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Like a Dragon, la franquicia antes conocida como Yakuza, está viviendo uno de sus mejores momentos. Tras ser una serie de nicho por casi una década, los memes y el boca en boca permitieron que cada vez más personas le dieran una oportunidad y se enamoraran.
Justo cuando su popularidad alcanzó uno de sus puntos más altos, RGG Studios tomó una atrevida decisión: cambiar la serie casi por completo. No sólo presentando a un nuevo protagonista, sino también dejando atrás el estilo beat em up para transformarlo en un RPG. El resultado fue un juego lleno de carisma, pero con mucho espacio por mejorar.
Ahora, con Like a Dragon: Infinite Wealth, la franquicia tiene la oportunidad de alcanzar nuevas alturas. Si bien todavía le queda un amplio camino para madurar por completo, nos entrega un RPG fantástico que pone a Yakuza como una de las grandes series del género.
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Un RPG lleno de diversión y mucho corazón
Like a Dragon: Infinite Wealth toma las bases de Yakuza 7, y hace un esfuerzo por mejorarlas y llevarlas al siguiente nivel. En otras palabras: abandona el estilo de acción clásico de la saga para entregarnos una aventura RPG que tiene un sabor como pocos, gracias a su carisma, humor, narrativa, diversión e inmenso corazón.
Pero, ¿qué es lo que mejora Infinite Wealth para llegar al siguiente escalón? Uno de los principales cambios está en su sistema de combate, el cual mantiene las bases, pero hace algunos ajustes para explotar sus fortalezas. Si jugaste Yakuza 7 sabes que había una enorme disonancia jugable en su sistema de combate al premiar la posición de tus personajes, pero sin darte la habilidad de moverte. Para Infinite Wealth las cosas cambiaron y ahora cada personaje puede moverse por una pequeña zona que se marca con un círculo debajo de él. A esto se suma que algunos ataques serán más o menos efectivos, dependiendo de la distancia a la que estés de los rivales.
Este cambio todavía no hace perfecto el combate, pero de eso hablaremos más adelante. Ahora lo importante es decir que gracias a esto el sistema es más maduro y congruente con lo que presenta al jugador y lo que pide del mismo porque le permite diseñar estrategias que aprovechan al máximo las habilidades de los personajes y, al mismo tiempo, se aprovechan los elementos del ambiente, así como la sinergia entre los miembros del equipo. Gracias a esto podrás crear combos entre personajes que tienen una buena relación o simplemente lanzar a los enemigos hacia un explosivo y crear un daño inmenso.
Tampoco creas que Like a Dragon es una serie de peleas por turnos así sin contexto, y es que una de sus fortalezas está en su narrativa. En la distancia, puede parecer que Yakuza es una franquicia llena de testosterona protagonizada por hombres musculosos que tienen más ganas de pelear que sentido común. Parte de eso último es verdad, pero esa es sólo una fachada que esconde una serie que explora emotivas historias desde una perspectiva de vulnerabilidad y empatía, por medio del humor y un contexto criminal. Ichiban y Kiryu no son héroes inquebrantables, son humanos con un corazón de oro.
Así pues, Infinite Wealth no desperdicia la oportunidad y nos cuenta una historia intensa y hasta desgarradora por momentos, pero siempre esperanzadora. Todo empieza cuando Ichiban debe viajar a Hawái para encontrarse con su madre por primera vez, y poco a poco su búsqueda se convierte en un conflicto que alcanza otras dimensiones e involucra varias esferas de poder. Todo mientras sufrimos por Kiryu, quien enfrenta al cáncer y se prepara para decir adiós. Esto sin contar que presenta a nuevos personajes con un carisma increíble que se ganan a pulso un lugar dentro del grupo de Ichiban.
No daremos detalles porque sabemos que odias los spoilers, pero la historia es fenomenal. El arco de Ichiban nos lleva por una historia con giros y fantásticos personajes; justo a lo que nos tiene acostumbrados la franquicia. Mientras que el tema de Yakuza 7 fue tocar fondo y regresar a la cima, Infinite Wealth es sobre reformarse y convertirse en una mejor persona por medio de la empatía y estar dispuesto a mover montañas por el bien común. Por su parte, el arco de Kiryu nos golpea el corazón porque nos recuerda lo vulnerable que es y nos enseña que necesita pensar en sí mismo después de una vida dedicada a los demás. Como dijimos, no daremos spoilers, pero tampoco estaría mal que lo juegues con una caja de pañuelos cerca.
