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Mientras los estudios que coexisten en la cima de los videojuegos se ven más limitados que nunca a escala creativa debido a las exigencias de distintos sectores, en la base persisten aquellos elementos que nos enamoraron del gaming. Claro que no todos buscan el hilo negro y algunos apelan al pasado, como este proyecto del estudio francocanadiense WildArts, que decidió inspirarse en Paper Mario para entregar una aventura hecha... de pan.
Video: Born of Bread - trailer de lanzamiento
La historia de Pan, un golem hecho en un horno
Born of Bread es un videojuego desarrollado por WildArts que propone un estilo tradicional de RPG en combinación con un estilo de arte 2D en escenarios 3D con franca influencia de Paper Mario. La historia es sencilla y está cargada de humor blanco, donde todo comienza con una expedición arqueológica que, por accidente, libera entidades malignas que buscan un poder ancestral que les permitirá dominar el mundo. La reanimación de estos villanos tuvo impacto en lo negativo, pero también en lo positivo, pues de forma inesperada un viejo cocinero al servicio de una reina dio vida a un golem hecho de pan llamado... Pan.
"... de forma inesperada, un viejo cocinero al servicio de una reina dio vida a un golem hecho de pan llamado... Pan"
Por supuesto, este tipo de eventos no sucede todos los días y el caos generado por los villanos, así como por la defensa de Papá Panadero y su golem de pan, resultan en una cacería de las fuerzas del reino que han culpado a este noble trabajador. A partir de este momento, nuestro golem de pan se embarca en una gran aventura para salvar su mundo.
Como puedes leer, la historia de Born of Bread es sencilla y, en algunos momentos, cliché, pero también es un gran acierto por parte de WildArts toda vez que se desarrolla de forma dinámica y mantiene la intriga sobre lo que pasará después. En ese sentido, es el primer punto a favor que se anota este proyecto.
Respetando su esencia como RPG de estilo clásico y sin caer en lo pretencioso, Born of Bread nos presenta una historia que se desarrolla por misiones principales y secundarias que nos llevan a la exploración; interacción con el escenario y otros personajes; algunos acertijos y plataformas y, por supuesto, combate al estilo de la vieja escuela: por turnos.
El añejo combate por turnos convertido en una experiencia por demás divertida
Como buen RPG tradicional, el enfoque en Born of Bread está en su sistema de combate y la gestión de nuestros personajes para subir de nivel y tener un equipo competente para enfrentar el peligro. El combate es por turnos y las opciones tiene que ver con 5 tipos de cartas: ataque, defensa, objeto, movimiento especial y huida. En el caso de los ataques y movimientos especiales, este juego se torna de lo más divertido y emocionante, pues el mayor de los éxitos depende de un Quick Time Event que te garantizará mayor daño; el detalle es que las diferentes ofensivas de cada personaje presenta varios minijuegos.
"En el caso de los ataques y movimientos especiales, este juego se torna de lo más divertido y emocionante, pues el mayor de los éxitos depende de un Quick Time Event"
Esto da frescura a una propuesta que no suele ser del agrado de muchos jugadores y que hoy está quedando atrás en favor de la acción y los movimientos ofensivos y defensivos en tiempo real. Cabe señalar que, aunque tu equipo puede ser de 4 personajes, en batalla solo podrás usar 2, así que es importante revisar quienes son los adecuados para librar ese duelo.
Conforme avances y libres combates, Pan y sus amigos subirán de nivel para tener más puntos de vida y acción. Esto abrirá más opciones en términos de ataque y defensa, así como gestión de movimientos especiales y desarrollo de habilidades, pues el talento de tus compañeros no se limita al campo de batalla, también será necesario para lidiar con acertijos y plataformas.
Si bien el sistema de combate tiene un toque de diversión que no vuelve monótona la experiencia, también muestra su gran limitante, pues al tratarse de un videojuego fácil, el apartado estratégico puede quedar relegado y es probable que te concentres sólo en las cartas de ataque y defensa en espera de usar los mejores movimientos y objetos con rivales más fuertes. La realidad es que se trata de un título benévolo que no te supondrá un dolor de cabeza.
