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Aunque durante años fue sinónimo de diversión en familia, la amarga realidad es que las últimas entregas de Mario Party no han sido más que intentos mediocres. Con la llegada de la serie a Nintendo Switch ―una consola que está pensada para disfrutarse en compañía― Nintendo estaba ante una importante misión: crear el Mario Party que la comunidad espera.
Desde que Super Mario Party fue anunciado quedó claro que estaban tomando la dirección correcta. Sin embargo, las dudas seguían ahí, pues no era la primera ocasión en la que un Mario Party prometía mucho. Así pues, con el juego ya disponible en el mercado, la gran duda es ¿es Super Mario Party la entrega que habíamos estado esperando? En muchos sentidos lo es, pero, desafortunadamente, encontramos varios detalles negativos.
Volviendo a las raíces
Cuando inicias Super Mario Party, el juego quiere que sepas que la diversión clásica está de regreso. Así pues, una vez que indicas cuántas personas jugarán, inicia una pequeña cinemática en la que los personajes del Reino Champiñón discuten sobre quién merece el título de Superestrella. Cuando eso termina, se nos abren las puertas a un modesto parque en el que inmediatamente nos percatamos que Super Mario Party tiene un modo Party hecho y derecho.
A lo que nos referimos es que el estilo tradicional de Mario Party está de vuelta. Esto significa que tendrás partidas donde cada personaje se mueve individualmente en un tablero. Además, toda la acción se vuelve a resumir en moverse por el mapa; ganar minijuegos para conseguir monedas; comprar estrellas y molestar a tus contrincantes. La clásica oferta por la que recordamos a esta franquicia.
Este modo de juego regresó con algunos ajustes que seguramente sorprenderán a quienes sólo jugaron las primeras 3 entregas. Uno de ellos es que, al igual que en las entregas más recientes, ahora no sólo el primer puesto de cada minijuego recibe recompensas. Esto hace que tu desempeño en cada uno de ellos sea crucial y que tengas que seguir luchando, aunque la victoria ya esté lejos de ti.
También es llamativo que la elección de personaje es más importante que nunca. Esto es así ya que cada uno tiene la opción de usar un dado único que presenta un factor de riesgo/recompensa. Es decir, en lugar de ir del 1 al 6, son dados que pueden tener números mayores, pero en los cuales corres mucho riesgo de conseguir un número pequeño o incluso perder monedas. Otra novedad en este apartado es que al caer en ciertas casillas especiales podrás formar alianzas con algunos NPC para que ellos también tiren un dado y puedas moverte más casillas.
Como complemento a este modo está Mario Party cooperativo. En él los jugadores se enfrentarán en partidas 2v2 en las que el movimiento por el tablero no está limitado a caminos predeterminados. En su lugar, pueden marcar la ruta por la que quieren trasladarse en los escenarios cuadriculados. Por su naturaleza cooperativa, este formato de juego presenta minijuegos en los que es importante trabajar en equipo.
Las partidas en Mario Party cooperativo me gustaron porque tienen un sabor muy diferente a las del modo de juego regular. Esto ya que la comunicación con tu compañero es un elemento primordial para alcanzar la victoria. Es decir, tendrás que hablar con él para decidir si prefieren ir los 2 hacia la estrella y así tener la oportunidad de comprar varias en un turno o si prefieren separarse para poder estar un paso delante de sus contrincantes con todas las desventajas que esto conlleva.
Todas las partidas de los modos Mario Party se llevan a cabo en tableros que están diseñados para hacerte sentir en un juego de mesa. Cada uno de ellos tiene características y peligros únicos, por lo que la elección de escenario tiene un impacto que va más allá de su aspecto.
Los escenarios de Super Mario Party son vistosos, están bien diseñados y recuerdan a algunos de los mejores de la franquicia. Cada uno de ellos te obligará a tomar decisiones que pueden ser la diferencia entre llegar a la estrella y conseguir la victoria o caer en una serie de eventos desafortunados tan épicos que te dejarán sin monedas. Esto significa que se hicieron con el cuidado y cariño necesario para que tu tiempo en ellos se sienta como parte importante del juego, en lugar de ser el tedioso momento entre minijuegos.
Lo malo es que Super Mario Party sólo presenta 4 escenarios que se comparten en los modos Mario Party y Mario Party dobles. Como punto de comparación, el primer Mario Party tiene 8 escenarios, mientras que la mayoría de entregas principales cuentan con mínimo 5 tableros. Me parece que se trata de una oferta de niveles muy pobre y no hubiera estado de más que Nintendo lo lanzara con un par más.
Hay que tener en cuenta que los lanzamientos first-party de Nintendo para Switch han buscado mantener enganchados a los jugadores con actualizaciones de contenido gratuitas. Así pues, no resulta del todo descabellado pensar en que existe la posibilidad de que Super Mario Party amplíe su oferta de tableros. Hasta ahora la compañía no ha anunciado algo que nos indique que eso sucederá, por lo que lo criticamos basándonos en su contenido actual.
