Pocas franquicias de películas pueden prometer acertijos tan macabros y elaborados para un juego como la saga de SAW, y ahora la tortura que encontrarás en SAW II: Flesh & Blood será muy diferente a la que esperas.

El juego, como es obvio, está basado en la serie de filmes SAW, en los que un asesino apodado Jigsaw somete a sus víctimas a sádicas pruebas en las que es posible que pierdan la vida; a lo largo de la historia todo es un reto para que logren escapar y recuperar su libertad.

En esta ocasión tomarás el papel de Michael, el hijo del detective David Tapp (que en las películas es interpretado por Danny Glover). La trama se desenvuelve alrededor de la investigación de Michael sobre la muerte de su padre, y mediante pistas encuentra archivos y grabaciones referentes a la forma en que el detective enfrentó las pruebas de Jigsaw y al avance en su investigación los asesinatos cometidos por este criminal.

El juego está repleto de acertijos y minijuegos que desafortunadamente se repiten incontables veces (si tengo que volver a alinear unos cables para abrir una puerta, alguien realmente saldrá lastimado), incluso aquellos que parecen especiales en algún momento, como un sujeto atado de manos con una reja metálica en la cabeza, cuyo objetivo es matarte para recuperar su libertad. Está bien que varias trampas sean las clásicas de las películas y merezcan recordarse un par veces, pero tener que superarlas de una manera tan repetitiva es un defecto grave.

Los acertijos tienen diferentes niveles de dificultad, pero son o sumamente fáciles o no se te explica de qué manera debes resolverlos. Algunas de las instrucciones que Jigsaw te brinda son inadecuadas, y tal vez en una película el argumento sea que los acertijos no deben solucionarse o que son una prueba más, pero tener las indicaciones erróneas en un juego no es divertido.