Fiel a la tradición, EA Canada entrega otra vez una iteración de FIFA que se siente superior a sus antecesoras, aunque, desde nuestra perspectiva, solamente contiene 2 cambios realmente trascendentes.

El primero radica en la interfaz. Por muchos años pedimos un rediseño de los menús y ahora, de cara a la transición generacional, el estudio cumplió con nuestro anhelo al introducir mosaicos claros y fáciles de navegar que confieren a la presentación un matiz renovado y, sobre todo, más funcional.

Lo anterior es especialmente notorio en modalidades de marcada profundidad, tales como la de entrenador, donde todos los apartados implícitos en la administración del equipo se muestran de un modo sobrio, espaciado y de fácil acceso.

Ahora los elementos gráficos y las imágenes tienen mayor peso, dejando de lado el amontonamiento de categorías y el abundante texto de entregas previas, lo que significa que ya no veremos los clásicos bloques de texto con noticias y correos electrónicos invadir la pantalla, a menos que así lo queramos.

Desafortunadamente, lo único que permaneció igual fue el menú de administración de plantilla, que siempre ha sido rígido y poco imaginativo. Hacer una sustitución, modificar el parado del equipo o ajustar la posición de un jugador individual sobre el terreno es una tarea monótona, que más parece trámite que parte de una experiencia que se supone sea divertida.

La segunda modificación realmente importante dentro de FIFA 14 es sobre la cancha. EA Canada introdujo un sistema llamado Precision Movement o Movimiento de Precisión, que consiste en dar a los futbolistas una nueva cadencia al correr.

Cuando se tiene el mando entre las manos, de inmediato se advierte una ligera sensación de pesadez al desplazar a los jugadores. Lo anterior se traduce en movimientos más responsivos y también en un incremento en la inercia que hace muy pronunciados los cambios de velocidad. En pocas palabras, hay más control sobre lo que hace el futbolista virtual y eso siempre se agradece. Lo malo —si se quiere ver así— es que frenar es un poco más tardado.

En FIFA 14 es posible cubrir el esférico con el cuerpo. Basta con oprimir el gatillo izquierdo en presencia de un rival, para extender los brazos y sacar la cadera, en un intento por mantener al defensor a distancia. A menudo, al cubrir la pelota, un compañero automáticamente irá en nuestro auxilio para que se la pasemos. Ésta nueva herramienta resulta útil para manejar el ritmo y hacer tiempo, mientras se forma un ataque más ordenado. Además, se le puede alternar con la opción de pisar la pelota para enfriar el trámite del encuentro y dar el ritmo deseado.

Hay otras 2 novedades al estar dentro de un partido en sí. Una es la aproximación a la pelota al efectuar un disparo. Los futbolistas tienen nuevas animaciones al encarar el esférico; los pasos son más cortos y se perfilan mejor, en vez de deslizarse hacia el balón de forma antinatural. Otra, radica en la conducta del balón en el aire, lo que significa que además de la parábola estándar, ahora hay tiros con más efecto o que caen abruptamente.

Todo suena bien y por supuesto abona al realismo, aunque para ser francos, el usuario no tiene que hacer algo de manera consciente para aprovecharlas. Es decir, los futbolistas virtuales harán ajustes en automático y, dependiendo de su tipo de aproximación, tirarán con un efecto u otro.

Volviendo al asunto de los modos de juego, una novedad interesante está en la categoría de entrenador, donde se introdujo la red mundial de transferencias, que es una fuente constante de talento emergente y barato para nuestro equipo.