¿Esto es algo negativo? Para el jugador experimentado e incluso el fan de Paper Mario que le dará una oportunidad, sí, pues el componente estratégico se ve hundido por la baja dificultad. Por otra parte, para quienes son ajenos al género, es un buen juego y pienso que es excelente maestro en cuestión de concepto, diseño y mecánicas para quienes buscan adentrarse en los RPG tradicionales, pero no quieren que sean un dolor de cabeza. Aquí puedes aprender las bases del género sin tanto problema.
Ahora bien, Born of Bread y su sistema de combate no viven de QTE, y siguiendo la línea humorística, WildArts añadió un elemento cómico y emocionante. Durante esta aventura necesitarás un Cronista, algo así como un juglar de la Edad Media, que en este caso llevará tu avance al salir del reino, pero también tus redes sociales y transmitirá tus combates vía streaming con chat en vivo, o sea que también habrá que satisfacer al público de este reino cumpliendo sus deseos y obteniendo buenas calificaciones que sumarán al aumento de nivel. Al final, el combate en Born of Bread puede que sea sencillo, pero es muy divertido y está lleno de detalles.
"La interfaz en este apartado se presenta en forma de cuaderno con dibujos y detalles que van al grano y son de lo más explicativos sin tener que profundizar"
Claro que, como todo juego de rol, Born of Bread te pondrá en el menú por mucho tiempo, pero no encontrarás las interminables tablas de Excel con información, datos y estadísticas de cada personaje, objeto y demás. La interfaz se presenta en forma de cuaderno con dibujos y detalles que van al grano y son de lo más explicativos, sin tener que profundizar. Pestañas para cada personaje, misiones, mapas, glosario, lista de ítems, todo está en este cuaderno con una presentación tierna y funcional.
De hecho, eso es una constante en el mundo de Born of Bread, pues en varias ocasiones apuesta por lo abstracto y los símbolos para facilitar el aprendizaje. Ejemplo de ello es la atención que puse en uno de los afiches que había en un centro de reunión porque me llamó la atención el diagrama en forma de diamante. Ahí conocí las reglas sobre la jerarquía de ataques e interacciones de elementos; una imagen y un párrafo son suficientes para entender la lógica del juego en cuanto a su sistema de combate. De nueva cuenta, reluce su faceta como buen exponente de las bases de los RPG.
En este apartado encontramos con un metajuego, pues Pan y sus amigos tienen mochilas que en el inicio son pequeñas y van aumentando su capacidad conforme se sube de nivel. Esto nos lleva de inmediato, aunque de forma extraña, al sistema de gestión de armas en Resident Evil 4, donde hay que asignarlas a los cuadros disponibles para llevarlas a la aventura, que es herencia de Tetris retomada por una joya de Capcom y ahora influencia un juego indie.
El ritmo de la aventura en Born of Bread es bueno y, salvo algunas secciones de plataformas o puzzles, no encontrarás algo que te detenga mucho tiempo. Las fases de exploración son atractivas porque siempre hay algo por descubrir, alguien con quien interactuar e incluso misiones secundarias por activar. Los combates mantienen el componente de diversión, incluyendo aquellos contra los jefes, y no hubo un momento en que me sintiera aburrido o abrumado. Sin problema, se trata de un juego en el que puedes dejarte llevar y lo mejor es que es de corta duración: poco más de 11 horas.
Respecto al apartado audiovisual, Born of Bread presenta algunos claroscuros, pues el diseño de algunos personajes y escenarios luce detallado, pero en otros parece contenido de relleno. Asimismo, durante los recorridos en campo abierto o en los cambios bruscos de un lugar a otro encontré algunos brincos en pantalla; fuera de eso, todo fluye sin problemas. Tampoco encontré bugs notables o errores que arruinaran la experiencia. Eso sí, la banda sonora es genial e inmersiva en este peculiar mundo de fantasía.
Born of Bread cumple y destaca en su reino pequeño y adorable
Born of Bread termina como buen juego RPG y una experiencia divertida. Si no eres exigente con este tipo de propuestas, es una opción a considerar, pero más aún si has sido ajeno al género por aquello del combate por turnos y todo lo que hay que hacer y revisar en los menús. De nueva cuenta, considero que este título puede ser una base interesante para acercarse a los juegos de rol tradicionales y cuando te des cuenta, notarás que dominas lo esencial para dar el salto a títulos más complejos. Al final, esta aventura hecha de pan cumple como buen videojuego recordando que hay mucho valor al voltear hacia el pasado para traerlo al presente en una propuesta con alma propia.
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