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Para muchos creativos, hacer un juego independiente no sólo es una manera de liberar su creatividad con un proyecto arriesgado y novedoso. Para varios más, es la oportunidad de entregar una nueva visión de franquicias o géneros que llevamos un largo rato sin ver. Chucklefish formó parte de la segunda categoría con el estreno de Wargroove, juego de estrategia que toma inspiración de Advance Wars.
Aunque con títulos como Starbound, Chucklefish ya hizo muestra de su enorme talento como estudio desarrollador, proyectos como Wargroove siempre generan dudas. Después de todo, si bien existe la posibilidad de que el resultado sea genial, también se puede derrumbar ante la enorme presión que se generan por las inevitables comparaciones con los títulos en los que está basado.
Así es como llegamos a la pregunta, ¿pudo Wargroove sobrevivir a todo esto para ser un producto que deje contentos a los fans de Advance Wars? Ya lo probamos y te tenemos la respuesta en nuestra reseña.
Tomando la esencia de lo clásico
Como ya quedó claro, Wargroove toma prestadas varias mecánicas de Advance Wars. Si jugaste alguno de estos juegos de Intelligent Systems ya tienes idea de qué se trata. En caso de que no lo hayas hecho, te contamos que son títulos de estrategia por turnos en el que mueves a tus unidades en un mapa con cuadricula. Además de atacar a tus enemigos, debes mover tus piezas de tal manera en la que conquistes los puntos del escenario que generan recursos y de este modo poder crear más unidades.
Es importante evitar confusiones, por lo que de una vez diré que Wargroove no es una calca de Advance Wars. Los creativos de Chucklefish querían hacer un juego que se sintiera propio y lo lograron con la inclusión de nuevos sistemas y características.
"El elemento más importante en el combate de Wargroove está en los golpes críticos"
Desde el inicio de la primera batalla en Wargroove los veteranos de Advance Wars notarán una enorme diferencia: los comandantes tienen un rol activo en la batalla. Esto significa que cada jugador cuenta con una unidad especial, la cual no sólo es más poderosa que el resto, sino que cuenta con una habilidad especial ―llamada Groove― que puede cambiar el ritmo del combate al curar a sus aliados; invocar unidades o permitir 2 acciones en un turno, sólo por poner ejemplos. Al inicio, es fácil pensar en los comandantes como el equivalente a las Reinas en el ajedrez, pero debes verlos como algo más preciado ya que perderás la partida si mueren.
La existencia de los comandantes agrega un interesante factor de riesgo y recompensa a Wargroove. Se trata de una de las unidades más poderosas que puedes conseguir y las tienes desde el inicio de cada partida, pero también son las más importantes. De este modo, puedes decidir si aprovechas a tu comandante al máximo con una estrategia ofensiva o si prefieres un enfoque conservador en el que no lo arriesgues de más.
El elemento más importante en el combate de Wargroove está en los golpes críticos. A diferencia de otros juegos de estrategia, aquí no necesitarás un poco de suerte en el momento exacto para ejecutarlos. De hecho, tú serás responsable de hacerlos realidad. Me explico: cada tipo de unidad cuenta con condiciones que, cuando se cumplen, garantizan un golpe crítico. Por ejemplo, los arqueros lo consiguen al disparar sin moverse de la casilla en la que iniciaron el turno; por su parte, los espadachines lo hacen cuando están cerca de su comandante. Es algo que añade una capa de profundidad, al darte otra razón para mover a tus soldados a ciertos espacios.
Uno de los puntos donde siento que Wargroove flaquea son los tipos de unidades. Como mencioné, existe un buen balance y, aunque hay unas más poderosas que otras, no hay un tipo que te garantice la victoria. Mi problema es que la variedad es muy pequeña y veo como una oportunidad perdida que no se aprovechara la existencia de varias facciones para presentar tipos de soldados especiales y exclusivos. En la campaña esto no es un problema, pero hubiera logrado hacer que el multijugador fuera más interesante con esta pizca de variedad.
Por lo general, los combates dentro de Wargroove duran poco más de 30 minutos, pero hay ocasiones en las que puedes pasar hasta 1 hora en el mismo escenario. Afortunadamente, las batallas tienen un ritmo impecable que las divide en varias fases. En cada una estarás concentrado en diferentes elementos del juego como conseguir aldeas para generar recursos; ordenar a tus unidades o atacar.. Gracias a esto, nunca se siente como si las peleas se extendieran más de lo necesario.
Es un hecho que Wargroove está lejos de ser el juego de estrategia más hardcore y complicado en el mercado. Elementos que dan gran sabor al género están ausentes y de hecho se antoja difícil que entonaran de manera correcta con su propuesta. Sin embargo, en muchas ocasiones Wargroove es una experiencia desafiante e incluso te llegará a frustrar cuando el enemigo te sorprenda y te gane en los momentos finales del combate.
Afortunadamente, hay un sistema de dificultad personalizada que te permite decidir qué tan casual o difícil quieres que sea al modificar parámetros como la cantidad de recursos generados; el porcentaje de daño recibido o el tiempo que toma cargar un Groove. De este modo, es un juego accesible para jugadores de todo perfil.
