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Siempre es un tema delicado el que un desarrollador anuncie el reboot de alguna franquicia de culto; nuestros corazones se detienen y recibimos con escepticismo cualquier avance que se presente. Este fue el caso de Thief, que desde su anuncio en 2009, provocó protestas de una comunidad tan apasionada que, incluso actualmente, continúa modificando la entrega original. Después de 16 años de su creación, recibimos el reboot de uno de los juegos más importantes en la industria, pilar del género que engendró por cuenta propia, directamente de la mano de Eidos Montreal, quien anteriormente logró la misma hazaña con Deus Ex. Sabemos que se trata de un desarrollador de acción que toma riesgos.
Esta nueva edición de Thief es una aventura en primera persona en la cual el jugador controlará a Garrett, el famoso Maestro Ladrón, quien usará su ingenio y agilidad para escabullirse entre las sombras, evitando ser descubierto por las diferentes facciones hostiles, y para adquirir cualquier cantidad de objetos valiosos que se encuentran esparcidos en The City, una ciudad gótica con tintes místicos. Nuestro protagonista se verá envuelto en una serie de misterios y situaciones sobrenaturales después de una incursión fallida con Erin, una arrogante ladrona que intenta seguirnos los pasos y que nos considera su mentor.
En apariencia, Erin parece muy joven e inexperta; sin embargo, es muy hábil, razón por la que actúa de manera tan soberbia. Esto contrasta con Garrett, pues él es un personaje que calcula cada situación con el fin de eliminar riesgos innecesarios. Esta fricción entre ambos ―que asemeja una pelea entre hermanos― da pie a la serie de sucesos en los que se verá envuelto Garrett. Así pues, durante una discusión, descubren un culto que practica sus rituales con un artefacto misterioso; enseguida, un accidente arroja a Erin al núcleo de energía brillante y Garrett es descubierto por los guardias.
La narrativa e historia de Thief deja mucho que desear. Muchos de los objetos importantes que mueven la trama no son explicados con suficiente profundidad, situación que causa confusión en el jugador y lo que es peor, que no se sienta motivado a continuar el juego debido a ello.
Por otro lado, los personajes son planos y parecen clichés de un sinfín de géneros. Por ejemplo, un antagonista de Garrett descarga su ballesta en el rostro de uno de sus lacayos por el simple hecho de ser una mala persona. Pero el problema no termina ahí; incluso el protagonista se percibe sin motivaciones en la vida, ni la visita a Basso uno de sus contactos en The City en la que se entera de que ha estado 1 año desaparecido provocan una reacción en Garrett, no vemos que tenga un verdadero interés por estos acontecimientos.
Las fallas en los personajes son notorias durante las secuencias cinemáticas que dividen las secciones del juego. Se aprecian carentes de inspiración y con un serio problema en el conteo de cuadros por segundo. Por si fuera poco, el departamento de sonido es descuidado; en numerosas ocasiones se aprecia una pérdida en el sonido al cambiarse de un cuarto a otro, y durante los cortos cinemáticos la mezcla está mal hecha. No es posible que el sonido ambiental sea más audible que los diálogos del personaje principal.
En cuanto a los controles, debes saber que en todo buen título de sigilo, es indispensable la reacción de éstos. En el caso de Thief, el diseño del esquema es deficiente. Resulta que está diseñado bajo la premisa de que un botón mágico llevará a cabo todas las acciones contextuales; de esta manera, el comando ejecutará las acciones pertinentes como, robar, saltar, escalar, abrir, cerrar, ver, bajar, abrir cerraduras, etcétera. Es una pena que con un mando con tantos botones disponibles se haya decidido emplear sólo uno para la mayoría de las acciones.
Otro de los elementos en los que se aprecia la carencia de creatividad son los artefactos que manipula Garrett. A pesar de que son variados, están mal aprovechados especialmente las flechas. El protagonista tiene a su disposición 2 tipos de herramientas: gadgets que lo ayudan en tareas específicas y diferentes flechas para su arco. En el caso de los primeros, otorgan un par de ventajas a Garrett; por ejemplo, los Wirecutters sirven para desactivar trampas; la navaja, para cortar cuidadosamente pinturas valiosas del marco en el que se encuentran, y el Blackjack es para golpear enemigos (aunque también existen otros artefactos que cumplen una función específica).
