Review

Pillars of Eternity

El renacimiento del CRPG de la vieja escuela
LEVELUP 9.3 Excelente

PROS:

Gran libertad de elección; puedes terminar las misiones de distintas maneras

Sistema de atributos y combate profundo, bien implementado

Nivel de dificultad que premia a los buenos estrategas

Gran cantidad de contenido adicional en forma de misiones

Gran nivel de rejugabilidad

Música épica que nos remonta a los clásicos de antaño

CONS:

La fortaleza dejó mucho que desear

Hacen falta tutoriales básicos de navegación

La interfaz de usuario es difícil de comprender

Pillars of Eternity rinde homenaje a un puñado de selectas experiencias y narrativas que asaltaron la escena de los juegos de PC a fines de los 90 y los primeros años del 2000. Estos juegos fueron desarrollados sobre el Infinity Engine que BioWare creó en 1998 para construir Baldur's Gate. Este motor gráfico no fue el más sencillo de usar ni el más vistoso, sin embargo, fue piedra angular para la creación de los mejores juegos de rol de aquella época.

Una entrega que recrea una experiencia que se había perdido

Baldur's Gate y su primera expansión salieron en 1998; después llegó Planescape: Torment, título descrito como una experiencia de vida; más tarde, Icewind Dale nos sorprendió por estar más enfocado en el combate. Las 3 aclamadas franquicias de rol recibieron numerosas expansiones en un periodo de 4 años y después sólo hubo oscuridad. El Infinity Engine fue reemplazado por el Aurora Engine, que no alcanzó el éxito de su hermano menor; de hecho, del nuevo engine sólo recordamos Neverwinter Nights.

El juego que ahora nos ocupa, Pillars of Eternity, es una entrega que recrea una experiencia que se había perdido a través de los años, pero que sus creadores recuperaron al recurrir al financiamiento colectivo en Kickstarter para traerlo a la vida. Su lanzamiento deja en claro que existen miles de fanáticos de la vieja escuela que esperan un digno sucesor espiritual de los mejores RPG en la historia.

Gráficamente descriptivo
Gráficamente descriptivo

Pillars of Eternity cuenta tu historia como un Watcher capaz de leer el alma de otras personas y ver los recuerdos de sus vidas pasadas; esto sucede después de un extraño ritual que involucra una máquina que manipula almas. Así, te involucras con una maldición que ocasiona nacimientos de niños sin alma; todos culpan a los dioses y piensan que es un castigo divino, pero en algún momento te das cuenta de que detrás de la maldición opera una facción milenaria con propósitos malignos y tu objetivo ―naturalmente― es detenerlo.

Vale la pena leer incluso la descripción del objeto más mundano

Como Watcher puedes ver el interior de las almas de algunos personajes especiales, que el juego muestra como una pared de texto que describe las vidas pasadas del alma. Los textos están finamente detallados para contar relatos de seres extraordinarios, sin embargo, sólo se trata de un pequeño agregado para los más interesados en el mundo de Pillars of Eternity y para los que disfrutan al conocer cada detalle, ya que no sirven para interactuar. Esto es una lástima porque son una manera de conocer el contexto del mundo y acentúan la habilidad del personaje, el problema es que no son suficientemente atractivos; por ejemplo, nos hubiera gustado que estas secuencias tuvieran actuación de voz y contaran con efectos de sonido especiales.

La historia es pesada y llena de detalles porque desde el inicio muestra conceptos y acontecimientos de un mundo nuevo para ti. Al progresar conoces la historia local, pero es sólo una fracción de lo que en realidad sucede. Si no te comprometes lo suficiente es fácil que te pierdas en los ricos detalles de la historia mostrados en incontables líneas de texto, pero también es factible que te aburras y comiences a saltarlas. Los textos están llenos de coloridas descripciones, su estructura es variada y el contenido es sencillo de entender y divertido. Lo que quiero decir es que no te desesperes; créeme: vale la pena leer incluso la descripción del objeto más mundano.



Pillars of Eternity inicia con la creación de personaje, ya sabes, selección de clase, raza, sexo y apariencia; aspectos clásicos del género y de cualquier RPG que se digne de serlo. La variedad de personalización es suficiente y básica, pero sin duda, lo más importante es que va más allá y te permite seleccionar tu origen: si desciendes de la nobleza o creciste en las calles y tu trasfondo cultural, es decir, la tierra donde naciste.

Pillars of Eternity da un paso más al ofrecer variaciones de una clase

Así, decidí crear mi arquetipo favorito de personaje en cualquier campaña de un juego de rol: un guerrero con compasión en una constante búsqueda del bien, con voluntad de acero para defender y hacer cumplir las leyes y con poder suficiente para enfrentar y castigar el mal; me refiero a un paladín. Esto, en cualquier otro título, significaría guiar mis decisiones ciegamente hacia el bien y la bondad, sin embargo, Pillars of Eternity da un paso más al ofrecer variaciones de una clase. Decidí probar ser un paladín de la orden de los Bleak Walkers, brutales guerreros que celebran la guerra sin piedad con el único objetivo de terminar rápidamente con un conflicto. Dicen las historias que esta orden de paladines puede terminar con el asedio de una ciudad únicamente con su presencia debido a que nadie quiere enfrentarlos por su falta de piedad.

