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Título de estrategia y combate activo por turnos de Tomohiko Deguchi, autor de muy recomendables entregas para el PSP como Grand Knights History, Grand Kingdom es una propuesta ampliamente recomendable para PS Vita que demuestra que la atención a un sistema de juego adictivo, combinada con una progresión compleja, pueden crear verdaderos milagros de diseño. Grand Kingdom es, básicamente, lo que tendrías si pudieras controlar las batallas y encuentros individuales en un Fire Emblem, con el beneficio añadido de una campaña abierta en la que puedes servir a toda una variedad de naciones, además de un modo en línea realmente complejo donde experimentas una auténtica guerra contra todo tipo de rivales y controlas la política entera de una nación en conjunto con otros jugadores.
Grand Kingdom está ambientado en un mundo de fantasía medieval en el que un gran Imperio, Uld, ha caído casi 100 años atrás y poderosas naciones están involucradas en perpetuas guerras en las que bandas de mercenarios desempeñan un papel protagónico por el dominio del continente Resonail. Estás al mando de una de esas bandas, y como miembro del gremio de los mercenarios, tu finalidad es ganar todo tipo de batallas y realizar operaciones en el campo con el fin de incrementar tu prestigio entre tus camaradas y, eventualmente, ascender entre las filas de 1 de los 4 grandes reinos: Landerth, tierra de la caballería; Valkyr, reino bárbaro donde el valor y el sacrificio son lo más importante; Fiel, una joven nación gobernada por la magia blanca, y Magion, el país de la sabiduría y la magia ofensiva.
En el juego, básicamente estarás a cargo de una banda de mercenarios formada por varios escuadrones, los cuales desplegarás en el campo de batalla para completar todo tipo de misiones y que tienen condiciones distintas de victoria (escoltar una unidad, evitar que el enemigo llegue a cierto punto, acabar con una unidad poderosa, matar a cierto número de unidades, obtener un ítem, etcétera), pero que casi siempre tienen un límite de tiempo que te obliga a pensar muy bien tus movimientos. El campo de batalla está desplegado en perspectiva isométrica y, básicamente, mueves a tu escuadrón por un tablero turno por turno, atacando o evitando unidades enemigas y sorteando todo tipo de obstáculos.
La batalla misma sigue un sistema activo que depende completamente de tus acciones
Sin embargo, a diferencia de, digamos, un Fire Emblem en el que las unidades combaten una vez que se encuentran, en Grand Kingdom la batalla misma sigue un sistema activo que depende completamente de tus acciones. En él, las unidades enfrentadas en ambos extremos del campo ocupan 3 líneas de combate. Como ocurre en cualquier juego de estrategia bien hecho, debes desplegar tus unidades en las filas de enfrente y atrás, procurando que las unidades fuertes o de combate directo, como paladines, espadachines y guerreros con mazos, den la cara al enemigo, mientras arqueros y magos estén en la fila de atrás. En juegos como Might & Magic el combate ocurre por casillas, aquí más bien tenemos "carriles" por los que las unidades se desplazan gastando una barra de estamina, lo que da una sensación mucho más fluida. Además, el combate es activo totalmente, lo que significa que cada espadazo, flechazo, hechizo y puñalada que tus diversos personajes hagan está controlado por ti, y pueden fallar o tener éxito dependiendo de tu habilidad.
Por ejemplo, un paladín usualmente corre hacia el enemigo y lo machaca a espadazos. Sin embargo, cada espadazo de su combo es una habilidad que has asignado a tu paladín desde el menú de unidades, de modo que puedes personalizar muchísimo su repertorio y conectar cada uno depende no sólo de qué tan cerca estás del enemigo, sino de tu timing con la espada. Un arquero tiene diversos movimientos: tiros de francotirador si la línea de fuego está despejada o voleas a distancia si se trata de pegarle a una unidad en la línea de atrás. En el segundo caso, por ejemplo, debes acertar tu flecha con una instancia de combate activa con una retícula móvil de fuego. Esto da al juego un elemento activo muy importante, pues debes pensar cada movimiento para no tener efectos perjudiciales. Hay friendly fire, así que debes tener cuidado con el mago que lanza un hechizo súper cargado y tus amigos están en la línea de fuego. Pero también hay curación para el enemigo: si tu médico lanza su poción y tu enemigo está en la trayectoria... pues despídete de tu unidad porque tus enemigos estarán curados y frescos el siguiente turno.
Asimismo, el combate tiene otras peculiaridades dependiendo del terreno de batalla. Por ejemplo, es posible colocar cajas, barriles o trampas con personajes como los zapadores y los rogues. Si tu pelea ocurre en una zona en el rango de artillería o balistas, cada cierto número de turnos una parte del campo se vuelve una zona de muerte al alcance del fuego de estas poderosas armas de guerra. Si acorralas a un enemigo junto a una pared llena de picos, puedes hacer muchísimo daño haciéndolos rebotar contra las fortificaciones, lo mismo que al activar barriles explosivos y demás. Por lo tanto, no sólo se trata de una guerra de turnos, sino de una guerra de posiciones. Cada batalla concluye en cierto número de turnos, los cuales se sustraen al contador del tiempo real de la misión, otra sutileza estratégica a tomar en cuenta.
