Autoridades de la Fuerza Aérea en la base Schriever de Colorado, prohibieron recientemente el uso del juego Ingress y otros similares dentro de las instalaciones, luego de que una investigación concluyera que constituyen un riesgo para la seguridad.
El citado juego de realidad aumentada y geolocalización pide a sus usuarios interactuar con y fotografiar elementos de sus alrededores, lo que despertó la curiosidad de una patrulla dentro de la base y condujo a una indagatoria.
El coronel Bill Liquori, del 50.° Escuadrón de Fuerzas de Seguridad declaró que la mecánica de juego con fotografías, brinda a un posible terrorista la coartada para capturar imágenes dentro de la base, y por ello los soldados ahí destacados tienen prohibido jugar éste u otros títulos similares o escoltar a alguien para que entre y haga justo eso.
Suena exagerado, pero la realidad es que tomar fotos o video dentro o cerca de instalaciones militares es asunto delicado aquí y en cualquier parte del mundo y si no nos creen, recuerden el caso de Bohemia Interactive, 2 de cuyos miembros pasaron meses en una prisión griega luego de que fuesen sorprendidos tomando fotos de una base para la serie ArmA.
Otro antecedente es el propio Xbox One, cuya necesidad de Kinect en un primer momento generó quejas entre los soldados que querían ocuparlo en instalaciones militares pero que no podrían por inquietudes de la misma naturaleza.
La base Schriever alberga a más de 7000 personas que operan y dan soporte a satélites, así que no se trata de cualquier instalación.
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