Tengo Tetris en prácticamente todas mis consolas: 3DS, PS Vita, PlayStation 3, PlayStation 4 y las que se me olvidan. Es el juego que más veces he vuelto a comprar. Sin importar quién lo publique, EA o Ubisoft, deben acotarse a las reglas que impone la corporación Tetris para que la experiencia de juego sea consistente. Este texto, sin embargo, no sólo hablará sobre lo maravilloso que es el rey de los puzzles, sino que también abordará temas cercanos al mundo real.
Hace poco atravesé, por cuestiones de salud, una etapa de intenso estrés y preocupación. Si los augurios de la crisis económica que pintan un panorama sombrío para 2016 son ciertos, probablemente muchos mexicanos y latinoamericanos del resto del continente pasarán momentos difíciles. Pero este texto no pretende hablar de los problemas, sino de las formas que tenemos para lidiar con ellos.
Es difícil no cometer errores ni pensar racionalmente cuando sufres de estrés
A todos nos ha pasado. Antes de un examen, después de recibir una noticia difícil o luego de pasar un mal día es probable que el estrés se apodere de ti. Y no en forma de fichas, sino de dolor de cabeza, de estómago, como tensión muscular y muchos otros síntomas que, a su vez, pueden desencadenar otros problemas de salud. Algunas personas salen a correr en la mañana, otras gritan cuando nadie las ve, lloran o lo reflejan con una actitud agresiva. La realidad es que es difícil no cometer errores ni pensar racionalmente cuando sufres de estrés.
La imagen de alguien moviendo la pierna frenéticamente la tengo asociada con mal humor, enojos y berrinches. Calmarse es un esfuerzo arduo: entre más piensas en el problema, probablemente encuentres más motivos para preocuparte. El círculo es vicioso e inacabable. Al final, hay pocas distracciones y calmarse es difícil.
Durante el tiempo que estuve enfermo intenté meditar. No hablo de inventos new age o un gurú milagroso, sino de ejercicios simples para calmar la mente y poder funcionar en el día a día. Para conseguirlo hay muchas aplicaciones, videos y guías en Internet. Ninguna, sin embargo, fue tan efectiva como Tetris.
Siéntate derecho, respira profundamente y cuenta las veces que exhalas e inhalas. Algo así de sencillo puede ser meditación y quizá te funcione, si tienes la disciplina. Al final, se trata de contemplar tus pensamientos con perspectiva. Un ejemplo bueno de esto es imaginar que estás sentado viendo una calle: cada auto es un pensamiento, preocupación o problema; perdemos cuando en lugar de observar la calle saltamos a ella e intentamos perseguir los coches. Muchos ejercicios de meditación se traducen en buscar formas de obtener una perspectiva calmada y tranquila de todo lo que ocurre en nuestra cabeza.
Es más difícil de lo que parece a pesar de todas las técnicas que existen para lograrlo. ¿Mi secreto? Tetris. Cuando no puedo pensar y mi cabeza es azotada por una tormenta de ideas, juego Tetris. La tarea es mecánica y, más que bloquear lo negativo, ocupa el cerebro con una actividad estimulante. No es algo que yo diga. De acuerdo con una investigación reciente, el efecto que produce es acaparar las áreas del cerebro involucradas en la imaginación. En otras palabras: es difícil pensar en otras cosas mientras juegas Tetris.
El efecto no disminuye aunque seas un experto o aumentes el número de sesiones. Tetris puede ayudar a relajarte y a dar un merecido descanso a tus pensamientos. Si regresamos a la metáfora de la calle y los autos, nos ayuda a contemplar lo que ocurre desde una perspectiva distinta y a no correr como perros callejeros detrás de cada pensamiento que pase por nuestra cabeza.
En este texto no quise hablar de temas elevados, el futuro de la industria o algo similar, sino contarte, como si fueras un amigo, qué hago para lidiar con mis momentos de crisis. Tetris no es una panacea que solucionará tu vida, pero, hey, si puedo mejorar tu estrés al menos de forma minúscula, vale la pena compartir el secreto: ¡juega Tetris!
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