En general, estas herramientas son empleadas la mayor parte del tiempo y algunas deberás comprarlas con todas las monedas y demás objetos valiosos que adquieres conforme avanzas. De esta forma es como abres caminos alternos durante las misiones y en The City adquieres más botín. Sin embargo, el hecho de comprar objetos para llevar a cabo las tareas contradice una de las líneas iniciales de Garrett que dice: ¿Cuándo he pagado por algo?
En cuanto a la variedad de flechas disponibles, están las despuntadas que sirven para romper objetos o activar dispositivos a distancia; o las que cuentan con punta para dañar enemigos; las que tienen cuerda para escalar lugares inalcanzables; las explosivas; las que aturden enemigos y con agua. En conjunto, son un recurso valioso para ejecutar con soltura las misiones como Maestro Ladrón y la variedad es satisfactoria. Es posible que distraigas a los enemigos e incluso los deshabilites durante tiempo limitado. Igualmente, podrás eliminarlos y crear espacios oscuros para esconderte mediante el uso de las flechas de agua, que también sirven para apagar las antorchas ubicadas en las paredes.. En contraste, la flecha con cuerda solamente es usada en lugares muy específicos, lo que limita su utilidad.
Por otro lado, Garrett cuenta con un par de trucos bajo la manga. Es posible mejorar algunas de sus habilidades con dinero, con lo que podrás hacer más fuerte su arco, recibir daño reducido y tener mayor velocidad para abrir cerraduras. Adicionalmente, puedes comprar otro tipo de artefactos que mejorarán tus atributos, como más salud, capacidad para cargar flechas y habilidades como detección reducida de los enemigos o documentos con los que obtendrás descuentos en la tienda.
El arma final de Garrett es el Focus. Se trata de un recurso que adquiere después de su accidente inicial y le da la habilidad de ver con más precisión los lugares de interés; al activarlo, los lugares donde puede interactuar, los enemigos y demás amenazas resaltarán con un tinte azul. Adicionalmente, puedes adquirir habilidades que sólo usarás durante este modo, por ejemplo reducir el ruido que hace, vaciar bolsillos más rápidamente y gastar menos de este recurso que no se regenera automáticamente. En efecto, se trata de algo valioso.
Todo lo anterior únicamente facilita tu vida como ladrón. En lo personal, considero que abusar de esos beneficios es hacer trampa en un juego en el cual la mejor experiencia se obtiene al intentar sobrevivir con una limitada cantidad de recursos , a la vez que usas tu ingenio para sortear todos los desafíos. No obstante, cada quien tiene su manera de jugar, así que estas características puede ser positivas para otros jugadores.
En cuanto al área de juego, es decir, el lugar en el que podrás emplear todas y cada una de las habilidades de Garrett, es preciso decir que posee un diseño lineal de niveles. The City funge como hub principal de misiones. En este lugar deberás encontrar el mejor camino para llegar a la siguiente zona, ya sea el inicio de una misión de la historia principal o para encontrarte con tus contactos con el fin de iniciar submisiones y comprar más recursos.
The City es una ciudad que nos recuerda a un Londres de la época victoriana. La ambientación está muy bien cuidada y enseguida te sentirás parte de los problemas de la urbe. Por una parte, lamentamos que se haya perdido un poco de la esencia steampunk del título original; sin embargo, el trabajo de Eidos Montreal al crear esta nueva ciudad es admirable. El trabajo de ambientación está muy bien logrado, pues dentro de The City también hay problemas políticos y religiosos, así que serás testigo del avance y el impacto en la ciudad de las diferentes facciones que la habitan.
Incluso fuera de The City, la presencia de Eidos Montreal se hace notar en cada una de las misiones principales. Recorrerás diferentes locaciones: mansiones, ruinas olvidadas, prisiones destruidas y hasta un hospital mental en el cual el enfoque del juego se transforma completamente y entrega por partes, un juego de terror. El diseño visual es simplemente asombroso.
Por otra parte, el diseño lineal de los niveles deteriora la experiencia de juego, pues no existe un concepto de gran libertad, por lo que será imposible escalar todos los techos o colgarse de las fachadas de los edificios. Todo está finamente delineado para que sea evidente desde dónde es posible saltar o escalar y, sobre todo, siempre hay una única ruta a la siguiente etapa del nivel. En resumen, al jugador se le presenta una pequeña escena delineada donde lo único que haces es elegir entre izquierda o derecha.
