Telegraph amaneció con un alarmante encabezado de primera plana en letras enormes: VIDEOJUEGOS ESTÁN VOLVIENDO LOCOS A LOS NIÑOS, con un balazo superior enfatizando la desesperación de las familias en busca de ayuda para este nuevo fenómeno.
De acuerdo con el rotativo, la incidencia en el uso patológico del internet y los videojuegos está creciendo rápidamente entre adolescentes y adultos jóvenes, al punto de que pronto podría reconocérsele formalmente como un desorden mental.
Familias angustiadas están agobiando a los psiquiatras con súplicas por ayuda para niños peligrosamente enganchados con juegos de computadora y el internet, acota.
De acuerdo con el Dr. Tam, uno de los pocos especialistas en el campo de aquel país, para una pequeña pero significativa minoría, el juego por internet puede conducir a dificultades sociales, educativas y de comportamiento. Esto parece afectar particularmente a gente joven con predisposición o vulnerabilidades mentales, aclaró.
Como hemos hecho en ocasiones previas a lo largo de este accidentado año para la reputación del entretenimiento electrónico, aquí es importante rescatar y enfatizar el fragmento que apela a la predisposición, es decir que dicho fenómeno, aunque real, no hace mella en el 100% de los jugadores, sólo una minoría.
Para respaldar las citadas afirmaciones, The Daily Telegraph se remitió a un par de casos. El primero es el de una madre cuyo hijo de 13 años se obsesionó tanto con World of Warcraft, que perdió un año de escuela y comenzó a padecer de tremenda irritabilidad. Empieza a golpear la pared, arrojando cosas por los aires y amenazándote, dijo. Y el segundo ejemplo es del primer caso registrado de un chico internándose, por propia voluntad, en un centro de rehabilitación, tras lo cual mostró ostensible mejoría.
Los investigadores líderes en la materia lanzarán esta semana el primer programa de educación para la salud mental en línea, orientado a mitigar la adicción de los jóvenes, informa el periódico y advirtió que los expertos en salud mental internacional están considerando incluir la adicción a los videojuegos e internet en la próxima edición global del Manual de Diagnóstico y Estadísticas de Desórdenes Mentales, también conocido como DSM, para incitar una mayor atención al tema. El mencionado libro homologa el criterio de clasificación para padecimientos de este corte, con cuatro revisiones desde 1952 y una quinta a publicarse en mayo de 2013.
Todo lo anterior ocurre en el marco del toque de queda impuesto recientemente por autoridades de Corea del Sur, de cara a lo que ya constituye un problema de salud pública para dicha nación asiática, donde casi 5% de la población muestra síntomas de adicción al internet y los juegos online. La Ley Cenicienta prohíbe que los menores de 16 años, usen sus consolas a partir de la media noche.
En este escenario, no pretendemos tapar el sol con un dedo y decir que se trata de falacias o exageraciones, pero reiteramos la importancia que juega la predisposición psicológica en aquellos quienes padecen el problema aquí expuesto. Asimismo y, quizá más importante aún, hace falta determinar qué factores socioeconómicos influyen en la adicción pues, como siempre se suele subrayar en estos casos, la culpa no es de los videojuegos como tales, existe un grado de responsabilidad en el sujeto mismo, el ambiente familiar y hasta los antecedentes hereditarios, sólo por mencionar algunas variables.
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