Tras 9 años en desarrollo, el proyecto más ambicioso de Team Ninja está aquí. Rise of the Ronin se perfiló como uno de los lanzamientos importantes de 2024 e, inevitablemente, la exclusividad con PlayStation 5 lo ha puesto en la mira. El periodo más oscuro de Japón fue convertido en videojuego y a continuación te contaré si cumplió con las expectativas y si el estudio japonés logró empujar sus propios límites.

• Rise of the Ronin ― Disponible en Amazon México

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El periodo más oscuro en la historia de Japón

Salir de la zona de confort es complicado, conlleva riesgos y hay grandes posibilidades de perder el rumbo al aventurarse en terreno desconocido. En 2015, Team Ninja decidió iniciar un proyecto de mundo abierto que distaría de sus propuestas tradicionales, como Ninja Gaiden o Nioh, juegos compactos, con niveles por capítulo, pero siempre destacados por su combate feroz y su alto nivel de especialización y dificultad.

Rise of the Ronin es el resultado de casi 10 años de desarrollo y todo parte de sus conceptos generales.

Este juego tiene lugar en el final del periodo Edo, una etapa conocida históricamente como Bakumatsu, que sucedió de 1853 a 1867. La industrialización y el avance comercial de Occidente pusieron cara a cara a potencias como Estados Unidos, Inglaterra y Francia con Japón, que hasta entonces sobrevivía con una política aislacionista. La llegada de los famosos barcos negros a las costas japonesas fue una amenaza constante que dejaba pocas opciones: el intercambio cultural y comercial o una guerra de invasión. Los occidentales tenían cañones, fuego, balas; los japoneses, el filo de sus catanas.

El choque de 2 perspectivas fue inevitable y partió a Japón en 2. Por un lado, el shogunato venido a menos en un intento por resistirse al cambio. Por el otro, facciones que abrazaron la influencia de Occidente y pensaron a futuro. ¿El resultado? El conflicto civil, la Guerra Boshin y, de nueva cuenta, la violencia como partera de la historia.

La gran motivación de Team Ninja con Rise of the Ronin era convertir ese conflicto histórico en un videojuego, de ahí que durante el desarrollo de sus eventos encuentres, interactúes e incluso formes alianzas con personajes históricos de ese periodo. Desde ahora puedo decir que la historia y la forma de contarla es uno de los grandes alicientes para disfrutar esta aventura.

"El conflicto civil, la Guerra Boshin y, de nueva cuenta, la violencia como partera de la historia"

Ese es el contexto, pero ¿qué sucede con los personajes? Justamente es aquí donde Rise of the Ronin encuentra la justificación perfecta para salir de la zona de confort y apostar por un diseño de mundo abierto.

De acuerdo con la historia japonesa, un Ronin es un samurái sin amo, ya sea porque murió o cayó en desgracia junto con su clan. En términos estrictos, cuando un samurái se queda sin amo debe realizar seppuku, pues no hay razón para que siga con vida. Sin embargo, no todos lo hicieron y algunos reconocieron su libertad a cambio de la vergüenza y el señalamiento social.

Esta vida convirtió a los Ronin en mercenarios, y sus hijos nacieron con la mancha de la deshonra, así que jamás podrían ser samurái. El poder político sabe poco o nada sobre eso, así que los usó para hacer el trabajo sucio con la promesa de integrarlos en un clan, compromiso que se llevó el viento.

Como en toda revolución o guerra civil, existe un punto neutro: personas, sociedades, ciudades que no toman partido por ningún bando y sufren la consecuencia de ser atacados por los distintos frentes. Rise of the Ronin inicia con un par de hermanos que de niños vieron su realidad consumida por el fuego, y cuando la muerte era la única vía, fueron rescatados por el “clan” del Acero Velado, una facción de los Ronin organizados. Los años pasaron, la guerra también los alcanzó y un evento más terminó por marcar su separación, lo que da inicio a la historia del juego.

Lo primero que debemos hacer es personalizar a nuestros Ronin, este par de hermanos herederos del Acero Velado y considerados Filos Gemelos, pues los miembros de ese clan nunca combaten solos. El sistema de personalización tiene muchas opciones y prácticamente puedes dar forma a cada detalle de ambos personajes a tu gusto, incluyendo su voz para algunos diálogos. Tu imaginación es el límite, así que de inicio, hay que cumplir con este apartado, que ya es un estándar en los juegos de rol.

