Información recabada por un portal estadounidense sugiere que los reportes que dimos a conocer hace algunos días sobre los problemas financieros al interior de Crytek eran ciertos y peor aún, supuestamente esas dificultades arrastraron consigo una posible secuela para Ryse: Son of Rome, título de lanzamiento para el Xbox One que tuvo una recepción mediocre pero que quizá, con dedicación extra, hubiera dado para una segunda parte más sustanciosa.
El reporte señala, con base en información anónima supuestamente provista por trabajadores, que la compañía lleva meses con atrasos en el pago de nómina en sus oficinas inglesas y alemanas, lo que condujo a la migración de varios de sus empleados.
"En vez de enfocarnos en las fortalezas de la compañía, que serían el motor [CryEngine] y juegos innovadores para PC, simplemente saltamos a la siguiente gran cosa en la industria, pero cada que lo hacemos, llegamos tarde y vamos detrás de nuestros competidores. No tenemos identidad y pienso que eso frustra a empleados y fans.", explicó un trabajador.
Otros testimonios apuntan a gastos negligentes como parte del problema, con los directores de la empresa, Cevat y Avni Yerli, gastando en automóviles de lujo que conducen a la oficina a pesar de que en ella hay empleados sin paga.
A comienzos de la semana del 23 de junio emergieron los primeros indicios de problemas, y aunque Crytek los rechaza categóricamente, cada vez se acumula más evidencia de dificultades.
Lo próximo para Crytek es Homefront: The Revolution, que luce bien, pero no lo suficiente como para salvar a la empresa entera, en caso de que todo esto sea verdad.
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