"es sobre reformarse y convertirse en una mejor persona por medio de la empatía"
Más allá de las lágrimas, estamos hablando de un juego sumamente entretenido gracias a que se atreve a ser ridículo porque entiende que eso no le quita seriedad ni calidad. Es precisamente por eso que aprovecha de varias formas los sistemas y entrega diversión de formas muy creativas. Por ejemplo, su sistema de combate se adaptó para crear una parodia de Pokémon y los gacha; por otro lado, varios materiales se reciclan en una especie de Animal Crossing que es más divertido y profundo que muchos otros simuladores de vida. También hay un minijuego estilo Crazy Taxi adaptado para la era de comida a domicilio y hasta una app de citas para que Ichiban encuentre el amor. Todo esto sin contar un montón de misiones secundarias; algunas pecan de sencillas, pero otras son realmente buenas. Con todo esto, la riqueza infinita que el nuevo Like a Dragon promete en su título se ubica en una cantidad inmensa de contenido que explora la dicha de ser un videojuego.
Por último, pero no menos importante, tenemos que Like a Dragon: Infinite Wealth sigue la tradición de llevarte de vacaciones virtuales. Esta vez, la estrella no es un lugar de Japón, sino Hawái. El mapa es enorme; tanto, que es el más grande que ha visto la franquicia; sin embargo, las dimensiones son lo menos importante. El verdadero lujo está en que se trata de una recreación que busca ser fiel a la cultura que está representando. Así como has aprendido detalles de historia gracias a Assassin’s Creed o Age of Empires, Like a Dragon te lleva por un viaje en el que aprenderás mucho sobre esta isla tropical. Tanto el contenido principal como el secundario, e incluso elementos del combate, te enseñan sobre este lugar, sus tradiciones, gastronomía y la forma en que vive la gente vive. Tal vez no sea tan fiel como Kamurocho y Sotenbori, pero logra su cometido de llevarte de viaje a empaparte de otra cultura.
Un juego hecho para fans
Like a Dragon: Infinite Wealth es un juego fantástico, pero tiene un problema enorme: no es para todos. Esto se debe a 2 elementos que, sin ser necesariamente malos, harán que muchos se sientan alejados de todas las bondades que ofrece.
¿Qué es lo que pasa? Vamos por partes. Primero, tenemos algo que ya es prácticamente sello de la franquicia y es que inicia lento. La historia de los juegos de Yakuza es una vela que se consume despacio. Por ejemplo, Yakuza: Like a Dragon, la séptima entrega principal de la franquicia, tarda como 4 horas para que la narrativa y los sistemas de juego comiencen a tomar ritmo. Se nota que es un problema que intentaron mitigar, pero sin mucho éxito.
En el caso de Infinite Wealth, las cosas avanzan un poco más rápido gracias a que rápidamente llegas a Hawái y el misterio de la narrativa empieza a desenvolverse en las primeras horas. No obstante, sigue siendo un inicio lento que puede frustrar a algunos, en especial a quienes buscan que esta entrega sea su primer paso en Yakuza.
Si eres fan de la franquicia, sabes que esto no es necesariamente malo. A lo que vamos es a que Infinite Wealth tiene un inicio lento por una buena razón, y es que busca empaparte del mundo mientras va soltando migajas de anticipación que te recompensan más adelante. Tristemente, es algo que puede frustrar y aburrir a algunos.
El siguiente punto a tocar sobre este tema es que, para disfrutar Infinite Wealth en su totalidad, es necesario que hayas jugado entregas pasadas de la serie. El juego tiene una historia contenida que comprenderás sin necesidad de haber jugado otras entregas; sin embargo, muchos de sus momentos más emotivos pierden peso si no estás familiarizado con sus personajes.
Pongamos un ejemplo: en las primeras horas del juego te encontrarás con Jo Sawashiro, uno de los antagonistas más importantes de Yakuza: Like a Dragon. Infinite Wealth hace un trabajo increíble para explicarte su pasado, importancia en el arco de Ichiban Kasuga y su rol en esta nueva historia. De este modo, no te estarás rascando la cabeza para entender quién rayos te está hablando y qué quiere de ti.
Ahora bien, en puntos posteriores de la historia seguiremos a Kazuma Kiryu, el primer protagonista de la serie, en un viaje para sanar su espíritu mientras enfrenta una grave enfermedad. Ver al Dragón de Dojima debilitado y con poca voluntad para seguir viviendo resulta un golpe en el corazón, en especial mientras lo acompañas a explorar recuerdos de pequeños detalles que sucedieron en entregas pasadas. Son momentos agridulcemente mágicos, diseñados para llenarte el corazón mientras enfrentas un destino que parece inevitable. Por desgracia, su impacto pasará por encima de la cabeza de quienes aún no se han metido de lleno en Like a Dragon, sus historias, lugares y personajes.