Ahora sí, basta de contexto y vamos con la novedad que tiene Team Ninja en Rise of the Ronin: su mundo abierto.

El ocaso del Japón feudal. ¿Qué hay en el mundo abierto de Team Ninja?

Rise of the Ronin es el primer juego de mundo abierto de Team Ninja. La historia y la acción se desarrollan en las versiones del siglo XIX de Yokohama, que muestra un desarrollo urbano occidentalizado debido al intercambio cultural; Edo (hoy Tokio), que funciona como punto medio entre el Japón rural y el inminente inicio de una nueva era y Kioto, último reducto del shogunato.

"... su propuesta de mundo abierto es de estilo rústico con un sistema de misiones principales, secundarias, así como interacciones y actividades en un tercer orden que hemos visto en infinidad de juegos de hace más de 10 años"

Las 3 ciudades comprenden un mapa enorme, aunque sólo podemos experimentarlas por separado debido a que cada una comprende un capítulo; sin embargo, en términos de extensión, hay mucho territorio por recorrer. Si bien es positivo que Team Ninja se aventure en algo diferente, la novatada les pasó la factura y después de tantas horas de juego considero que su propuesta de mundo abierto es de estilo rústico con un sistema de misiones principales, secundarias, así como interacciones y actividades en un tercer orden que hemos visto en infinidad de juegos de hace más de 10 años que tienen este tipo de propuesta.

Al integrarse con la estructura de un juego de rol y el sistema de progresión, el mundo abierto de Rise of the Ronin tiene algunas opciones de interacción en las distintas porciones territoriales que sirven para subir de nivel, ganar recompensas y obtener insumos que podemos convertir en ítems sanadores, elementos, munición y demás. En el inicio, esto es motivante porque se complementa con el recorrido que podemos hacer en esta versión del Japón feudal para observar cómo eran esos lugares, eventos, personajes y lugares históricos.

Asimismo, se añadió una capa propia de los RPG, que parte de la selección del tipo de Ronin que quieres ser. Puedes enfocarte en la ofensiva y especializarte en ataque o privilegiar el uso de otro tipo de armamento de mediana y larga distancia. También podrás desarrollar tus dotes para mentir, impresionar o convencer a los personajes relevantes en la historia y eso se complementa con un árbol de habilidades que tendrá impacto en tu desempeño en combate y en las interacciones con los personajes principales.

El recorrido por Yokohama, Edo y Kioto ofrece libertad de elección: puedes ir directo por las misiones principales, optar por las secundarias o simplemente vagar; después de todo, eres un Ronin y no le rindes cuentas a nadie. Al tratarse de un país en guerra civil, hay lugares tomados por bandidos que tendrás que vencer para restaurar el orden público. Básicamente, tu recorrido y avance en cada sitio te permitirá liberarlo y con ello tendrás opciones de interacción, pues habrá habitantes en peligro o con necesidades que decidirás si apoyas y resuleves o si sigues tu camino.

Lamentablemente, y considerando el estado actual de los juegos de mundo abierto, la experiencia en Rise of the Ronin muestra un mundo que se mueve, pero no se siente vivo, con poca variedad de NPC y un reciclaje impresionante de diseños, así como sin los detalles que hoy son estándar en este tipo de juegos.

Pronto, la experiencia se vuelve repetitiva porque se limita a interacciones básicas, alguno que otro reto o situación de emergencia, hacer favores, buscar y acariciar gatos, las misiones principales, secundarias, ayudar a personajes con encargos sencillos y liberar territorio de los bandidos. Reclamas cada parte del mapa levantando un estandarte del Acero Velado que, entre sus funciones, desvela las actividades disponibles, pero sólo encuentras opciones similares a las que hay en otros distritos. No hay un elemento de contingencia que salga del molde, y esto contrasta con la idea de que esta versión de Japón está en guerra civil, así que no esperes encontrar sorpresivamente a un grupo de enemigos ni la llegada de una invasión a un territorio pacífico. El mapa simplemente te indica donde está todo y es tu decisión si vas a cada sitio.

