Estamos en una época en que los
remakes y las secuelas son una norma en la industria del videojuego,
esta sección es un espacio donde podemos recordar algunos títulos
que han sido la base de los juegos que conocemos hoy. Bienvenido al
Rincón de los recuerdos.
Onimusha: Warlords
Resident Evil era un éxito tremendo y Capcom quería capitalizar ese tipo de juego. Cuando el PS2 salió al mercado, tenían
desarrollado 50% de un título que estaba planeado para el primer PlayStation, pero su conclusión se movió a la consola de nueva generación y
así fue como nació uno de los primeros títulos en vender dos
millones de copias en esta consola. Cuando le preguntaron a
Tomonobu Itakagi cuál era su mayor influencia para crear la nueva
versión de Ninja Gaiden, decía que Onimusha fue su mayor
inspiración.
La historia
Basado en hechos reales, Onimusha narra la historia de Samanosuke
Akechi, un poderoso guerrero y experto en el uso de la espada. Por
alguna razón, este gran guerrero es elegido por los dioses del clan
Oni para derrotar a Nobunaga Oda, un general que murió en batalla
pero revivió al hacer un pacto con demonios.
Ahora Samanosuke tiene que salvar a la princesa Yuki, que al
parecer, será sacrificada en un ritual demoniaco cuya finalidad es hacer
invencible a Nobunaga.
El sistema
Onimusha es un juego cuya dinámica era muy parecida a
Resident Evil, sólo que este es un juego completamente de acción.
Samanosuke, en el transcurso de la historia, tenía a su disposición
diferentes armas místicas que usaban los poderes de los elementos
para acabar con los enemigos.
El jugador podía mejorar y hacerlas más fuertes mediante el uso de
las almas de sus oponentes, pues quedaban libres al destruirlos y había que absorberlas apretando un botón. Cada
arma tenía un estilo diferente y le daba mucha variedad al
juego. Además, Samanosuke también encontraba armas de largo alcance.
Lo que hacía a Onimusha un gran título, era su profundidad en
cuanto al combate, había varios tipos de enemigos y todos peleaban
de manera diferente, por lo que tenías que aprender a variar el uso
de las armas para poder lidiar con todos de manera efectiva. Era difícil, pero sumamente divertido. También había peleas épicas
con jefes enormes en escenarios que en esa época eran
espectaculares. Esto sumado a una excelente historia, uno que otro
acertijo y un protagonista muy interesante, hace que Onimusha sea recordado hasta ahora por muchos de nosotros.
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