Durante la feria de desarrollo Global Game Jam, celebrada entre el 24 y el 26 de enero de 2014, un equipo de 4 desarrolladores canadienses independientes creó Keep Talking and Nobody Explodes (que se traduciría como, Sigue hablando y nadie explota), un ingenioso juego apoyado en realidad virtual y el mando de movimiento Razer Hydra. Este título expone nuevamente el potencial de las gafas Oculus Rift para revolucionar la industria del entretenimiento electrónico.
La premisa es simple. El jugador con Oculus Rift es el único que puede ver la bomba, compuesta por un contador, símbolos, botones, cables y un número de serie, pero no sabe cómo desactivarla. Otros jugadores sin gafas tienen documentos que indican cómo neutralizar diferentes tipos de bomba, pero para poder ayudar al usuario, éste debe describirla primero; el problema es que el tiempo se agota, lo que imprime un matiz de urgencia a toda la experiencia, pese a que, en esencia, es bastante simple.
No hay planes aún para comercializar el título porque es un prototipo y requiere 2 periféricos que son poco comunes aún: Oculus Rift y Razer Hydra. Sin embargo, el concepto es sumamente prometedor y el prototipo está disponible de manera gratuita aquí.
"La reacción que he tenido del juego ha sido sensacional hasta ahora, así que definitivamente lo discutiremos [la versión comercial]. Nunca habíamos trabajado juntos, así que habrá algunos asuntos que resolver antes.", declaró el desarrollador Ben Kane.
Los eventos de desarrollo o game jams suelen tener resultados prometedores. Varias de las características que se añadieron a Skyrim luego de su estreno, surgieron en un game jam, así como en el título Surgeon Simulator.
Oculus Rift está en boca de todos en estos momentos y lo usan desde desarrolladores hasta artistas y órganos militares.
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