Professor Layton and the Azran Legacy es la sexta entrada en la excelente franquicia de puzzles e investigación protagonizada por el entrañable gentleman inglés Hershel Layton, así como la última parte de la trilogía de precuelas que comenzó con Last Specter. Éste último título es todo un ejemplo de cómo conservar la calidad y relevancia de una franquicia sin dejar de proponer una agradable y bien lograda variedad en cada una de sus entregas.

La fórmula de Professor Layton es extremadamente sencilla y quizá en ello resida su eficacia: se trata de tomar un libro de puzzles y destreza mental para convertirlo en una novela ligera de misterio en la que un elemento aparentemente sobrenatural revele su origen en los engaños, malicia e ingenio de uno o varios antagonistas desenmascarados por Layton, su asistente Luke y la energética Emmy. En este juego, el elemento desconcertante es una misteriosa joven conservada en los profundos hielos primordiales del Ártico, que aparentemente sería la última superviviente de la avanzada civilización perdida de Azran. Los poderosos secretos de dicha cultura serán el blanco de las operaciones de la organización ilegal Targent, así como el famoso antagonista de Layton, Jean Descole. Luke y Layton deberán viajar por todo el mundo para evitar que el legado de Azran caiga en malas manos, y resolverán también una de las mayores incógnitas sobre los orígenes de la humanidad.

Como última aventura de Layton, el juego es enormemente variado en las locaciones y escenarios a través de los cuales buscarás las reliquias de Azran: gracias a la aeronave Bostonius tenemos la oportunidad de visitar lugares como la gélida ciudad Froenberg, el pueblo pesquero Kodh, la infalible y laberíntica Londres, con locaciones como el Museo Británico, Kensington y Scotland Yard, la aldea selvática Phong Gi, la isla tropical San Grio, la ciudad desértica Torrido, las planicies de Hoogland y la ciudad amurallada Mossinia. Hay, definitivamente, una sensación de gran escala y aventura que rompe con la más bien pausada investigación de los primeros títulos, lo cual es un cambio bienvenido, aunque debido al carácter directo, abierto y aventurero de este juego se extraña un poco el maravilloso entramado de misterio que había en las entregas clásicas, en las que prácticamente todo el mundo que te rodeaba era un acertijo por sí mismo.

Como su predecesor, Miracle Mask, este nuevo título forma parte de la línea tridimensional de la franquicia, con una interfaz basada en el manejo de la lupa de detective que permite interactuar con objetos y ambientes, revelar nuevas áreas y hablar con los personajes. Los escenarios son auténticas maquetas tridimensionales llenas de detalle y, por supuesto, rompecabezas y enigmas que resolver. Hay un agradable incremento de la interactividad en muchas secciones y áreas, incluyendo pequeños puzzles de acción en tiempo real, como ocurre durante la persecución de tu aeronave, en la que deberás derrotar a los drones de tu enemigo mediante una serie de rompecabezas de respuesta rápida.

En cuanto a los puzzles, es cierto que la combinatoria de problemas y acertijos que las cabezas de los hombres pueden diseñar es, de manera eventual, limitada, y no podremos evitar encontrarnos con recurrencias y semejanzas, pero por esa razón debemos elogiar encarecidamente el hecho de que los acertijos de Layton nunca caen en lo tedioso o reiterativo, lo que mantiene su agradable frescura. Se agradece sobremanera que se haya roto un poco la progresión predecible de puzzles en otras entregas, en las que era obligado encontrar cierto tipo de puzzle en determinada sección del juego. En total, 160 acertijos principales nos esperan ―una cantidad muy aceptable para un título de Layton― eso sin contar los puzzles gratis disponibles en línea, que elevan el total a 550.

Desde la introducción de la serie al 3D se han incorporado nuevas formas de interactividad a la serie, como acertijos contextuales que reflejan en tiempo real la acción del personaje: por ejemplo, en un acertijo de barcas podemos ver a Layton tomando las rutas que intentamos resolver, mientras que en otro de ganchos y poleas el intrépido gentleman inglés corre a través de estrechos y peligrosas plataformas de acuerdo con nuestros inputs. Por otro lado, también hay algo de deducción en puntos cruciales de la historia, de modo que debes prestar atención a la trama y personajes más allá de los puzzles para hacer honor a la reputación detectivesca de Layton.

Un elemento infaltable de los juegos de Layton es la famosa maleta del profesor, llena de contenido extra para dar más longevidad al juego. Aparte de los elementos de recapitulación de la historia como el diario de Layton, el índice de puzzles y las cinemáticas, el juego presenta 3 minijuegos: un reto de sastrería llamado Dress Up, el infaltable y clásico puzzle de carreras de roedores en esta ocasión llamado Nutty Roller y un puzzle estratégico de jardinería, Burst Flowers. La opción World Times permite que te enteres de cambios y eventos alrededor del mundo de esta entrega para regresar a zonas ya visitadas y encontrar nuevos pasajes y retos. Asimismo, hay una búsqueda de tesoros vía Streetpass, que te permitirá obtener ítems especiales y lanzar retos a tus amigos.

El estilo visual de Layton rinde homenaje a la historieta europea (a la manera japonesa, claro) y tiene una influencia muy marcada de Sylvain Chomet, el caricaturista francés responsable de Las trillizas de Bellevile, con sus divertidos y deformes personajes llenos de personalidad, nítidamente perfilados sobre fondos sepia e interiores fascinantes y abigarrados. Como su predecesor, éste juego transiciona hacia la tridimensionalidad y quizá ha perdido un poco de la factura artesanal de su modelo (muy marcada en la primera trilogía), pero conserva su agrado y eficacia, aunque el diseño de los personajes más extravagantes definitivamente funciona mejor en 2 dimensiones. El juego es sumamente acertado en su mezcla entre sus raíces bidimensionales (siempre presentes por los FMV insertos en la historia) y la exploración de interiores que sacan buen partido a las funciones estereoscópicas de la plataforma. Sin embargo, esperábamos que más puzzles hubieran incorporado la tridimensionalidad a su diseño.

La música de los títulos de Layton siempre ha sido de calidad y ésta no es la excepción, especialmente gracias a su tema principal, con su mezcla de nouvelle chanson, tango y ligeros toques de jazz. Las piezas de algunas locaciones bordan un poco lo genérico y no son tan opulentas como en los primeros juegos, pero en la mayoría de los casos la ambientación hace su trabajo, mientras los temas principales son siempre fantásticos.

Cómo último juego de la trilogía de precuelas, Professor Layton and the Azran Legacy no podía estar exento de giros espectaculares en su narrativa que lo distinguen como el fin de un ciclo. Por supuesto, no revelaremos nada aquí, pero el juego tiene algo del excelente (y definitivamente lacrimógeno) Unwoud Future en el hecho de que es un título lleno de consecuencias inesperadas y trascendentes para la historia de Layton. No podía esperarse menos de un cierre de trilogía, y a pesar de que el inicio es un poco lento, el final definitivamente recompensa con cosas que todavía son capaces de sorprendernos.

Como se ha dicho de Sherlock Holmes, Layton no es solamente un mero personaje, sino una buena costumbre de la inteligencia moderna, una creación dotada de la humilde y agradable eternidad de lo cotidiano y lo necesario. En una era de desmesura, arrogancia y gigantescas producciones fallidas que contaminan nuestro gusto, es bueno saber que el sencillo y elegante Layton sigue fiel a la filosofía de ese otro gentleman infalible, Robert Louis Stevenson: "El encanto puede no parecer muy importante, pero es la virtud sin la cual todas las demás virtudes son inútiles".