El sistema de unidades es vasto y enormemente personalizable. En primer lugar, tienes un total de 27 clases divididas en 4 tipos: unidades cuerpo a cuerpo (guerrero, paladín, lancero, noble, valquiria, caballero negro), unidades de rango (cazador, pistolero, arquero), unidades mágicas (bruja, chamán, arcanista y mago dragón) y especialistas (médico, zapador, herrero y rogue). Cada tipo de unidad tiene un árbol de habilidades con 4 acciones asignables en tiempo real, además de dividirse entre unidades con acciones limitadas, como arqueros, magos y curanderos, y unidades que pueden pelear hasta la muerte, como las unidades melee o los rogues. El resultado es un combate extremadamente rico, con amplias posibilidades estratégicas, pero también con amargas dificultades (como que se acaben los puntos de habilidad de tu arquero cuando un enemigo está a punto de acribillar a tu paladín).
Fuera del combate, la progresión y el flujo del juego es excelente. Por un lado, el modo single-player te permite crear, contratar y personalizar decenas de unidades de mercenarios, todas los cuales debes hacer crecer tú mismo a lo largo de centenares de operaciones. Estas unidades pueden combinarse en escuadrones con propiedades tácticas distintas, las cuales utilizarás en misiones ya sea en modo campaña (con historia y narrativa) o en misiones laterales, algunas para las 4 grandes naciones, otras como mera exploración de mapas y recolección de recursos free-range, las cuales empero también tienen decenas de jefes, monstruos y eventos. Eventualmente, podrás viajar a las capitales de los 4 reinos, subir tu prestigio con cada nación y ascender en sus filas. Por lo tanto, el juego tiene potencialmente centenares de horas sólo en single player para encumbrarte en el reino de tu elección y descubriendo el misterio del imperio perdido de Uld.
Además del single player, existe un modo multijugador en línea, propiamente conocido como Guerra. Se trata de un modo complejo donde los jugadores toman la bandera de una nación para participar en operaciones de combate en línea con diversos objetivos, como apoderarte de puntos de control y ganar batallas en campo. Eventualmente, cuando tu contrato expire, verás si ganaste la guerra. El modo en línea tiene jugadores afiliados a cada una de las grandes naciones, y la experiencia de juego puede ser extremadamente demandante. De hecho, hay un sistema democrático para que los jugadores voten por la política de su reino y afecten el plan de guerra, ya sea firmando tratados o proponiendo invasiones. Por último, cada nación tiene instalaciones especiales donde desarrollas mejores armas, así como tiendas exclusivas para comprar ítems ocultos, y acciones especiales para el campo de batalla (órdenes reales), desde batallones de apoyo hasta invocar bestias mágicas en la batalla.
La variedad de enemigos y unidades del juego es apabullante
La variedad de enemigos y unidades del juego es apabullante, pues no sólo combates contra cada uno de los 27 tipos de unidades que te es posible entrenar, sino contra una variedad muy amplia de monstruos y bestias épicas y legendarias que conforman un verdadero atlas. Por lo tanto, estamos aquí ante un juego que quiere cubrir todos los aspectos posibles de una guerra, con un abanico estratégico imponente.
Los gráficos del juego siguen el estilo animado a mano de la entrega anterior, Grand Knights History, que contó con la colaboración de Vanillaware, así que es de esperar hermoso arte y diseño de personajes y escenarios. La música es épica y adecuada para el espíritu de campaña y combate del juego. Por otra parte, el título cuenta con opción de tener audio en japonés con menús y diálogo en inglés, por lo que la experiencia de inmersión es de excelencia.
Grand Kingdom es un título de excelencia porque, como su creador explica, no está pensado para comprometerse con las masas sino para dar a sus fans la experiencia estratégica más completa posible. Es cierto que, como resultado de ello, puede resultar de gran dificultad y algo confuso al inicio para los neófitos, y una larga experiencia en el campo de batalla es absolutamente necesaria para triunfar en él, e incluso los encuentros iniciales son difíciles si no entiendes el sistema de física, el combate activo y el fuego amistoso. Asimismo, el juego ciertamente es algo humilde en algunos aspectos: no hay que esperar un Fire Emblem en cuestión de presentación e historia, pero para aquellos interesados puramente en el sistema de juego (y en una presentación muy aceptable), Grand Kingdom es increíble. No podemos dejar de recomendarlo, más en PS Vita donde la experiencia portátil es sumamente práctica. Por otro lado, la edición especial en PS4 muestra un empeño y atención al detalle notables. De lo mejor del año en cuanto a juegos de estrategia.
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