Hace casi un año, Arid Uka, un joven albanés radicado en Alemania, abrió fuego al interior de un autobús aparcado a las afueras del aeropuerto internacional de Frankfurt y que transportaba a miembros de la Fuerza Aérea estadounidense, de los cuales dos resultaron muertos y otro dos heridos.
Aunque en un primer momento y, tras haber confesado sus actos, los abogados defensores arguyeron que Uka había sido enardecido por videos en Internet de soldados norteamericanos violando a mujeres afganas, de cara a los argumentos finales, presentados el lunes, se consideró también a los videojuegos como posible salida.
De acuerdo con el tabloide militar Stars and Stripes, Jens Joerg Hoffmann, defensor del joven de 21 años, haría hincapié en la inmadurez del perpetrador y su vulnerabilidad ante propaganda y los videojuegos violentos que había usado en fechas previas al crimen.
Con los juegos, qué tan fácil es matar a alguien. Sólo presionas un botón. Él [Arid Uka] no es un hombre. Es un chico quien pasó tiempo jugando juegos de computadora, declaró Michaela Roth, una más de las abogadas del sospechoso, quien posiblemente reciba una sentencia de vida tras las rejas.
Como mencionamos en un artículo recientemente publicado, a lo largo de las últimas dos décadas no ha habido un solo estudio científico que certifique que el entretenimiento electrónico incita a la violencia activa. Así las cosas, aquí entra en juego el hecho de que el perpetrador fuese abusado sexualmente cuando era niño, así como también su vínculo con grupos radicales islamistas, el cual fue comprobado por la fiscalía tras revisar la cuenta de Facebook de Uka.
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