La naturaleza de Garrett es obtener todo lo que no le pertenece. El problema ocurre cuando no hay gran contexto para hacerlo, pues las piezas de oro y objetos de valor simplemente están regados a lo largo del mudo sin objetivo aparente. Es una lástima ver a Garrett como un simple ladronzuelo, situación que contrasta con otra de sus líneas iniciales: "No es cuánto robas, sino qué robas".
A pesar de sufrir en diferentes departamentos, estamos felices de anunciar que Thief, de Eidos Montreal, es un digno exponente del género del sigilo, que vive a la altura de las expectativas de la entrega original de 1998. La calidad de la experiencia es única. Simplemente hay que ser honestos: Thief: The Dark Project es una joya única que no podrá ser replicada, sin importar cuánto se esfuerce el mundo; es injusto compararla únicamente sobre la base de la nostalgia.
La cualidad de este título es otorgarnos la experiencia de ser un maestro ladrón de la talla de Garrett y evadir a toda costa a los guardias que abundan en los niveles. La sensación de peligro está presente en cada momento debido a que asumes el papel de una persona muy vulnerable; el combate no es una opción, así que deberás usar tu ingenio y combinarlo con las herramientas disponibles y avanzar sigilosamente.
Así pues, Thief requiere mucha paciencia; posiblemente necesites 1 hora o más, para pasar cada misión debido a que deberás moverte con mucha cautela, estudiar el comportamiento de los enemigos y decidir el mejor curso a seguir. Generalmente, tienes 2 opciones para avanzar: adoptando totalmente la disciplina de las sombras y evadiendo a los guardias o siguiendo la senda del oportunismo, que implica utilizar los recursos del mundo, como superficies que puedes prender en llamas para atraer la atención, rompiendo un contenedor de vidrio con ayuda de las flechas despuntadas para así distraer a los guardias o robando a espaldas de los enemigos, todas labores sumamente satisfactorias.
Existe un tercer camino, que es el menos recomendable: la violencia. Tienes la oportunidad de eliminar a los guardias sorprendiéndolos por la espalda y llevar a las sombras su cadáver y hacer lo mismo con los habitantes de The City. Las flechas sirven para eliminar un par de enemigos a distancia, pero hay que tener en cuenta al resto, porque pueden ser alertados por el cuerpo sin vida, así que es importante ser rápido en esas situaciones. Por último, contamos con el BlackJack, que es un mazo de madera para dañar a los enemigos, una herramienta insignificante que realmente no puede ser considerada un arma, porque es prácticamente imposible librar un combate. Lo mejor, en todo caso, es huir y replantear la situación.
El cuidadoso diseño de los niveles únicamente incrementa la inmersión, pues hay peligros latentes en todas partes: desde pedazos de cristal en el suelo que hacen ruido cuando los pisamos hasta animales que se asustan y gritan alertando a los guardias. Incluso es posible ser detectado si se falla durante la secuencia de abrir cerraduras; aquí deberás encontrar el punto exacto para ajustar los cilindros y lograr abrirte camino al brillante tesoro. Los minutos finales del video que ilustra esta reseña muestran lo anterior: nos encontramos abriendo la cerradura y fallamos, lo que alertó a un cuervo que se percató de nuestra inhabilidad y emitió un grito; por fortuna, nadie más escuchó, pero fue una gran sorpresa encontrar al emplumado a nuestro lado.
Thief te da la oportunidad de configurar la experiencia para hacerla lo más old school posible. Puedes modificar diferentes parámetros de la interfaz visual y apagar los indicadores de waypoints, el brillo de los objetos que se pueden levantar, y disminuir las alertas de los enemigos y los animales para aumentar el nivel de inmersión. Esto permite crear un nuevo modo de juego, el famoso Iron Man, un reto personal que deberás emprender alguna vez en tu vida.
En resumen, la experiencia de Thief llega cuando comienzas a calcular la situación justo como lo haría el maestro ladrón. Nos sorprendió la calidad que Eidos Montreal consiguió plasmar este año, a pesar de toda la opinión negativa previa a su lanzamiento; me incluyo dentro de la minoría que alzó su voz para reclamar el sacrilegio de llevar a la nueva generación un clásico. Sin embargo, una vez que la pésima historia y los personajes secundarios quedan fuera de la ecuación, estamos ante un muy excelente título de sigilo que hace honor a una de las mejores franquicias en la industria. Sin duda, opción ampliamente recomendable que no debes dejar pasar.
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