Una historia simple
El modo principal de Wargroove es su campaña, la cual nos lleva por más de 30 misiones que se dividen en 7 actos. En ella seguimos la historia de Mercia, joven que se convierte en la reina de Cherrystone tras la trágica muerte de su padre. Desafortunadamente la vida la lleva por un camino en el que tiene que luchar contra un poderoso enemigo y de paso intentar vengar la muerte de su padre.
La historia de Wargroove es muy trillada y queda claro que no es nada más que un pretexto para conectar los misiones. Sus hechos son muy sencillos y es muy probable que llegue el punto en el que ni siquiera te importe lo que está pasando y que tu mente sólo esté ocupada pensando en nuevas estrategias.
Afortunadamente, la narrativa de Wargroove se sostiene gracias a sus entrañables personajes y su buen guion. Aunque su duración es insuficiente como para que te encariñes con los habitantes de Cherrystone, lo más probable es que la mayoría te caiga bien por su comportamiento.
Toda la historia se cuenta por medio de cortas escenas en las que vemos a los protagonistas intercambiar unas cuantas lineas de diálogo antes y después de cada combate. Es una manera efectiva de contarla, por lo que es una lástima que no sea un poco más compleja.
La campaña no lo es todo
Para evitar que Wargroove sea un juego que deseches tras terminar su campaña, Chucklefish preparó otros modos de juego que te harán disfrutarlo por varias horas más. Para mi sorpresa, algunos de los mejores momentos que pasé con Wargroove fueron aquí.
Mi favorita fue el modo Puzzle, en el cual la misión es vencer al enemigo en un solo turno. De este modo tienes que eliminar al comandante rival o derrumbar su base con un montón de límites. Lo mejor es que además de ser un reto enorme que se siente fresco, también te obliga a analizar la situación y aprovechar al máximo todo lo que tengas a tu disposición.
Otro punto por el que destaca es porque ayuda a entender las mecánicas de Wargroove a mayor profundidad, lo que será útil en otros modos. Cabe mencionar que encontré más de una solución a algunos de los problemas, por lo que si tiene cierto grado de rejugabilidad.
Por otro lado, tenemos Arcade, lugar donde cada comandante de Wargroove enfrentará una serie de 5 oponentes. Realmente no hay mucho que decir al respecto, puesto que las mecánicas del juego siguen igual y sus niveles bien podrían haber sido parte de la campaña. Me gustó que la manera en la que está estructurado recuerda mucho al Arcade de juegos como Street Fighter. Con esto se obtiene una experiencia con un sabor diferente.
En caso de que el contenido creado por Chucklefish te parezca poco, debes saber que Wargroove, cuenta con un robusto editor. Se trata de una herramienta que, de manera sencilla, te permite crear escenarios usando todos los elementos del juego. Quienes no son creativos pueden descargar un montón de mapas y campañas hechos por la comunidad. A días de su lanzamiento ya hay varias ideas geniales en los servidores de Wargroove, lo que da la sensación de que tendrás cosas que jugar hasta que te aburras.
La magia del pixelart
Visualmente, Wargroove es un proyecto atractivo gracias a su pixel art de alta resolución. Cada uno de los personajes que diseñó Chucklefish cobra vida con sprites detallados que lucen increíbles y llenos de personalidad. Además cuentan con una variedad de animaciones que logran reflejar su personalidad. A todo lo anterior se suma a varios detalles visuales ―como que las unidades caninas no mueren, sólo escapan― que arman un conjunto adorable.
La banda sonora de Wargroove es cumplidora y nada más. Se trata de una colección de un manojo de canciones que no desentonan con la acción que hay en pantalla. Quiero destacar que, aunque las partidas duran varios minutos, la música nunca se vuelve repetitiva. Así pues, hace justo lo que debe hacer: acompañarte en tu aventura sin romper la inmersión. En donde brilla el apartado sonoro es en los efectos de audio. Sin apostar por el realismo, los sonidos que existen en los menús; el combate; el choque de armas y las animaciones de movimiento resultan realmente satisfactorios.
¿Un digno sucesor de Advance Wars?
Estoy seguro de que no soy el único que lo piensa, pero creo que Wargroove es a Advance Wars lo que Stardew Valley es a Harvest Moon. Es decir, un juego que toma lo que hizo de la saga de Nintendo un clásico de culto y le inyecta un poco de sabor único para poder sostenerse por sí mismo. Wargroove no sólo destaca por la inmensa sed que hay por un nuevo Advance Wars sino que genuinamente es un juego divertido con la personalidad suficiente para atraer a nuevos adeptos.
Debo aceptarlo, Wargroove tiene algunos problemas. De hecho, son el motivo que lo aleja de ser el grandioso juego de estrategia que pensé que sería; sin embargo, sería injusto castigarlo por eso. En realidad, es una sólida experiencia que tiene mucho que ofrecer y que dejará satisfechos a quienes la han estado esperando. Sólo espero que en una futura entrega ―la cual se antoja inevitable― se puedan corregir estos detalles.
"Creo que Wargroove es a Advance Wars lo que Stardew Valley es a Harvest Moon".
Wargroove es altamente recomendable para quienes estén poco familiarizados con los juegos de estrategia, pero que quieran dar sus primeros pasos en el género. Además, les agradará a los fans de sagas como Advance Wars o Fire Emblem, aunque es probable que les quede un poco a deber si llegan con expectativas exageradamente altas.
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