"No hay un elemento de contingencia que salga del molde, algo que contrasta con la idea de que esta versión de Japón está en guerra civil"

Pienso que Team Ninja realizó una investigación de las bases de los mundos abiertos y decidió ir a lo seguro para no arriesgar, de ahí que el de Rise of the Ronin parezca uno de hace una década. Esto es lógico, si pensamos que el título se ideó en 2015, y vaya que los videojuegos han cambiado desde entonces, empezando porque sus procesos de desarrollo son más caros y exigentes.

La experiencia de juego a lo largo de Yokohama, Edo y Kioto

Si bien el mundo abierto de Rise of the Ronin no es una genialidad y sinceramente es simplón, hay que recordar que no estamos aquí precisamente por ello y la riqueza está en una parte que trataremos después, pero ahora quiero contarte sobre la experiencia de juego.

"... la experiencia en el equino es olvidable y ni siquiera ahorra tiempo, pues hay viaje rápido, además de que la animación y el movimiento del animal son terribles"

Esta versión de Japón puede experimentarse a pie, a caballo o en planeador, además de que se añade un diseño vertical para subir por casas, edificaciones y centros ceremoniales. Sin embargo, la experiencia en el equino es olvidable y ni siquiera ahorra tiempo, pues hay viaje rápido, y la animación y el movimiento del animal son terribles. El planeador parece una propuesta interesante en los trailers, pero no es posible subir a todas las construcciones que quieres para lanzarte desde allí. También hay un gancho retráctil, pero la situación es la misma: sólo es posible usarlo en algunos lugares.

Una vez que acepté que este mundo abierto no me llamaba poderosamente a explorarlo, usé el viaje rápido y a veces preferí correr para admirar algo del paisaje y restaurar el orden público en varias partes del mapa para ganar experiencia y subir de nivel. Fue inevitable recordar la declaración de Hideaki Itsuno, director de Dragon's Dogma II, cuando dijo que el viaje rápido existía sólo si tu mundo abierto no era divertido.

Mientras seguía en búsqueda de aquello que hace brillar a Rise of the Ronin, el panorama se fue aclarando cumpliendo misiones; ahí empezó la diversión. Este Japón en guerra pone a nuestro Ronin en medio del conflicto y, por ende, hay facciones en lucha por el poder. Apelando a una estructura de juego de rol con ramificaciones de historia, me resultó muy atractiva la toma de decisiones y su efecto, pues aliarte con un grupo tiene implicaciones en los eventos futuros y el final, así que el factor de rejugabilidad está asegurado.

"... es posible que termines siendo parte de este juego de manejo ideológico, político y traición"

Claro que no es necesario jugar todo de nuevo —a menos que quieras—, pues a medio camino encontrarás la opción de revisar las misiones donde la toma de decisión fue trascendental y tendrás la oportunidad de cambiar de parecer, lo cual impactará de inmediato la experiencia de juego. Tal vez Team Ninja sabía de las limitaciones y los puntos débiles de su proyecto, y por eso añadió opciones de simplificación para que puedas ir de lleno a lo que te interesa.

El desarrollo de la historia está muy bien logrado y, cuando menos lo esperes, terminarás empatizando con las causas del grupo que elegiste, luego tu lealtad se pondrá en entredicho y es posible que termines siendo parte de este juego de manejo ideológico, político y traición.

Sabiendo de antemano que el oro está en el combate y entendiendo que este mundo abierto está de más —fuera de su carácter necesario para subir de nivel—, encontré que la mayoría de las misiones tratan de algún tipo de incursión en un complejo determinado. No esperes variedad: hay una que otra misión de escolta, pero en general tratan de entrar en un poblado, una edificación o un santuario, barrer con todos los enemigos y llegar a un jefe, lo que sabe hacer Team Ninja.

Sin embargo, pienso que hay algo de relleno y ciertas misiones debieron eliminarse, pues están ahí sólo para alargar el juego y cortan la emoción en ocasiones importantes. Por ejemplo, me desagradó estar listo para cumplir con una misión muy importante, como plantarse de frente ante la facción proshogunato en Kioto, y encontrarme en la previa con un dilema entre 2 miembros del grupo que hay que resolver antes de partir. Para que me entiendas, esto me dejó con la pregunta ¿en verdad tengo que hacer una misión para la misión? Así de ridículo.

