El año pasado fue de transición para la serie PES y aunque el juego mejoró su aspecto de manera sustancial, varios elementos tradicionalmente magníficos de la jugabilidad sufrieron. Pero con la nueva iteración, finalmente regresa como una saga competitiva, con identidad y divertida, sin compromiso para sus valores tácticos. Desde luego, la visión todavía requiere trabajo, pero ya es un producto más consolidado.

Pero primero lo primero. Me complace mucho confirmar que la presentación estética del título es excelente, desde los menús hasta la cancha. Por mucho tiempo, encontré la interfaz de PES avejentada, con un aire que más parecía de juego de peleas de fines de los 90 que de título de futbol actual. PES 2015 es la primera entrega de la franquicia donde entra en escena la rama europea de diseño y se nota.

Me complace mucho confirmar que la presentación estética del título es excelente, desde los menús hasta la cancha

Tanto el panel de control principal como los submenús adoptaron una limpia estructura con mosaicos, atractiva y, en general, fácil de navegar, aunque no siempre la más directa. Desafortunadamente, en casos como el del nuevo modo myClub o la Master League, prevalece una inclinación por las cajas de texto saturadas de párrafos o decenas de estadísticas que no encuentro ideal; sin embargo, prefiero el aspecto actual que el de la generación pasada, especialmente la interfaz de 2014 que denotaba falta de tiempo.

El aspecto es muy bueno, pero como dije antes, la lógica deja que desear. Me refiero a que muy a menudo sientes que te podrías haber ahorrado 2 o 3 pasos para una tarea administrativa del equipo, si hubieran creado un atajo con una función o un botón en cierto menú. No es algo grave, pero obliga a dar vueltas innecesarias. Ejemplo: la gaceta del club dice que hoy hay partido. Das clic sobre la ventana y puedes ajustar la táctica, pero no saltar directo al cotejo. Tienes que regresar 2 menús para empezar el partido. O das clic en la función Avanzar en el tiempo, pero no basta, pues debes oprimir un segundo botón que dice Siguiente, sin que sea evidente el por qué de esa segunda acción.

Sobre la cancha, PES 2015 despliega los mejores gráficos para un título de futbol y no le pide nada a líderes en la materia, como la serie NBA 2K. La atmósfera en eventos como la UEFA Champions League o la Copa Santander Libertadores resulta muy inspiradora, con bengalas ardiendo en el graderío, papelitos por el aire y todo eso a lo que la serie ya nos tenía acostumbrados, pero que ahora tiene un aspecto digno de PlayStation 4 y Xbox One. A veces, los colores se exceden un poco en cuanto a brillo, pero el balance final desde el frente del aspecto es muy bueno.

PES 2015 es de esos juegos donde poner la repetición y apreciar a cámara lenta las arrugas en las camisetas o la expresión de los jugadores al anotar o fallar, es un auténtico deleite. Queda claro, entonces, que el motor FOX de Metal Gear Solid constituye una herramienta sumamente versátil. Hasta ver al público es interesante, porque los modelos de los aficionados no se repiten a menudo.

También es evidente que PES 2015 incorpora más animaciones, lo que se traduce en la movilidad más flexible de la que la franquicia ha gozado en su historia. Los mandos resultan casi siempre responsivos y el comportamiento del esférico es muy superior al del año previo.

El comportamiento del esférico es muy superior al del año previo

Dicho eso, todavía hay pequeños problemas. Los tiempos de respuesta no son perfectos y, a veces, te sientes atorado en una animación que no concluye lo suficientemente rápido, mientras que en otras, el sistema no distingue bien a qué jugador quieres pasar el balón y termina poniéndolo en el lugar incorrecto. Estas instancias no son lo suficientemente frecuentes como para volver la experiencia irritante, pero son reales y afloran especialmente en modos en línea donde, por mínima que sea, existe una pequeña dosis de latencia.

Por otro lado, está la inteligencia artificial y, en mis sesiones de juego, ni una vez hubo errores con el portero, cosa que sí había ocurrido en probadas preeliminares, mientras que casi todas las veces, mis compañeros se movían hacia donde yo lo necesitaba. Los pases filtrados, desde mi punto de vista, resultan un poco inconsistentes ―a veces, rozas el botón y aun así el jugador pone un pelotazo inalcanzable y en otras, falta fuerza―. Pero la experiencia como tal es muy satisfactoria.

