The Elder Scrolls V: Skyrim es uno de los títulos más exitosos de 2011, pero su presentación no fue la más impecable, y a la fecha está entre los juegos con mayor número de bugs en la historia del entretenimiento del pixel. Bethesda está trabajando para erradicar estos errores, pero admite que eliminarlos completamente podría ser una labor imposible, pues las variables son prácticamente infinitas.
En el marco de actividades de E3, Peter Hines, gerente de mercadotecnia del estudio, comentó que Bethesda está en un proceso de constante aprendizaje que ha llevado a la creación de nuevas medidas para reducir la cantidad de bugs, como la Beta de Dawnguard, con tal de garantizar una experiencia de juego tan buena y estable como sea posible.
El problema, según este ejecutivo, es que no importa cuánta gente se disponga a probarlo, es virtualmente imposible replicar un escenario similar al de las 12 millones de personas que juegan Skyrim, ya que siempre encontrarán y experimentarán más de lo que pueda hacer el personal de un estudio. No significa que abandonaremos nuestro compromiso para decir ¡no podemos hacerlo!, al contrario, por eso implementamos una plataforma de pruebas en Steam y abrimos un acceso previo para la gente de Xbox 360 que nos ayudarán a ofrecer un producto de mayor calidad, asegura Hines, con referencia a las críticas de que Bethesda no ha hecho lo suficiente para arreglar los desperfectos.
Al final del día, la mayor virtud de Skyrim parece ser su mayor maldición, pues el mundo abierto con tantas posibilidades de contenido da pie a más variables que son difíciles de prever. Entretanto, queda esperar el resultado con el siguiente contenido descargable, anunciado hace pocas semanas.
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