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Mientras el mainstream sigue autolimitándose creativamente en pro de asegurar ingresos y ganancias para que la maquinaria siga andando, la escena indie ha tomado la bandera para hacer lo que les venga en gana en forma de videojuego. Destacar en un mar enorme lleno de todo tipo de propuestas es complicado, y es ahí donde los detalles únicos pueden hacer que un videojuego se asome sobre el resto para llamar nuestra atención. Tal es el caso de A Space for the Unbound.
El pequeño juego de Indonesia que resultó en una aventura brutal
A Space for the Unbound es un videojuego de aventura con alma de experiencia gráfica y herencia del estilo en 2D de la década de los 90. Desarrollado por Mojiken Studio, equipo de Indonesia, se presenta como un tributo al lugar de origen de los creativos y un recuerdo de los años en que pasaron de ser niños a adolescentes y todo lo que involucró para algunos de los que seguimos en los videojuegos.
Este título indie tiene lugar en un pequeño pueblo de Indonesia durante los 90 para contarnos la historia de Atma y Raya, un par de jóvenes a punto de salir de la escuela secundaria y enfrentar el destino impuesto por el sistema escolar que te dice, de acuerdo con una encuesta, si eres digno de desarrollarte con estudios superiores o serás condenado a labores básicas durante toda tu vida. En este proceso, los protagonistas descubren que tienen un extraño poder sobrenatural que se activa ante lo que se perfila como el fin del mundo.
A Space for the Unbound luce adorable, pero esconde algo oscuro y brutal en su interior
Si bien el estilo pixelart luce adorable y el diseño de los personajes y escenarios (incluyendo muchos gatos) da vida y sentido a la propuesta, A Space for the Unbound esconde algo profundo que te llevará por una espiral de incertidumbre, ansiedad, angustia, depresión y absoluta desesperanza. Visto a la distancia y en lo general, el desarrollo de los eventos y la narrativa, aunque siguen una línea visible, parecen desconectados, y en más de una ocasión te preguntarás qué demonios estás jugando o hacia dónde van las cosas porque algunas situaciones parecen un sinsentido.
"A Space for the Unbound se encarga de mostrar en el momento necesario que es un rompecabezas que estás armando de afuera hacia adentro y cuando las piezas embonan, la sorpresa es inevitable"
Sin embargo, A Space for the Unbound se encarga de mostrar en el momento necesario que es un rompecabezas que estás armando de afuera hacia adentro y cuando las piezas embonan, la sorpresa es inevitable, ya sea para sonreír un rato o terminar con el corazón hecho pedazos por su brutalidad.
Como es requisito en todo videojuego que se precie de serlo, la expresión creativa y el encanto de A Space for the Unbound están en su diseño y mecánicas; piénsalo como una pequeña maqueta con lo necesario para desarrollar una historia. La pequeña ciudad rural se presenta como el espacio a recorrer y cumplir con un sistema básico de misiones, algunos minijuegos y alguna que otra actividad de coleccionismo.
"Guardando la debida distancia, A Space for the Unbound es como un Earthbound muy, muy ligero"
Guardando la debida distancia, A Space for the Unbound es como un Earthbound muy ligero, pero suficientemente bueno como para valorar sus elementos básicos de juego de rol. Ir del punto A al punto B, algo de backtracking, diferentes tipos de interacción con personajes relevantes para la historia y los NPC, así como un sistema de combate básico por turnos son elementos bien integrados para brindar una experiencia de juego atractiva, divertida y emotiva, todo adornado por la historia y sus matices con momentos de ternura y otros funestos. Sí, A Space for the Unbound llega a ser despiadado, aunque sea difícil creerlo debido a su estilo visual.