Pasando a los modos, la gran novedad en PES 2015 es myClub. Se trata de la respuesta de Konami a populares alternativas de juego actuales donde el usuario crea un club desde cero y que, en este caso, arma con 2 divisas diferentes: una 100% in-game (Game Points) y otra mixta (Monedas myClub), que también puede adquirirse con dinero real.

Quienes están familiarizados con este tipo de modelos, de inmediato advierten elementos reconocibles. La idea en myClub es fichar jugadores que compaginen entre sí y con el entrenador, reparando siempre en los contratos que, si se agotan, como en el mundo real, impiden que un futbolista o coach siga participando.

Como usuario, acumulas puntos haciendo prácticamente cualquier cosa offline u online y con eso, fichas nuevos elementos o directores técnicos, quienes dictan el estilo del equipo. Además, a mejores agentes y directores técnicos, mejores jugadores puedes contratar.

Hubo cosas que me gustaron de myClub, como el hecho de que sentí que no me obligaba tan enfáticamente a desembolsar dinero real para avanzar, pues los Game Points son fáciles de acumular. Y, por supuesto, la frescura que imprime a PES por tratarse de una lectura distinta a algo ya conocido.

Me desagradó, por otro lado, lo críptico y saturado de las tablas estadísticas y de estilo, que hacen poco por agilizar la lectura general de los jugadores y el técnico. En otras palabras, el diseño de la modalidad es estético, pero no suficientemente intuitivo o práctico.

Afortunadamente, puedes decirle al sistema que cree la alineación con mejor espíritu en automático y el nivel de compaginación general se ilustra con manchas de temperatura sobre el pizarrón táctico. Si tu equipo tiene áreas calientes (rojas) es que ahí hay buenos vínculos.

Otro detalle que sentí un poco extraño fue que para fichar jugadores, debes contratar primero representantes y no da la impresión de que tengas control total sobre el tipo de jugador que deseas en ningún momento. Para ser justos, en otros modos similares, el concepto de "sobre" alude a una dosis de azar, pero también te dan herramientas alternas para hacerte con ese delantero estrella o defensa de hierro específico que tú quieres.

Aquí, tienes que contratar un representante con cierta especialización (jugadores jóvenes, europeos, delanteros, etc.), y estar seguro de que éste se especializa en el futbolista que necesitas y, al momento de usarlo, aparece lo que, a falta de un mejor término, es una ruleta con balones. Si tienes suerte, se detendrá en una pelota de oro y eso significará que fichaste a un buen futbolista y si no, te darán uno mediocre.

Para jugadores específicos, hay fichajes a préstamo, pero la lista de jugadores a cesión la dicta el sistema con un número limitado de futbolistas a cada momento, así que si buscas a Xavi Alonso y ahí está, ¡excelente! pero si no, ¡mala suerte!

Como primer intento, myClub es un modo fresco e interesante, pero hay que pulirlo más porque aunque muy profundo, todavía se siente también poco intuitivo en ciertas áreas y muy rígido en otras. Es de subrayar también que este tipo de modalidades demandan semanas de dedicación para arrojar los resultados más interesantes ―de ahí el atractivo de invertir dinero real para acelerar las cosas― entonces toma esto como un vistazo general. Sería interesante poder dedicarle tiempo sólo a este modo a futuro y ver qué resultados se obtienen cuando ya fichaste entrenadores de gran envergadura.

La Liga Máster y Ser una Leyenda siguen presentes y en el caso de la primera, existe la novedad de contratar scouts a fin de hallar promesas a desarrollar a un costo accesible y no depender de jugadores galácticos que tienen un precio de $25 MDD y sangran tu presupuesto. El concepto como tal no es innovador, pero sí muy bienvenido a esta modalidad. Y ambas, tanto la Liga Máster como Ser una Leyenda, se benefician ampliamente de la nueva presentación para algunas áreas ―como el calendario―, para las herramientas de personalización física y también para las pausas cinemáticas cuando te ficha un nuevo club o respondes al llamado de tu selección. Antes estos paréntesis eran desangelados, reiterativos y largos, ahora son breves y elegantes. Debo mencionar que algunas tareas administrativas podrían ser más ágiles pero, en general, la experiencia y aspecto de ambas modalidades es más atractiva.

