Code Name: S.T.E.A.M. es la más reciente propuesta de estrategia por turnos y acción táctica en 3 dimensiones de Intelligent Systems, compañía con una notable experiencia en dicho campo, ya que es responsable de series tan venerables como Fire Emblem y el (lamentablemente) descontinuado Advance Wars. ¿Cuál es el resultado esta vez? Un juego sólido y recomendable, con mecánicas bien implementadas, sólo disminuidas por contratiempos ligeros. Se trata de una propuesta que, a pesar de no triunfar completamente en el área de presentación, da la cara gracias a su humor, simpatía y profundidad estratégica.

El mundo de Code Name: S.T.E.A.M. pertenece a la onda steampunk, es decir, un mundo de fines del siglo XIX en el que la tecnología de vapor ha alcanzado un desarrollo extremo, lo que ha creado tecnologías inverosímiles como trajes de batalla, gigantescos robots, naves de guerra y armamento pesado, todo a base de vapor. Un día, una misteriosa invasión extraterrestre amenaza la Tierra, por lo que Henry Fleming, joven soldado de la Unión Americana, se dispone a defender nuestro planeta. Poco después, descubrimos que, afortunadamente, ya existe una organización especial para lidiar con este tipo de amenazas: S.T.E.A.M., a cargo nada más y nada menos que del expresidente Abraham Lincoln, quien sobrevivió a su asesinato y ahora vuelve como un cyborg steampunk.

A lo largo de una variedad de capítulos conoceremos a los miembros de S.T.E.A.M., inspirados en algunos de los personajes más entrañables del folklore y la literatura americana: Henry Fleming, el fiel soldado de la Unión del libro La insignia roja del valor; el titánico obrero John Henry; el León de El Mago de Oz; Tom Sawyer, el simpático pícaro de Mark Twain; Tiger Lily, la princesa india de Peter Pan; el poderoso cazador de ballenas Queequeg, de Moby Dick; Randolph Carter, el alter ego de H. P. Lovecraft; Scarecrow, realmente una alusión a Ichabod Crane, y muchos más. Pronto descubrirás que los motivos de los alienígenas van más allá y amenazan la existencia del universo mismo...

Las mecánicas del juego remiten a otras propuestas de acción por turnos en 3D: Valkyria Chronicles y XCOM: Enemy Unknown vienen a la mente. Es decir, en cada partida tenemos un escuadrón (4 soldados) y un número de unidades enemigas desplegados en un mapa tridimensional en el que la acción se sucede por turnos; en el caso de S.T.E.A.M., una cuadrícula indica el límite de movimiento de cada unidad: tanto el desplazamiento como el ataque consumen vapor debido a la tecnología de los trajes de batalla y armas de nuestro equipo. De tal modo, debemos planear con precisión el despliegue, la ubicación y las acciones de cada unidad para sorprender al enemigo.

El juego tiene un marcado equilibrio entre ataque y defensa que le da gran profundidad. Tanto el jugador como el enemigo pueden elegir guardar algo de vapor en cada turno para entrar en modo de alerta (overwatch) y castigar a los que se acerquen a atacar de frente sin cuidado; lo mismo pasará si se intentan estrategias de héroe solitario sin pensar. Por supuesto, la acción es tridimensional, por lo que también es necesario algo de puntería y reflejos: algunas veces, si somos bastante buenos, podremos acabar con el enemigo incluso antes de que aplique el overwatch.

Todos los héroes son diferentes y ofrecen valores estratégicos distintos

Todos los héroes son diferentes y ofrecen valores estratégicos distintos: Fleming es el típico soldado all around; Henry es el bombardero pesado, ideal para acabar con aglomeraciones; el León salta sobre sus enemigos y es un excelente scout y courier; Tiger Lily es la curandera; Tom Sawyer se especializa en unidades pequeñas y en noquear enemigos con su guante estirable; Scarecrow despliega minas y bombas de efecto retardado muy útiles en pasillos aglomerados; Queequeg lanza pingüinos y arpones letales; Randolph Carter distrae a los alienígenas con carnadas, etcétera. Asimismo, cada agente S.T.E.A.M. tiene un súper ataque estilo finisher que podrá sacarnos de aprietos al menos una vez cada batalla.