Un viaje hacia la mente y emociones humanas: el daño que crea en la juventud se queda para siempre
Este pequeño pueblo rural se recorre de forma horizontal y por secciones; de hecho, hay un mapa para saber en cuál calle o callejón entrar, pero los tiempos de carga entre cada sección (aunque breves) resultan molestos, más cuando hay que hacer algo de backtracking. Fuera de eso, están las misiones principales, los minijuegos, los acertijos y actividades fuera de guion para distraernos por un momento. Por ejemplo, Atma es fanático de las corcholatas de envases de refresco y decide coleccionarlas; extrañamente, pasa poco tiempo antes de que estés revisando tu registro para ver las que te faltan. Asimismo, puedes acariciar y poner nombre a todos los gatos que habitan las calles, incluso puedes jugar arcades y uno es en honor a Street Fighter II.
Luego, A Space for the Unbound expone sus principales mecánicas y la integración con la historia, que su momento cumbre. Primero, está el sistema de combate que está ahí y encuentra su justificación por el bullying, problemática que sigue cobrando víctimas, generación tras generación.
Para combatir a los bullies y a una que otra criatura, hay movimientos de ataque y defensa activados por un minijuego de habilidad. Para atacar debes seguir una combinación de botones lo más rápido posible, mientras que para defender debes estar al tanto de una barra con un marcador en movimiento para detenerlo en el momento preciso. Aunque básico, el sistema de combate resulta divertido y acorde con la propuesta del juego.
En segundo lugar está la mecánica principal, el Space Dive, del cual te hablo a continuación.
Fantasear es propio de la niñez y la adolescencia, cuando se elaboran escenarios inexistentes en los que quieren estar o situaciones que quieren vivir. Esta parte del crecimiento se convierte en una válvula de escape para lidiar con los cambios de la mente que se vive durante esos años. Es precisamente la mente de un niño o adolescente la que absorbe más y es ahí donde pueden guardarse las mayores alegrías pero también los momentos más oscuros.
"...es gracias al Space Dive, la mecánica principal de A Space for the Unbound, que podemos entrar en la mente de las personas para conocer aquello que los marcó, todo lo que los atormenta y no los dejó crecer en algún momento de su vida"
¿Recuerdas que Atma y Raya tienen poderes sobrenaturales? Pues bien, el Space Dive es la mecánica principal de A Space for the Unbound para entrar en la mente de las personas y conocer lo que los marcó, atormenta y quizá les impidió crecer. Pensando en que se trata de un indie, y considerando su estilo pixelart, debo decir que no esperaba una experiencia de este tipo. Entrar en la mente de un personaje que a simple vista se presenta como el "malo" para conocer todo su dolor y sufrimiento me sorprendió y me hizo entender de qué va A Space for the Unbound.
En cada incursión vía Space Dive el juego muestra su mejor cara porque equivale a un enfrentamiento contra un jefe. Los escenarios pueden ser lúgubres, la música mueve entre la melancolía y la angustia, pero los minijuegos, acertijos, las zonas de sigilo y los duelos son la única manera para cambiar el interior de estas personas, aunque en ocasiones es demasiado tarde para reparar el daño.
Cada capítulo de A Space for the Unbound vive su ciclo de menos a más pasando de esta aventura adolescente a situaciones profundas y con momentos capaces de erizar la piel. Desde una perspectiva general, es ir de misiones sencillas, porciones de narrativa e interacción, a requisitos más complejos hasta llegar al momento del Space Dive donde todo tiene sentido y se define.
A Space for the Unbound merece tu tiempo y tus sentimientos
Al final, A Space for the Unbound es uno de los mejores indie en lo que va del año y por algo los jugadores de las plataformas en que está disponible lo reconocen y hablan de él. La experiencia de juego es grata, pero también emotiva y capaz de generar emociones nada agradables. Se trata de un videojuego al que no le sobra ni le falta... algo difícil de conseguir en la actualidad. Definitivamente, es un indie al que vale la pena dar una oportunidad, por más que su historia y final nos rompan el corazón y el Space Dive nos recuerde que debemos procurar nuestra mente y nuestras emociones.
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