Sin minijuegos no hay fiesta
La gran estrella de todo Mario Party son los minijuegos y en Super Mario Party hay 80 de ellos. Al igual que en entregas anteriores, hay actividades de todos contra todos; 3v1 o 2v2. Dicho esto, en esta ocasión también hay otras novedades, como minijuegos cooperativos o minijuegos enfocados en el ritmo (sobre estos profundizaré más adelante).
Los minijuegos de Super Mario Party cumplen con lo esperado y están hechos para divertirte una y otra vez sin cansarte. Si bien hacer una lista de todos sería una locura, puedo decir que presentan actividades tan variadas como limpiar ventanas moviendo el control; carreras de barriles; pesca de enormes criaturas marítimas; guerras de pasteles o carreras en lancha. Me agrada que en varios tienes la opción de entrometerte con tus contrincantes, lo que garantiza caos, diversión y enojos.
Lo más destacado de los minijuegos es que están confeccionados para aprovechar las características de los Joy-Con de manera sobresaliente. Uno de los ejemplos que más me llamó la atención fue un minijuego donde debes freír las 6 caras de un cubo de carne. Lo impresionante es que el control de movimiento responde tan bien que en verdad se siente como si tuvieras un sartén en la mano y lo estuvieras moviendo.
"Los minijuegos cumplen con lo esperado y están hechos para divertirte una y otra vez sin cansarte".
El HD Rumble también se utiliza de maneras astutas en minijuegos en los que debes prestar atención a las vibraciones para detectar cuáles son las cajas que esconden más bellotas o identificar quién es el personaje que pasó nadando. Me agradó que se saque jugo de esta característica al realmente hacerte sentir como si hubiera cosas diferentes entre tus manos.
Más allá de los tableros
Nintendo Switch es una consola portátil que se puede jugar en cualquier momento y en cualquier lugar. Esto significa que Super Mario Party se jugará en descansos escolares o la hora de la comida de varios oficinistas. En momentos así, partidas de 1 hora o más son inviables. Como solución, Nintendo implementó otros modos que ofrecen sesiones de juego más cortas que no toman más de 25 minutos.
Para empezar, tenemos la colección de minijuegos, ahí podrás elegir con libertad cualquiera de los minijuegos disponibles en Super Mario Party y competir con tus amigos, así sin más. Si buscas algo un poco más complejo, el juego ofrece opciones como Mariotlón y Conquista por cuadros. En el primero competirás en una serie de 5 minijuegos en la que tu objetivo será esforzarte para obtener una buena calificación. Al final, el ganador será el que haya tenido el mejor desempeño general. En Conquista por cuadros deberás ganar minijuegos para poder conquistar territorio en un tablero de Reversi y ganará quien tenga más cuadros de su color. Ambas modalidades me parecieron divertidas ya que son ideales para jugar partidas cortas y representan un bienvenido descanso a los tableros tradicionales.
La segunda opción es Torrente de aventuras, modalidad que busca reparar las amistades rotas al ponerte a trabajar en equipo. En él, tú y otros 3 personajes ―pueden ser controlados por humanos o por la computadora― subirán a una lancha con el objetivo de llegar al final del río antes de que se termine el tiempo. En su trayecto se encontrarán con varios peligros, así como globos que los llevarán a minijuegos que los recompensarán con tiempo adicional.
Torrente de aventuras es una buena alternativa a los modos clásicos de una serie que por años se ha caracterizado por poner a competir a los jugadores. Dicho esto, sólo ofrece 10 minijuegos y hay pocas rutas en el río. Así pues, aunque al principio te hace pasarla muy bien, no tiene que pasar mucho tiempo para que se vuelva repetitiva.
Otra opción es A todo ritmo, la cual, como su nombre lo indica, es una colección de minijuegos en los que para ganar debes mover tu Joy-Con al ritmo de la música al más puro estilo de Rhythm Heaven. Aquí la acción es rápida y la espera entre minijuegos es mínima, por lo que tus ojos no se despegarán de la pantalla mientras sientes el metrónomo en el Joy-Con y te metes en el ritmo de la música. Es un modo muy adictivo y uno de mis elementos favoritos del juego.
Para quienes prefieran jugar solos está Camino de los retos, el modo para un jugador de Super Mario Party. Se trata de una serie de retos en los que tendrás que demostrar tus habilidades en los 80 minijuegos. Aunque es bueno ver que Nintendo no olvidó a los jugadores solitarios, la verdad es que está lejos de ser lo ideal. Uno de los problemas es que es corto y no hay un verdadero incentivo para acabarlo más de 2 veces. Otro es que, al igual que el resto del juego, sólo se puede disfrutar con los Joy-Con desacoplados. Así pues, debes olvidarte de jugarlo en cualquier lugar donde no tengas una superficie para poner el Switch en modo sobremesa. Me hubiera gustado que Nintendo aprovechara esta modalidad para diseñar minijuegos para 1 jugador que se pudieran jugar sin importar el esquema de control utilizado.