Generalmente los mapas consisten en llegar hasta la salida, pero existen misiones: resistencia y aniquilación, matar jefes, destruir artillería enemiga, escoltar a personajes como la Reina Victoria a un lugar seguro y muchos más. El juego presenta un aceptable grado de tensión y la planeación es esencial: aquí no podemos ver lo que está más allá de nuestro campo de visión, por lo que la cautela y la buena integración entre unidades es vital. Asimismo, hay misiones en paralelo en las que deberemos subdividir al escuadrón y tomar caminos distintos; en otras ocasiones alguien tendrá que cuidar la retaguardia y en otras simplemente conviene adelantar a una unidad veloz para acabar el tablero en pocos movimientos sin ser detectados. Por tanto, hay de todo en este juego: acción ofensiva, defensas desesperadas, sigilo, guerras pasilleras, batallas campales y mucho más.

En el campo de batalla hay todo tipo de obstáculos (muchos destruibles) y algunas recompensas: la mayoría de las escenas tienen estaciones de guardado en ciertos puntos donde, además de asegurar el progreso, es posible restaurar la salud de una o varias unidades; algunos ítems recuperarán nuestra salud y vapor, mientras que las monedas y engranes permitirán adquirir mejoras para las unidades o pagar por sanarlas. Aparte del arma principal, los soldados tienen a su disposición un arma secundaria, que muchas veces nos salvará la vida: por ejemplo, Tiger Lily con unos shurikens se convierte en una enfermera con una muy aceptable capacidad de defensa y hasta de ataque. Asimismo, en ciertos segmentos podremos pilotar al mech de batalla de Lincoln, el glorioso A. B. E., y pelear al estilo punch-out contra abominaciones de Eldritch más allá de la razón.

Tanto nuestros soldados como los enemigos determinan el curso de la batalla: en los primeros mapas predominan las unidades básicas de distancia o de cerca, pero más adelante aparecerá todo tipo de desafíos: diminutos drones mosquito que aturden y a los que es difícil apuntar; poderosos paquidermos y berserkers que nos bajan 100 de salud de un golpe; tiradores con carabina sumamente eficientes, ojos flotantes que descubren nuestra posición a la artillería y más, sin contar con los jefes que pondrán a prueba nuestra paciencia con sus larguísimas barras de salud.

En cuanto a mecánicas, los únicos puntos en contra son el excesivo tiempo que toman los turnos enemigos (que ni siquiera en New Nintendo 3DS son muy ágiles que digamos) y cierta falta de responsividad en situaciones estratégicas muy acotadas: a veces será frustrante que un enemigo haga overwatch 3 veces sin que nuestro hombre parezca tener la velocidad suficiente de reacción; pero, ciertamente, son detalles un poco secundarios que no arruinarán la experiencia de alguien comprometido con este tipo de títulos.

Simpatía y el mero afán de entretener con una fantasía tan poco verosímil como las danzas indias de Peter Pan

El estilo visual, aunque nítido y colorido, a veces no acaba de convencer: colores discordantes y chocantes, fluorescencias alienígenas mezcladas con los chillantes dorados del vapor, anacronías (tipografía Art-Deco en el siglo XIX), y cierta falta de comprensión sobre el setting. Hay que ser justos: éste es un juego japonés cuyo título original es Lincoln vs. Aliens: es natural que su desconcertante melting pot de mitología estadounidense resulte un tanto extraño para nuestros gustos, como si fuera ese restaurante al que van los Simpson alguna vez, "Gringolandia". Pero estos defectos son contrarrestados con ingenio, simpatía y el mero afán de entretener con una fantasía tan poco verosímil como las danzas indias de Peter Pan. El otro aspecto que no me convence es la música: pudiendo elegir gloriosos sonidos spaguetti western o algo que transmita lo épico del continente americano nos vemos reducidos a horribles tonos tecno que parecen sacados de un insufrible antro alemán. Ah, y por último, no sé si sea un defecto, pero al menos la unidad amiibo de Marth apesta porque ¿a quién se le ocurre llevar espadas (no ornamentales) a la Guerra Civil?

En conclusión, Code Name: S.T.E.A.M. es un título agradable, interesante y bien ejecutado, si uno está dispuesto a ver más allá de los defectos menores de su estética y a aceptar las convenciones de un sistema de turnos en una portátil. Ciertamente no es un Fire Emblem en el que te enamorarás de cada personaje y formarás una saga épica mientras combates por vida y muerte, pero es algo así como una divertida serie B que matará tu tiempo y te dejará un buen sabor de boca. Otro buen juego para el 3DS. ¡Recomendable!