La selección de personajes es muy completa y cumple en lo que muchos otros juegos de rol fallan: genera un contexto para que sea más fácil tomar decisiones e imaginar cómo se desenvuelve el avatar recién creado en el mundo. Para apoyar lo anterior cada clase y subclase cuenta con disposiciones morales, lo que crea variaciones en el comportamiento de los personajes; así, aunque en teoría un paladín es bondadoso y justo, mi Bleak Walker favorece la violencia y la crueldad, ¿quién hubiera pensado en esa posibilidad?

Al crear un personaje también estás creando una parte de ti o algo que quisieras ser
Al crear un personaje también estás creando una parte de ti o algo que quisieras ser

Por otro lado, el sistema de combate es sobresaliente y cuenta con una gran variedad de matices estratégicos a considerar si buscas la victoria. Los combates son retos de alto nivel en tiempo real que puedes pausar en cualquier momento para asignar acciones individuales a cada miembro de tu grupo. De esta forma, puedes ordenar a tu línea frontal ―compuesta por paladines y guerreros― que ataquen, mientras los lanzadores de conjuros ―físicamente más débiles― actúan desde una zona segura. Pillars of Eternity también recompensa a los buenos generales que planean su estrategia y aprovechan el terreno; por ejemplo, al ubicar a los guerreros en los arcos de la puerta para bloquear el camino de los rivales que pretenden atacar a los blancos débiles.

El título busca ser de la vieja escuela, por lo que en ocasiones se convierte en un reto más que formidable incluso en su dificultad estándar, y no hablemos de las más altas dificultades, que transforman los combates en retos indomables. Un cambio que recibí con los brazos abiertos es que no hay hechizos por día (típico de Calabozos y Dragones), sino que muchos personajes cuentan con hechizos y habilidades por combate; es decir, puedes utilizarlos ciertas veces durante un enfrentamiento, a diferencia de los hechizos tradicionales que usas hasta que se agotan y es necesario acampar para reponerlos. En Pillars of Eternity no hay necesidad de pausar el ritmo de la exploración para descansar después de cada combate, además de que es necesario aprovechar adecuadamente los recursos disponibles y tener una buena estrategia para usar correctamente las habilidades.

En cuanto inicia un combate todo se pausa para que selecciones la primera acción de los personajes. Mi estrategia consiste en poner al frente a mi protagonista y a un Guerrero; detrás de ellos siempre está el Priest, que lanza hechizos de sanación y bonificaciones; en la seguridad de la línea trasera coloco al Wizard, al Cypher y al Rogue. Mi jugada inicia con los guerreros corriendo al frente para interceptar a los enemigos y ocasionar que se agrupen mientras el Priest conjura Holy Radiance ―que bonifica la resistencia y fuerza de todos―. En seguida, el Cypher utiliza un hechizo en el Guerrero que tumba a los enemigos frente a él; por su parte, el Wizard utiliza una bola de fuego que daña a todos los oponentes en un radio. Finalmente, el Rogue, al ser escurridizo, se esconde en las sombras y avanza con seguridad hasta el lanzador de conjuros enemigo.

El combate parece caótico pero está bien estructurado
El combate parece caótico pero está bien estructurado

Lo anterior es únicamente el primer movimiento del combate, después siguen las acciones de los oponentes que se apilan sobre las tuyas y modifican en segundos el campo de batalla. Esto hace que los encuentros sean dinámicos y cambien drásticamente a tu favor o en contra con un solo hechizo. Por eso es importante dominar la totalidad de las habilidades de los personajes; de hecho, es tu obligación leer cada descripción para vencer los retos con nuevas estrategias.

Desde planicies chamuscadas por un dragón, bosques místicos, pueblos y masivas ciudades hasta tenebrosas catacumbas

En cuanto a la exploración, Pillars ofrece una gran variedad de ambientes; desde planicies chamuscadas por un dragón, bosques místicos, pueblos y masivas ciudades hasta tenebrosas catacumbas y calabozos con secretos. Una de las mecánicas que utilizas con más frecuencia al explorar es el sigilo; cuando la activas todos los personajes de tu grupo avanzan lentamente y utilizan sus atributos de Stealth para pasar desapercibidos. Al acercarte a un enemigo, un indicador circular debajo de los personajes cambia a amarillo, lo que significa que está a punto de ser detectado; cuando éste se llena quiere decir que lo han percibido, pero aún no ha sido detectado. Esto sirve para explorar los calabozos y los mapas con más seguridad; durante mis travesías, suelo enviar primero a mi Rogue como explorador debido a que tiene más rangos en Stealth. Así, avanza con cuidado, escudriñando cada esquina del calabozo en busca de trampas, secretos y sobre todo, la ubicación del enemigo. Es importante examinar así los lugares porque eso ayuda a planear mejor un enfrentamiento, aunque algunas emboscadas invocan enemigos de forma súbita y no hay forma evitarlos.