Por último, tenemos la Sala de recreo de Toad. En este lugar encontrarás 4 minijuegos que están diseñados para disfrutarse con el Switch acostado en alguna superficie para que los participantes lo vean desde diferentes ángulos. Se trata de experimentos divertidos que nos muestran un poco de lo que es posible cuando los desarrolladores piensan afuera de la caja. Aunque de cualquier manera son divertidos, la realidad es que para disfrutar todo su potencial es necesario tener 2 consolas Nintendo Switch y 2 copias de Super Mario Party.
Un modo online desastroso
Desde que el online llegó a consolas de Nintendo, hay quienes han pedido poder jugar Mario Party con extraños y conocidos por medio de Internet. Con Super Mario Party, este sueño se convirtió en realidad. Desafortunadamente, el resultado es desastroso y lo considero el peor elemento del juego.
Hay varios problemas con el online que, en mi opinión, lo convierten en una pobre experiencia. La primera es que sólo está disponible la modalidad Mariotlón, la cual únicamente ofrece 10 minijuegos que están repartidos en 3 listas de juego en constante rotación. Así pues, no sólo careces de la capacidad de elección al jugar con desconocidos, sino que están limitado a jugar los mismos minijuegos una y otra vez. Desconozco si Nintendo tiene planes de ampliar la selección de minijuegos del modo online de Super Mario Party, pero su estado actual es deplorable.
Los problemas no terminan ahí. Como sucede en gran parte de las experiencias online, en Super Mario Party puedes ser una víctima del lag. Así pues, si inicias una partida de Mariotón y alguno de tus 3 contrincantes tiene una pobre conexión a Internet, te esperan varios minutos de desesperación en los que verás que la acción se traba y que tu personaje no responde a tus comandos. Además, no hay manera de abandonar una partida y regresar a la Plaza Party y tampoco hay opción de conocer la calidad de conexión de tus compañeros antes de comenzar a jugar. Así pues, si inicias una partida llena de lag no te queda alternativa más que esperar a que acabe o suspender tu consola.
"[El modo online es] el peor elemento del juego".
Quiero aclarar que el modo online sólo lo jugué con desconocidos y es posible que la experiencia con amigos sea un poco mejor. Dicho esto, teniendo en cuenta los problemas que pueden surgir; que el chat de voz está limitado a la app de Nintendo Switch Online y que la oferta de minijuegos es pobre, creo que es mejor que te conformes con organizar una reunión para jugar Super Mario Party.
Presentación impecable
La presentación de Super Mario Party es impecable y realmente no tengo ninguna queja. El estilo de los personajes de Nintendo y su universo está representado de una manera atractiva. Además, el desempeño es sólido y en ningún momento encontré bajones de frame rate que me arruinaran la experiencia. También me agradó la minuciosa atención al detalle que se puso para sacar jugo al potencial del HD Rumble.
Otro elemento sobresaliente es que tiene una interfaz de usuario limpia y por la que es fácil de navegar. Esto es gracias a que Nintendo se olvidó de los feos y simplones menús de Mario Party 10 para llevarnos a un sencillo overworld en el que caminamos por un parque para ir de modo en modo. Además, hay una opción para que caminar no sea necesario y que puedas acceder a cualquier modo desde un menú.
La banda sonora de Super Mario Party es agradable. Fuera del tema principal, no encontré nada extremadamente memorable, pero tampoco hay temas que resulten molestos. Mi elemento favorito fue que un par de minijuegos tienen canciones que recuerdan a entregas pasadas, lo que me trajo gratos recuerdos.
¿El Mario Party que estábamos esperando?
"Presenta algunos errores que lo alejan de cumplir con todo su potencial".
Super Mario Party cumple con muchas de las cosas que los fans habían estado esperando. Al regresar a las raíces de la franquicia, Nintendo creó una experiencia divertida que nos hace sentir que la serie se encamina por un buen rumbo después de años de extrañas decisiones y malas entregas. Desafortunadamente, presenta algunos errores que lo alejan de cumplir con todo su potencial y hacen que sea un buen juego a secas.
Lo recomendamos ampliamente para todos aquellos que estén buscando un juego para disfrutar en cooperativo local. Si tienes 4 Joy-Con y sueles jugar con tu familia y amigos, Super Mario Party te entregará horas de diversión y te llevará de vuelta a sus entregas para Nintendo 64. Por otro lado, si lo tenías en la mira para jugarlo solo o con partidas online, creemos que hay mejores opciones para ti en el catálogo de Nintendo Switch.
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