En el lado táctico, el esquema de PES sigue siendo el más completo, pero este año añadieron una herramienta que permite agilizar las cosas en caso de que no quieras pasar 10 minutos moviendo a cada jugador 10 milímetros a la derecha o a la izquierda, que son las opciones simples. Ahí puedes decir a tu escuadra rápidamente si deseas jugar al contragolpe con pases cortos, presionando al centro, protegiendo la pelota, etcétera, y el sistema acomoda lo demás consecuentemente. Antes esto estaba inmerso en las extensas tácticas predefinidas, es decir, ahora tenemos una aproximación más directa.

Además de esto, está la opción de jugar partidos como DT, contemplando una pizarra táctica que refleja los acontecimientos en tiempo real. Esto le da una dimensión totalmente distinta al juego y será el nirvana para los puristas de la estrategia.

PES 2015 es la mejor iteración de la serie en mucho tiempo

Por lo que compete a Online y al margen de myClub, tuve la opción de probar lo tradicional: partidos amistosos, divisiones en línea, así como los campeonatos y el modo 11 Vs. 11 aunque, en general, hay poca gente en los servidores de esta modalidad.

Es extraño, pero la impresión que me llevé de la experiencia conectada general fue que había muy poco aforo. Por lo mismo, concertar partidos con restricciones de paridad en cuanto a equipos resultó difícil incluso cuando el título ya había salido a la venta. Ya dentro de un cotejo, existe relativa estabilidad ―también depende de la conexión―. Y una idea refrescante y original es la del control de roles que permite a un usuario controlar a la delantera, mientras otro maneja a los mediocampistas, y uno más a la zaga y al portero. Esto hace los encuentros cooperativos más estratégicos, pero no tan monótonos como pueden llegar a serlo los colectivos donde eres, digamos, solamente un defensa.

Una idea que nos hubiera encantado probar, pero que se quedó sólo en eso: idea. Desde que acudí a Manchester a ver el juego, Konami habló mucho de la implementación de un sistema que actualizará el título para que se ajuste con la realidad en el desempeño de jugadores y equipos, pero aun cuando el título ya estaba a la venta, dicha función todavía no entraba en operación, aunque resulta muy atractiva.

Por el lado del audio, la diferencia entre PES 2015 y sus antecesores es que casi todos los temas son licenciados, en vez de la clásica melodía genérica. Esto inyecta mucha identidad y un anhelado aire de modernidad a la atmósfera, pues ahora escuchas a Calvin Harris, a Imagine Dragons o a Linkin Park. Obviamente, aquí entran en juego sus gustos personales, pero considero que esto es preferible.

Jugué el título con narraciones en inglés y en español de México y, la verdad de entre esos 2, los comentarios de Martinoli y Luis García siguen siendo los que tienen más actitud, aunque a veces se repiten con excesiva frecuencia.

Y para el final dejamos el tema de las licencias. La palomita va para la reaparición de la primera división de Brasil y Argentina, y a mencionar también está el asunto de las segundas divisiones, como la de España. Pero todavía hay omisiones importantes, como la liga inglesa que salvo por el Manchester United, es un compendio de jugadores reales con uniformes y nombres extraños, y en las selecciones siempre será desconcertante y triste no poder jugar con México, por ejemplo. Pero ni hablar, me consta que Konami se esfuerza todos los años al máximo por mejorar esta situación que siempre pasa factura alta a la inmersión, a no ser que a ti te guste más la táctica que la autenticidad como tal.

Para redondear, PES 2015 es la mejor iteración de la serie en mucho tiempo y aunque todavía no llega al punto ideal, traza el camino a seguir para arribar a esta generación, lo que es mucho decir cuando reparamos en lo confuso que resultó para la saga el ciclo pasado de sistemas. Me encantó el concepto del juego en general, pero también es un título que se disfruta mucho sobre la cancha, a pesar de algunos detalles.