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Adaptación de uno de los juegos de estrategia más memorables de Games Workshop, Mordheim: City of the Damned es una experiencia de escaramuzas por turnos que promete dar por primera vez un trato detallado y justo a las creaciones del universo Warhammer Fantasy, en especial a aquellas destinadas a los veteranos más hardcore de las batallas por turno.
¿Qué es Mordheim? Se trata de uno de los llamados "juegos de especialista" de la compañía de miniaturas y estrategia de tablero tradicional, Games Workshop. Un juego de especialista es un escenario destinado a jugadores veteranos con amplia experiencia en los títulos clásicos de Games Workshop. En el caso de Mordheim, se trata de un escenario para Warhammer Fantasy en el que ocurren escaramuzas entre diversas bandas de guerra, en lugar de grandes batallas, por el control de las ruinas de la ciudad Mordheim.
La premisa ocurre durante los años de caos en el Imperio, una de las facciones humanas más poderosas de Warhammer Fantasy. Con un trono vacante y en guerra civil, el Imperio es víctima de toda clase de supersticiones y presagios, exacerbados por la aparición de un cometa de 2 colas que cae sobre la ciudad Mordheim, sumiéndola en una especie de apocalipsis. Sin embargo, además de una estela de destrucción y una especie de penumbra eterna, el cometa deja un poderoso material conocido como Wyrdstone, con tremendos poderes alquímicos y un enorme costo de venta, por lo que diversas bandas de aventureros deciden hacer expediciones a la ciudad de los condenados para hacerse ricos. Así, hay facciones con todo tipo de intereses, desde los mutantes contaminados de la ciudad hasta mercenarios, demonios atraídos por las fuerzas oscuras del cometa, fanáticas hermanas de la orden de Sigmar o los hombres rata o Skaven.
Pasando a la versión en videojuego de Mordheim, se trata de una adaptación a cargo de Rogue Factor pero con la supervisión cercana de GW, que traslada dicho escenario a un juego por turnos tridimensional estilo X-COM, pero en un setting de fantasía y sin un sistema de retículas. Cada jugador cuenta con un número de unidades que se disputa el control de una de las áreas de la ciudad (como el Templo de Sigmar, por ejemplo) y debe cumplir objetivos estratégicos, desde simplemente desbandar al rival hasta recoger unidades de Wyrmstone o prender bengalas. Durante tu turno, tus unidades pueden explorar, atacar, agarrar loot, tender emboscadas o estar en alerta, todo a cambio de puntos de acción que se gastan por cada cosa que hagas. La última facción en permanecer en el terreno o la primera que cumpla objetivos personalizados (dependiendo del mapa), gana.
Uno de los aspectos característicos de Mordheim es que cada facción tiene unidades sumamente distintas: los mercenarios humanos son versátiles, buenos en el all-around; los Skaven, hombres rata del clan de Eshin, se especializan en el sigilo y el asesinato por la espalda; las hermanas de Sigmar son un culto de monjas guerreras especializadas en magia y armamento pesado, mientras el culto de los condenados son los mutantes y demás descastados dejados atrás por los efectos del cometa, que cuentan entre sus unidades a cultistas del caos e imponentes abominaciones. La estrategia para cada una de estas facciones es completamente diferente, por lo que la experiencia de juego es muy variada, incluso tratándose de un Early Access.
Por ahora el juego incluye un tutorial en el que te enseñan los aspectos básicos de la estrategia (comandos, tipos de acción, buffs y debuffs, facciones enemigas y neutrales y, por supuesto, los elementos de la acción táctica), y un modo versus de exhibición en el que puedes retar a la máquina o a otro jugador a uno de los mapas disponibles actualmente, que se dividen en 8 mapas procedurales y 4 mapas únicos: el templo de Sigmar, la bahía, la Gran Biblioteca, el puente, los cuarteles, la estatua del Conde Gothardt y los diversos barrios de Morhdeim. El juego sigue en Beta, así que tienes una cantidad prácticamente ilimitada de oro para contratar soldados y conformar tu banda de guerra para enfrentar al enemigo en mapas de exhibición (sin consecuencias ni daño serio para tu banda), preparar a tus hombres con ítems y armas poderosas, y retar a tus enemigos. A pesar de ser un Early Access, el juego presenta una experiencia estratégica muy aceptable en multijugador, con una gran variedad de despliegues estratégicos: escaramuzas generales, búsqueda de enemigos, ataques, defensas y demás.
Sin embargo, el juego promete más cosas en el futuro: una muy necesaria campaña con 2 actos y 8 escenarios únicos por facción, progresión de tu banda, puntos de mantenimientos por unidad, contrabando y por supuesto peleas por rango, en las que luchas por oro, ítems y las heridas y muertes de tu banda de guerra son reales. Por ahora estamos limitados a probar las mecánicas básicas de Mordheim pero debemos decir que se trata de un proyecto serio y recomendable, comprometido con sus raíces en los juegos de estrategia hardcore de tablero sin por ello sacrificar en ningún momento la jugabilidad y la acción.
Mordheim: City of the Damned es verdaderamente promisorio para aquellos que querían ver por fin un juego de acción táctica por turnos en un setting de fantasía tan imponente como son las creaciones de Games Workshop. Todavía faltan muchos detalles y sin duda estamos ansiosos para ver la salida de las peleas por rango y la campaña, pero parece que por fin, tras años de juegos más o menos mediocres, una muy buena adaptación de un clásico de Warhammer Fantasy está por aparecer. Ojalá, porque se trata de una franquicia subutilizada para su trascendental importancia en el mundo de la estrategia (finalmente las creaciones de Games Workshop son la inspiración de Warcraft y StarCraft): esperamos que Mordheim sea un buen inicio para un futuro en el que despliegue todo su potencial.
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