A pesar de que hay enfrentamientos y combates en abundancia, tus personajes no crecen sólo por combatir. En cambio, te premian por completar misiones y tareas. Esto quiere decir que obtienes experiencia para subir de nivel y aprender nuevas habilidades —o mejorar las que ya sabes— cuando liberas de la tiranía de un soberano malvado, encuentras a una persona perdida metida en apuros, exploras las mazmorras y bosques encantado, o simplemente, ejecutas exitosamente varias tareas, como abrir cerraduras o completas con éxito los diálogos.

Cada combate es un gran reto
Cada combate es un gran reto

Existen distintas formas de resolver los problemas en Pillars of Eternity, algunas requieren fuerza bruta; otras, la intimidación e incluso unas pueden superarse por medio del diálogo. Esta libertad de elección me impresionó, ya que va más allá de una decisión monocromática; aquí hay matices acordes con tu personaje y superan la noción de lo bueno o lo malo. Durante mis travesías llegué a un pueblo donde conocí a un noble que investigaba la desaparición de su hija; después de preguntar a los habitantes sobre su paradero me enteré de que un ogro amenazaba a la comunidad. Encontré una pista que señaló al ogro como responsable de la desaparición de la doncella, así que seguí su rastro y lo enfrenté. La sorpresa llegó cuando me entrevisté con él y reveló que no tenía nada que ver con la desaparición de la mujer, lo cual me llevó a sospechar inmediatamente de quien me dio la pista original. Sin entrar en muchos detalles, encontré a la chica junto a una tercera facción involucrada y también conocí algunos detalles oscuros de los participantes. Mi búsqueda podría haber terminado cuando supuse que el ogro había eliminado a la hija del noble, sin embargo, al elegir las opciones de diálogo correctas encontré información adicional que me ayudó a llegar al fondo del problema de manera satisfactoria para mi personaje, aspecto muy importante en un juego de rol.

Por otra parte, es posible obtener puntos de experiencia al completar tu bestiario, para esto, tendrás que enfrentar una y otra vez a un tipo específico de criatura para conocer más de ella. El concepto completar a través de numerosos combates es interesante; después de tus primeros enfrentamientos con, por ejemplo, osos, aprendes lo básico sobre ellos. Con la experimentación y más enfrentamientos podrás conocer otras características como sus resistencias, habilidades, defensas y atributos.

A pesar de que se trata de una completísima campaña en solitario, parte del encanto del Infinity Engine y de los días de antaño fue el apartado cooperativo y en línea del juego. Aunque primitivo, permitía a un amigo ―o a varios― tomar el control del resto de los personajes. Así, podías asignar un grupo de personajes a un jugador o bien, tener varios participantes controlando ―cada quien― a un personaje. Éste es uno de los elementos que extraño de las viejas entregas y me hubiera gustado vivirlo nuevamente en Pillars of Eternity.

Además de la campaña principal que te tomará varias decenas de horas completar, Pillars of Eternity cuenta con una gran cantidad de contenido adicional en forma de misiones y tareas. En primer lugar, están las relacionadas con tus compañeros de grupo que cuentan su historia y cómo se relacionan contigo. Éste es un gran apartado, y aunque está un poco limitado en relación con las entregas anteriores, es una muestra de la excelente caracterización de los personajes. A lo largo de tu aventura controlas una fortaleza; es decir, tienes que gastar oro para actualizarla, mantenerla e incluso contratar guardias. Este lugar será tu base de operaciones para el resto de la campaña, sin embargo, carece de la solidez del resto del juego puesto que no hay muchas recompensas ni retos detrás de ella. Aquí lo único sobresaliente es una misión que consiste en completar un calabozo subterráneo; el resto de las misiones secundarias se resume en tareas y quehaceres que te encomiendan los habitantes del mundo.

Pillars of Eternity dejó claro que Kickstarter puede ser una herramienta valiosa para los desarrolladores, siempre y cuando estén comprometidos con lograr la mejor calidad posible de su visión artística. En este caso, el producto superó con creces nuestras expectativas al entregar una experiencia maravillosa, indomable y representativa del género RPG. Estoy ansioso de saber cuál será el futuro de la franquicia, en especial si habrá una secuela, pues quiero volver a utilizar al personaje que con mucho esmero construí y vi crecer.

CRPG de la vieja escuela
CRPG de la vieja escuela

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