En Japón no se festeja Halloween. Tan simple como eso. Pero, siempre hay un pero. A diferencia de la Navidad o del Día de San Valentín, que desde hace tiempo se conocen en Japón y los centros comerciales le echan ganitas para que la gente los aprecie año con año, con decoraciones, canciones y ofertas, antes de la década pasada, el día de Halloween, o Noche de brujas, celebrada en Occidente el 31 de octubre, en Japón era como cualquier otro día, sin decoraciones, sin colores naranja, morado y rojo por doquier, sin calabazas... nada. NA-DA. Pero de pronto, sin más ni más, el comercio y la memorabilia se introdujo con calzador en el archipiélago y ahora es un día especial. No sumamente especial, pero ya se anda llevando de a piquete de ombligo con el Día de San Valentín, ya que las tiendas aprovechan para hacer ofertas y productos temáticos durante 1 o 2 semanas antes del día de Halloween. Por supuesto, como cualquier cultura, Japón tiene sus fiestas especiales dedicadas a los muertos, como el festival O-Bon, que se celebra cada 15 de julio (y en algunas regiones el 15 de agosto), dedicando los festejos masivos a los que ya están en el más allá. Halloween no es japonés si hablamos de su origen, pero tiene demasiadas cosas que a ellos les fascinan y que funcionan a nivel mercadológico como ponerle en la cara un iSomething a un hipster. Los japoneses aman los disfraces y los festivales en bola, y Halloween es el momento ideal para deshinibirse y pasearse por las calles con disfraces exóticos. Los japoneses aman los temas fantasmales y de ultratumba, así que qué mejor pretexto para andar haciendo bromas sobrenaturales aunque sea una vez al año. Los japoneses aman los colores chillones y los diseños extravagantes, especialmente el de las brujitas, y se les dilatan las pupilas al ver tantas calabazas anaranjadas por todas partes, con pequeñas brujitas de anime montadas en sus escobas. Y los japoneses aman la comida, así que los productos hechos con calabaza y con diseños adecuados para la fantasmagórica celebración, simplemente los atrapan.
Por lo tanto, ya se ha empezado a hacer tradición celebrar allá el Halloween, pero muy a su manera. En vez de que los niños vayan de casa en casa pidiendo dulces, se les dan más los desfiles. (Como dato cultural, en la celebración japonesa llamada Setsubun, para recibir el año nuevo lunar cada 3 de febrero, las personas adultas usan máscaras de demonios y van de casa en casa, tocando las puertas y asustando a la gente, y los niños salen y les arrojan frijoles de soya, para ahuyentar la mala suerte y purificar el hogar. Esto es lo más parecido a la práctica halloweenesca de tocar puertas y pedir dulces). Este año, por ejemplo, se realizó por décimo sexta ocasión el Kawasaki Halloween, un desfile donde participan alrededor de 3,500 personas disfrazadas, y que se está convirtiendo en uno de los eventos de temporada más populares de Japón. Ahí, todos los asistentes, en día de Halloween, por supuesto se reúnen mostrado disfraces impresionantes. Pero, insisto, el festejo es más por culto al disfraz que por ser Halloween. También, varios parques temáticos, como Tokyo Disney o Universal Studios Osaka, tuvieron su desfile de Halloween y durante todo octubre tuvieron decoraciones, atracciones y shows temáticos.
En cuestión de comida, además de ver por doquier puestos callejeros con panes al vapor con forma y sabor a calabaza, Burger King lanzó su hamburguesa de temporada, sí, de calabaza. Por sólo ¥315 JPY ($4 USD), se puede pedir la BK Pumpkin, con deliciosas rebanadas de calabaza en el interior. Esta hamburguesa estará disponible hasta diciembre.
Y la heladería Baskin Robbins también ofreció varios sabores y figuras especiales de helados como el Budín de Calabaza (sabor calabaza natural con caramelo), el Grito de Pistache (pistache y chocolate), Noche Mágica de Menta (menta y chocolate oscuro) o postres como la Crepa de Malvaviscos y Fantasmas o la Malteada Mágica.
La verdad me encanta que cuando los japoneses adoptan festividades extranjeras, le echan muchas ganas y, en ocasiones, superan en calidad y diversión a las de los países de origen, pero al final, todo lo relacionado con Halloween en Japón es puramente comercial y no tiene ningún significado para ellos, salvo el de romper la monotonía. Como en Navidad, que ya les contaré (quizá de nuevo), cómo la celebran por allá.
Pícale al 2, que hay más sorpresas para ti.
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