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Nos guste o no, todos fuimos niños alguna vez. A menos que hayas crecido en una isla perdida del Pacífico, seguramente viste más de una película de Disney (y aunque hayas crecido en esa remota isla del Pacífico, Lilo y Stich te traerá buenos recuerdos al verla). La maravilla de Disney es que tiene un carácter atemporal: los niños observan las mismas películas que fueron importantes en la niñez de sus padres y el ciclo de la vida se renueva. Como con El Rey León. Es por ello que Kinect Disneyland Adventures es una gran opción para los primeros pasos de los niños en el mundo de los videojuegos. Y aceptémoslo, muchos padres no resistirán la tentación de volar a través de Londres a media noche siguiendo el rastro de Peter Pan.
Durante el anuncio de Kinect Disneyland Adventures en el E3 del año pasado, no faltó quien mencionara que los niños del video se veían excesivamente coreografeados y como de cartón, que los controles serían muy simples o que el juego, en suma, sería un conjunto de minijuegos. La verdad es que es mucho más que eso. Para empezar, hay que decir que este es el proyecto más ambicioso de Disney en consolas. No se trata de recrear la magia de una sola IP dentro de un juego (lo que hicieron con éxito desde los 90 con títulos como Aladdin y The Lion King para SNES), sino de aprovechar Kinect para transportar el parque de diversiones más visitado del mundo directamente a la sala de nuestras casas: Disneyland.
Otra queja usual para los juegos de Kinect es que no permiten una navegación libre. La gente de Frontier (responsables también del popular Kinectimals) resolvió esto implementando un sistema de navegación muy intuitivo: se trata realmente de un mundo abierto donde puedes mover a tu personaje (personalizable) simplemente apuntando en la dirección que deseas ir. A través de misiones y atracciones, Kinect aprovechará todos tus movimientos o mejor dicho, los de los niños. Si alguna vez fuiste a Disney, después de jugar Kinect Disneyland Adventures terminarás tan cansado como si hubieras estado caminando y subiendo a las atracciones todo el día.
Mientras vas como niño perdido por las avenidas del parque, te encontrarás con más de 30 personajes, todos completamente interactivos. El juego te dará bonificaciones por acercarte a ellos y desbloquear sus animaciones: abrazarlos, bailar con ellos, hacer hi 5 y pedirles un autógrafo. Algunos incluso te darán pequeñas misiones, como Donald que te pedirá que traigas su gorro del Matterhorn. Me atreveré a decir que Kinect Disneyland Adventures en este aspecto es más real que Disneyland: si un niño visita Disneyland sabe que ese no es el verdadero Capitán Garfio, pero hace como si tuviera miedo de él porque es parte de la magia del lugar. Pero en Kinect Disneyland Adventures el Capitán Garfio es él mismo, y te dará un abrazo forzado y un poco grosero, mientras que Balloo de El Libro de la Selva bailará contigo y no te dirá adiós, sino hasta luego.
La comparación que voy a hacer probablemente muchos jugadores la consideren exagerada o incluso herética, pero me parece que Kinect Disneyland Adventures funciona de un modo muy parecido a un Grand Theft Auto: tienes una línea narrativa principal, una serie de objetivos que cumplir, personajes que buscar, etc. Pero cuando simplemente quieres explorar puedes olvidarte un momento de la historia principal y andar a tus anchas.
En la historia principal debes seguir la carrera política de Mickey Mouse por la alcaldía de Toontown, mientras recolectas autógrafos de algunos de los personajes más emblemáticos, como Donald, Goofy o Minnie Mouse. En realidad eres un niño que es guiado por un boleto mágico a través de estas misiones, que le aportan algo de objetivo a la navegación. Al principio tienes que reunir autógrafos para un cuaderno de Goofy, además de hacer algunas gestiones políticas para Mickey, objetivos que sirven para familiarizarse con el parque, los menús y tu guía dentro de Disney, un boleto dorado que va dejando una estela luminosa en dirección a donde debes ir.
Pero se trata del lugar más feliz de la Tierra, ¿no es cierto? Así que, ¿por qué conformarse con misiones? Cuando accedes al mapa puedes visitar todas las zonas de Disney, como Adventure Land, Tomorrowland, etc., y subirte a todas las atracciones sin hacer fila. Cada atracción tiene varios niveles, y vas recibiendo estrellas según tu desempeño. En general todas las atracciones van en rieles, pero lo que sería desafortunado en otros juegos de Kinect aquí queda bastante justificado, porque después de todo se tratan de atracciones reales, como el Jungle Cruise y su cañón de agua, el juego de Pirates of the Caribbean, el vuelo de Peter Pan o la competencia de cricket de Alicia en el País de las Maravillas.
Hay que destacar que la dirección de arte es maravillosa en este aspecto: las atracciones son como un pedazo del mundo de cada IP: tienen sus propios personajes, su propia música, su propio estilo. En realidad logran retratar muy bien la diversidad de las propiedades intelectuales del universo Disney.
Los juegos pueden parecer sencillos, pero tienen bastante complejidad dentro de sí mismos. Hay que aprender el nuevo objetivo, los nuevos movimientos, etc., cada vez, para cada atracción a la que subas. No son los mismos movimientos durante la pelea de fruta con los gorilas de la selva que para controlar el trineo en el Matterhorn. La retroalimentación del juego es directa y siempre hay una ayuda visual: el boleto mágico hace los movimientos antes de cada misión para que tú los copies. Aunque hay un sistema de puntaje y recolección de estrellas, monedas de varios tipos y secretos, en realidad no hay modo de perder. Cabe decir que no puedes morir nunca.
Uno de los pocos reparos que podría hacerle al juego es la cantidad excesiva de menús que tiene. Tal vez no sea fácil familiarizarse con tantos mapas e inventarios de objetos (como una cámara fotográfica con la que puedes tomar fotos de tu avatar junto a los personajes y compartirlas en Kinect Share.) Sin embargo, los comandos de voz pueden compensar un poco esa navegación. Vas al mapa y dices Main Street, USA y apareces ahí. Otro punto débil es que hay algunos personajes que hablan en español y otros en inglés. Los actores de voz originales fueron utilizados cuando fue posible, pero decepcionó un poco que Balloo no tuviera la voz del actor Tin Tan (el que esté muerto seguramente resultó un problema para la dirección de doblaje del juego.)
En realidad, la mejor manera de jugar Kinect Disneyland Adventures es con mucha gente de todas las edades. Creo que es una gran idea tenerlo de reserva, por ejemplo, si sueles tener visitas de niños cuyos padres ven con recelo que les enseñes a disparar una Vulcan, o si tienes hijos pequeños con una fascinación enorme por Disney. Claro que si quieres jugarlo a solas y revivir tu infancia, nadie te juzgará por ello (excepto tus amigos cuando vean tus logros por andar por ahí abrazando personajes de Disney).
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