Combate samurái en todo su esplendor

Mundo abierto, sistema de misiones, ramificaciones de la historia, todo queda atrás cuando llegamos a la esencia de Rise of the Ronin y el apartado donde luce: su combate.

Este título, por su concepto, es benévolo en comparación con la brutalidad de Nioh. De inicio, hay 3 niveles de dificultad; el más fácil es para quien sólo quiere disfrutar la historia, así que la accesibilidad para todo tipo de público está garantizada, y tampoco hay que temer, pues en modo normal o difícil encontramos el reto que es sello del estudio japonés.

... todos los caminos de Rise of the Ronin apuntan hacia las batallas samurái, la ineludible zona segura de Team Ninja, y donde pone en práctica lo que domina"

Afortunadamente, todos los caminos de Rise of the Ronin apuntan hacia las batallas samurái, la ineludible zona segura de Team Ninja, y donde pone en práctica lo que domina. El combate está enfocado en un sistema de parry, conocido aquí como destello, así que en primera instancia el objetivo es analizar los ataques del rival y apretar triángulo justo antes de que haga impacto con nuestro Ronin. En caso de hacerlo bien, su postura se romperá, quedará vulnerable y su Ki —barra de rendimiento— decaerá, lo que deja la mesa puesta para hacerle el mayor daño posible.

Desde cierta perspectiva, el mundo abierto de Rise of the Ronin se justifica como el pretexto ideal para librar cuantos combates quieras, si eres fan del estilo de Team Ninja y te enamoras de su propuesta inspirada en el combate samurái. De hecho, es la única manera de subir de nivel en concordancia con las necesidades de cada misión y el aumento de dificultad de los enemigos.

El combate se enriquece con una amplia gama de armamento que recibes como recompensa, puedes encontrar en cofres y del que dispones después de eliminar a un enemigo. A la par, la influencia de Occidente permite el uso de armas de fuego, y si pones atención en una relación en particular con misiones de apoyo para un fan de la tecnología, acabarás con un lanzallamas. A simple vista puede parecer que el uso de armas de fuego, arcos y otros artilugios puede romper la experiencia tradicional de Team Ninja, pero no es así.

No negaré que durante la primera mitad del recorrido mi experiencia en combate fue de menos a más en poco tiempo debido a que Rise of the Ronin es accesible y piadoso —hasta cierto punto—, pero cuando los momentos más dramáticos y críticos de su historia aparecieron como nube gris que anuncia una tormenta, me di cuenta de que estaba en el mismo infierno que me hicieron pasar las 2 entregas de Nioh.

Como mencioné, la mayoría de las misiones son incursiones donde encontrarás enemigos promedio, rivales de mayor fuerza conocidos como enemigos formidables y un jefe. La mejor noticia es que hay decenas de ellos, pues es un juego largo y los cambios en su historia —a partir de las decisiones que tomes— anticipan más enfrentamientos de los que viví. Aquí no hay criaturas enormes, sólo combatientes forjados en el acero y el honor, cada uno con sus artes secretas y patrones que deben analizarse porque cada uno es susceptible de cierto tipo de arma y cierta postura.

"Aquí no hay criaturas enormes, sólo combatientes forjados en el acero y el honor"

Los combates son divertidos, emocionantes y brutales, pues la mecánica de parry es ampliamente satisfactoria y su dominio te hará la vida más llevadera y, si lo reducimos a sus duelos, Rise of the Ronin no es para nada un juego fácil. Puedes atacar al gusto, pero no es un hack and slash, y tienes una barra de Ki que disminuye con cada movimiento; si se agota, tu Ronin se cansará y quedará indefenso ante el ataque enemigo y hay varios que te acabarán con un solo golpe.

En este ejercicio de bondad, y a diferencia de Nioh, los estandartes del Acero Velado sirven tal como los santuarios: recargan tu salud, ki y algunos objetos, aunque también revivirán a los enemigos que aniquilaste. Sin embargo, hay muchos puntos para levantar un estandarte, incluso a medio camino entre las misiones y antes de un jefe; además, puedes salvar tu partida en el momento que sea. Definitivamente, Rise of the Ronin es Team Ninja dándole la bienvenida a un nuevo público, no sólo a su nicho.

