LucasArts: será difícil distinguir un juego de la realidad

Kim Libreri tiene una extensa trayectoria como supervisor de efectos visuales en incontables películas –que van de la trilogía The Matrix a Speed Racer–, y su participación en Star Wars 1313 será clave para ofrecer una experiencia de juego realmente cinemática, si bien no del todo realista, aunque según este experto, estamos a sólo 10 años de que los videojuegos sean indistinguibles de lo que se presenta en una película actuada, pues la tecnología sigue evolucionando a pasos agigantados.

“Vivimos tiempos interesantes gracias al potencial de las computadoras modernas, que con el ritmo que llevan harán que en poco tiempo sea difícil distinguir entre lo interactivo y rendereado en tiempo real de un videojuego, y la animación que se realiza para una serie de televisión. Incluso será complicado notar la diferencia con actores reales”, comenta el ingeniero de Industrial Light & Magic.

Para Libreri, incluso ahora no estamos tan lejos de ofrecer algo equiparable a lo presentado por Hollywood, gracias a tecnologías de captura de movimiento y motores gráficos cada vez mejor diseñados, “algo que Star Wars 1313 aprovechará al máximo”. El realismo absoluto, por supuesto, aún está fuera de alcance, y eso incluye hasta a los mejores desarrolladores, pero el esfuerzo conjunto de los creativos, adicional al poder de procesamiento que crece año con año, podría ser causa de que se repita la misma situación que hace algunos años cuando se dejaron atrás los burdos polígonos para dar paso a gráficos sofisticados. “Lo que podemos jugar ahora es idéntico a las películas de animación de seis años atrás, con la multiplicación tecnológica sucederá lo mismo pero la comparación será con películas actuadas con vistosos efectos especiales”.

Libreri no es el único emocionando con la evolución visual en los videojuegos, el director general de Epic Games, Tim Sweeney, asegura que estamos cerca de llegar al límite gráfico, mientras que David Cage de Quantic Dream promete que no pasarán más de 10 años antes de que veamos el realismo absoluto.