De acuerdo con un reporte publicado por el anfitrión y periodista canadiense Geoff Keighley, el pleito legal entre los exempleados de Infinity Ward que fundaron Respawn y Activision casi arruina el proyecto de Titanfall y, de hecho, tuvo mucho que ver con la salida de Jason West de la compañía. Cabe señalar que Vince Zampella y West fueron los creadores originales del hoy multimillonario concepto Call of Duty: Modern Warfare hasta que en 2010, diferencias entre Activision y la dupla terminaron con un escandaloso rompimiento.
"Una vez que los nuevos empleados estaban inmersos en la cultura del estudio, rápidamente se percataban de que en realidad había 2 compañías operando bajo la superficie: aquellos que estaban en la demanda y aquellos que no lo estaban.", describe Keighley. "En ciertos días, casi la mitad de la compañía se reunía en la sala de conferencias para juntas durante varias horas con los abogados. A menudo, esas discusiones ocupaban casi toda la tarde con debates sobre maniobras legales. El resto de la compañía se suponía que trabajaba en el juego, pero una alerta de Google sobre la demanda distraía al resto del equipo de desarrollo por el resto de la tarde."
El reporte indica que fue muy complicado para los empleados de Respawn distribuir su tiempo entre la demanda y el desarrollo de Titanfall, pero quien más descuidó el FPS de mechas fue West, lo que condujo a roces con Zampella y el resto de la compañía. Hasta que en una reunión en julio de 2012, ya habiendo resuelto el asunto de la demanda, West fue prácticamente linchado por Respawn debido a su descuido, lo que se antoja como razón suficiente para la separación.
"Lo que West esperaba fuera un diálogo constructivo, se convirtió en un linchamiento.", dijo Keighley. "Las emociones contenidas explotaron. Empleado tras empleado se quejaron sobre la forma acelerada en la que la demanda se resolvió. Muchos atacaron a West directamente y se quejaron de que no hubiera balanceado su tiempo entre la demanda y el juego, el cual ignoró por un año."
Zampella, West y los exempleados de Infinity Ward pactaron en mayo de 2012, luego de 2 años de demanda. La exigencia original involucraba $2 MDD en daños, pero nunca se supo cuál fue el acuerdo final. Jason West dejó el estudio en marzo de 2013.
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