Michael Pachter de la firma de análisis de mercados, Wedbush Securities, Colin Sebastian de RW Baird, y Jeremy Miller de DFC Intelligence, concordaron en que luego del más reciente reporte trimestral de Activision, es razonable asumir que Call of Duty alcanzó su máximo nivel de ventas y que con Black Ops II las cifras ya no serán tan altas como en los últimos años al menos en lo que respecta a unidades físicas.
Hay varias razones, pero las principales parecen ser el clima económico adverso que hará que los consumidores piensen más antes de gastar, el hecho de que Modern Warfare 3 ya dio muestras de desaceleración en comparación con Black Ops, y la noción de que el contexto futurista podría resultar poco atractivo para algunos jugadores.
Las proyecciones financieras de Activision sugieren que Call of Duty es más débil este año que el pasado, así que pienso que [asumir que llegó a su máximo] es un comentario racional, especialmente considerando lo difícil que es el mercado de las consolas en este momento, explicó Sebastian, mientras Pachter agregó que las ventas de Modern Warfare 3 fueron tan excepcionales (25 millones de unidades), que lo más lógico es pensar que ese fue el tope. Pienso que el crecimiento del mercado online fue lo que impulsó las ventas de Call of Duty ( ) Sin embargo, el año pasado el multiplayer de Battlefield le arrancó un poco, y este año Halo y Medal of Honor podrían arrancarle todavía más. El siguiente, juegos de Respawn o Bungie también lo harán, agregó.
¿Significará esto el fin de Call of Duty? Definitivamente no. Esa fue otra de las conclusiones a las que llegaron los consultores. Quizás el sello venda menos copias físicas, pero su expansión hacia el mercado asiático y enorme relevancia incluso a nivel cultural, le permitirán seguir siendo rentable en el futuro próximo.
Con el movimiento a lo digital y la apertura de nuevos mercados como el chino, habrá una fuente completamente nueva de ingresos para Call of Duty que habrá de compensar por lo que sea que se pierda en las tiendas, aunque no se lleve registro de eso, pronosticó Jeremy Miller de la agencia, DFC Intelligence.
El Call of Duty de este año está siendo desarrollado por Treyarch y, efectivamente, alternará dos épocas, una situada a mediados de los 80, y otra en el año 2035, con un tópico central que será la amenaza del ciberterrorismo. Visualmente lucirá casi igual a sus predecesores más cercanos, aunque en un intento por refrescar algo las cosas, se agregará toma de decisiones a la campaña central y un nuevo modo de juego táctico llamado Strike Force.
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