Los Ronin, y más los del Acero Velado, no pelean solos y en la mayoría de las misiones te acompañan otros de tu tipo o samuráis que se unen a tu causa, e incluso puedes controlarlos ampliando la variedad de opciones de ataque. De origen, es aquí donde entra en marcha la experiencia en línea en modo cooperativo, con cada jugador a cargo de un personaje librando las batallas más feroces contra los jefes más difíciles. En la experiencia para un solo jugador, estos compañeros controlados por la inteligencia artificial fueron de ayuda, en especial para aquellos enemigos de bajo nivel con los que no quieres perder el tiempo.

Por otra parte, y esto desde una consideración negativa, el diseño de niveles de Rise of the Ronin añade posibilidades verticales y de aprovechamiento del entorno, pero falla en algunos aspectos. Existe la opción del sigilo para cierto tipo de enemigos; sin embargo, la IA es una pena, son torpes, no reconocen movimientos y sonidos a la distancia y cuando estás acompañado, simplemente no ven a los samuráis. Por otra parte, la cámara hace de las suyas y por momentos se vuelve en tu contra, en específico al fijar enemigos, así que puedes quedar atorado en algún espacio entre 2 objetos o estructuras y no habrá manera de responder al ataque. También hay algunos ángulos que entorpecen la vista, y cuando un destello rojo sale del enemigo significa que es un ataque letal que debe ser bloqueado con parry; sin embargo, es difícil salir bien librado bajo estas condiciones.

Rise of the Ronin tiene un sistema de combate divertido, retador y muy satisfactorio. Mejor aún, a partir de la segunda mitad del juego te hace ver tu suerte con duelos llenos de emoción, memorables y capaces de generar adrenalina al escuchar y sentir el choque del acero en las katanas.

Definitivamente, el presupuesto no estuvo en el apartado audiovisual

Por último, quiero hablar de la experiencia audiovisual. Rise of the Ronin se desenvuelve entre lo malo y lo bueno, pero jamás alcanza lo extraordinario. Hay escenarios con texturas de muy baja calidad y hasta antes de la actualización de lanzamiento el pop-in resalta en cada momento mientras recorres Yokohama, Edo y Kioto. Los altísimos valores de producción nunca han sido característica de Team Ninja, así que no esperes un apartado visual que te vuele la cabeza. Por otro lado, el estudio se las arregló para que el juego luzca bien cuando tiene qué hacerlo: aquellas partes en que la acción se desarrolla con un marco pletórico de nevada, un atardecer lluvioso o en pleno incendio de un poblado.

"Rise of the Ronin se desenvuelve entre lo malo y lo bueno, pero jamás alcanza lo extraordinario"

En cuanto a desempeño, Rise of the Ronin tiene 3 modos: rendimiento para 60 cuadros por segundo, gráficos y ray tracing. Decidí jugar en modo rendimiento porque así lo exige un juego que se basa en un sistema de parry. Si optas por gráficos, será mejor que pongas la dificultad en fácil, pues la caída de fps es notable y de poco te servirá en combate.

Otro detalle a considerar es que el juego tiene doblaje al español de América Latina, pero esto se estrella de frente con una serie de diálogos poco interesantes, si no se habla de la historia o la misión, algunos son ridículos y los rostros de los personajes son inexpresivos. Definitivamente, el dinero no estuvo ahí.

En materia de audio, la banda sonora transcurre entre piezas que destacan la vida diaria y la aparente calma del Japón Feudal, y otras que exaltan las emociones de los momentos dramáticos y lo épico de las batallas.

Rise of the Ronin: ¿qué sería de ti sin tu combate?

El experimento de Team Ninja en el mundo abierto con Rise of the Ronin deja un sabor agridulce, pero se entiende la inexperiencia del estudio en esos andares. En definitiva, la entrega está lejos de lo que son este tipo de juegos en la actualidad y sus grandes exponentes; sin embargo, el estudio japonés logra salirse con la suya gracias a que su pulido sistema de combate brinda duelos impresionantes en varias ocasiones. Como advertí, el nicho está aquí por los duelos y, en ese sentido no se sentirá decepcionado; fuera de eso, hay varios elementos olvidables, pero es un hecho que los 2 alicientes que consideré durante mi experiencia: el desarrollo de la historia y su propuesta de combate, son suficientes para darle una oportunidad.

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