Con todo esto, queda claro que Like a Dragon: Infinite Wealth es un juego hecho para fans ¡y eso es fantástico! Simplemente es una lástima que su entrega más promocionada en años pueda alejar de la serie a algunos jugadores. Si eres novato y te da curiosidad, te recomendamos que inicies con Yakuza 7, te pases a The Man Who Erased His Name y de ahí a Infinite Wealth. Con esto tendrás una visión más completa de la serie y podrás sentir el impacto de esta entrega sin tener que completar 8 juegos.
Ahora bien, hay algunas cosas malas que desagradarán a los fans. La primera es que, una vez más, el diseño de los calabozos deja mucho que desear. Son niveles simplones en los que pasarás de un cuarto a otro por pasillos también simplones que ofrecen pocas cosas interesantes. Si te desvías tal vez encuentres una caja fuerte con un tesoro o tengas que enfrentar algunos enemigos extra; sin embargo, cometen el pecado de fallar en el momento de ser divertidos.
Otro punto que nos parece lamentable es que SEGA haya decidido cobrar por el modo New Game Plus. Es injusto para la comunidad y va en contra de todo el esfuerzo que hizo RGG Studio hizo para consentir a los fans.
Sistemas RPG que aún no terminan de cuajar
Yakuza: Like a Dragon representó un salto enorme para la franquicia. No sólo fue el juego que tuvo la misión de presentar a Ichiban como protagonista, sino que dejó a un lado el combate enfocado en la acción para poner los reflectores sobre sistemas RPG y peleas por turnos. Por eso no sorprendió que sus elementos de rol fueran un tanto básicos y poco desarrollados. También fue ésta la razón por la que muchos esperábamos que la secuela aprovechara para llevarlos al siguiente nivel.
Si bien se nota el esfuerzo por hacer que Infinite Wealth sea un RPG más completo que su antecesor, en realidad permanece como un juego de rol un tanto crudo. Como mencionamos, el combate ofrece más posibilidades que antes y tiene un sistema de clases con mucha personalidad que resulta divertido. El problema es que ambos sistemas se quedan cortos en cumplir su potencial y, en algunos momentos, sientes que te limitan.
En el caso de las clases, cada personaje puede elegir entre varios trabajos que cambiarán sus estadísticas y habilidades; si subes de nivel lo suficiente después podrás heredar estas últimas a otra clase. Es un sistema que en papel resulta interesante porque te permite crear versiones únicas de cada personaje, el problema es que el cambio de trabajo puede sentirse como una desventaja y que, por lo menos en la historia principal, hay poca necesidad por explorar las diferentes clases. Es decir, se trata de ponerte en desventaja por un rato para que obtengas una mejora que marcará poca diferencia. De este modo, resulta más fácil quedarte con la clase insignia de cada personaje y no voltear a otro lado.
Por otra parte, aunque el sistema de combate es entretenido, sigue presentando problemas. Uno de ellos es que la tasa de aparición de combate sigue siendo alta, lo que puede ser frustrante en momentos. A eso hay que sumar que los problemas de cámara y ritmo que mancharon Yakuza 7 permanecen en la secuela.
En pocas palabras: los elementos RPG de Infinite Wealth sí representan una evolución de lo que vimos en la aventura anterior de Ichiban. Tristemente, aún tienen camino por recorrer para sentirse tan sólidos y pulidos como los de otros juegos de rol.
Un juego que entiende la dicha de ser un videojuego
Like a Dragon: Infinite Wealth es un producto que demuestra lo especiales que pueden ser los videojuegos cuando intentan ser eso: juegos. Mientras que algunos estudios están más ocupados en convertir sus lanzamientos en escaparates virtuales y otros manejan presupuestos insostenibles con la esperanza de por fin conseguir la aprobación de Hollywood, RGG Studios simplemente buscó consentir a sus fans, al exprimir al máximo las posibilidades que tenían enfrente.
Infinite Wealth se traduce en riqueza infinita y, como señalamos, esto embona muy bien con su plétora de contenido, aunque creo que puede ir más allá. La riqueza infinita también está en todas las posibilidades que ofrecen los videojuegos, en las oportunidades que tienen para hacernos sonreír, llorar, divertirnos por horas y hasta llevarnos a otros lugares. La riqueza infinita que encontramos cuando un videojuego nos recuerda por qué amamos tanto este medio. Lástima que SEGA no entendió esto por completo con sus decisiones de negocio.
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