Ayer se dio a conocer el reporte financiero de la cadena de videojuegos más grande del mundo, GameStop, y en ella destacó una notoria caída en la recaudación total, misma que su director general, Paul Raines, atribuyó a la etapa que ya está viviendo esta larga generación. Asimismo, el ejecutivo aprovechó para abogar nuevamente por la venta de juegos seminuevos y pedir que este siga presente en plataformas venideras.
El primer trimestre fue más flojo de lo que esperábamos debido principalmente a ventas más lentas en la esfera del software físico y las consolas. Es claro que GameStop, así como todos quienes seguimos la industria, estamos batallando para proyectar las ventas de hardware y software durante estas últimas etapas de la presente generación, explicó Raines.
En cuanto al tema específico de la venta de segunda mano, el ejecutivo señaló que siguen viendo un crecimiento considerable. No creemos que el negocio de los seminuevos esté a la baja, dijo. Y curiosamente, agregó que según sus encuestas, una de las características que los consumidores más piden en la siguiente generación, es que siga reproduciendo títulos usados, además por supuesto, de buen valor por su dinero e innovación.
A lo largo de los últimos meses, ha habido un acalorado debate entre desarrolladores y cadenas como GameStop en torno al tema de la venta de juegos usados. Muchos diseñadores sostienen que esto disminuye los márgenes de rentabilidad de sus productos, mientras que las tiendas, lógicamente, defienden el derecho de los consumidores a disponer de sus juegos, y es que el modelo de compraventa se traduce en miles de millones de dólares en ganancias para dicho segmento.
Pero con o sin juegos usados, no podemos dejar pasar el hecho de que incluso los gigantes del negocio ya se están viendo algo afectados por la longevidad de la generación actual, lo cual es un poco preocupante porque al margen de Wii U, ni Microsoft ni Sony han dado muestras claras de querer presentar nuevo hardware en meses próximos. Esto se traduciría en un año más de debacle financiera, cierre de estudios, etcétera. Nada bueno para ni para creadores, ni para consumidores.
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