FIFA 17 pone los cimientos para el futuro de la serie

Probamos el más reciente build de la serie en gamescom


Tras haberlo probado por primera vez y de manera breve en Los Ángeles, durante E3, nuevamente tomo el control para revisar los avances que ha experimentando FIFA 17 durante los últimos meses. En aquella ocasión hice énfasis en la presentación porque éste es un año de coyuntura importante en el cual FIFA se muda a Frostbite Engine, el mismo motor que ya usa la mayoría de los títulos de Electronic Arts y aunque en ese momento advertí los cambios gráficos, fue hasta esta vez que pude apreciar su alcance con más calma. Por ejemplo, al empezar un partido entre Barcelona y Real Madrid —típico—, me asombró en sobremanera la cantidad de imperfecciones que Cristiano Ronaldo denota en su rostro y que antes sencillamente eran imperceptibles. Pecas, cicatrices y arrugas son ahora tan nítidos como el agua y aunque los gestos permanecen algo... robóticos, queda claro que el potencial para conductas cada vez más realistas está ahí. Los futbolistas ahora también sudan y puedes ver las gotas escurriendo sobre su frente conforme avanza el partido. Otro detalle notorio es la suciedad sobre la piel de los jugadores. Antes, éste era un atributo reservado para los uniformes nada más, pero ahora los codos y antebrazos también muestran las huellas de la batalla.

Así las cosas, el modelaje de los jugadores es quizá uno de los cambios más representativos, notorios y necesarios pues de varios años para acá, la serie ya denotaba un aspecto avejentado con respecto a sus competidores tanto dentro del ámbito del futbol virtual como de otras disciplinas, pero la mejora no solamente abarca los rostros, sino también los tatuajes en las extremidades y la tela de los uniformes cuyo aspecto y movimiento sobre el cuerpo de los futbolistas ahora es más realista —aunque el sudor no moja los jerseys y eso te saca un poco de la inmersión cuando ves las caras escurriendo—. Es más, hasta Messi ya traía su nuevo corte de cabello y Zlatan Ibrahimovic ya estaba en el Manchester United, así que por autenticidad y frescura, el build no paraba y claramente se benefició del uso de la nueva herramienta de desarrollo. Reiterando en lo dicho durante E3, la iluminación también mejoró mucho y lo puedes notar en las repeticiones. Los haces de luces son más notorios y la iluminación de los reflectores llena los espacios gracias a la volumetría que permite el motor Frostbite.

También es de resaltar el tema de los entrenadores. Toda la atención se ha volcado sobre Mourinho cuando de la nueva característica se habla, pero durante un partido entre Alemania e Inglaterra, también me pareció reconocer el rostro del nuevo D.T. del equipo de la Rosa, Sam Allardyce, y ése es un elemento que ciertamente añade autenticidad, algo que FIFA siempre ha promocionado como su pilar más fuerte. Infortunadamente, no puedo hablar del mismo progreso en materia de entornos, es decir, la iluminación de los estadios es magnífica, pero los recogepelotas, las pistas de atletismo y los substitutos calentando afuera de la cancha, siguen denotando un poco de descuido.

La iluminación de los estadios es magnífica

Ahora bien, no todo es apariencia. Dos de los cambios más importantes en términos de mecánicas están en los cobros de penal y tiro de esquina. Quedaron atrás los días de la confusa barra de poder para ser reemplazados por un sistema más directo donde cobras un tiro desde los once pasos con los sticks, mientras que al efectuar un córner, ahora aparece una especie de cursor que opone resistencia al moverlo e indica hacia dónde se dirigirá el esférico con opción de ponerle o no efecto, una vez en el aire. Por lo respectivo a porteros —recordemos que en FIFA 16, estos eran sumamente difíciles de superar—, me da la impresión que este año el juego será un poco más indulgente, a juzgar por los 9 o 10 tantos que se marcaron en los 3 o 4 cotejos que disputé durante mis sesiones en gamescom. En FIFA 16, era común toparse con muchos 0 a 0, 1 a 0 o 1 a 1.

Lo que todavía hay que pulir son las anomalías de IA. No es frecuente, pero durante ese mismo lapso, experimenté una situación donde Keylor Navas se tendió hacia un costado pero un defensor del Madrid bloqueó el disparo que iba en su dirección y, en vez de incorporarse y despejar la bola muerta en el área chica, el portero costarricense se quedó un instante pasmado, dando oportunidad al delantero rival de ganar el balón y marcar.

Otra anomalía —ésta más bien de corte técnico— tiene que ver con el índice de cuadros por segundo que a veces cae por motivos, en apariencia, azarosos. Por ejemplo: un tiro que pasa por el costado de la portería. Quizá se debe al sistema preparando algún interludio cinemático mal optimizado u otro proceso, pero el hecho es que lo noté. Y también persisten esos momentos donde la bola abandona el terreno de juego y el sistema demora varios instantes en descifrar cómo reanudar el juego, lo cual conduce a pausas incómodas muy prolongadas.

Hasta aquí he hablado casi solamente de forma, no de fondo y es que el modo historia ya es más que conocido y no ha sido el enfoque durante gamescom. Es prematuro para sacar conclusiones, pero me da la impresión de que FIFA 17 va cobrando forma como una entrega de transición, ésa donde más que revolucionar las cosas, EA Canada experimenta y se adapta al nuevo motor, poniendo los cimientos para el futuro sin apresurarse y teniendo cuidado de no romper todo lo hasta ahora construido, algo que ya ha pasado antes con otras franquicias deportivas cuando mudan motor o transitan entre generaciones. Y es que, al margen del asunto de los gráficos o el modo historia que se antoja interesante, no he percibido modificaciones súper importantes en materia de gameplay, como por ejemplo un ritmo de juego más acelerado o más pausado; muchas más animaciones; o cambios radicales a los controles que modifiquen la experiencia como lo hizo en su momento el esquema 360° de la generación pasada.

Hace falta, por supuesto, esperar por la versión final y hacer una comparativa más escrupulosa e inmediata entre ambas versiones del juego, la del año pasado y ésta. Hasta entonces habrá que quedarse con la idea de que éste es el año de introducción de Frostbite pero los resultados de esa progresión, todavía restan por conocerse a plenitud, ya sea que lleguen este año o en los subsecuentes. FIFA 17 debutará el 27 de septiembre y todavía faltan por conocerse los cambios a los modos carrera, FUT, FUT Draft, futbol femenil, liga japonesa y más, así que esperemos pacientemente para ver qué es lo que EA Canada todavía tiene bajo la manga.

La iluminación es algo de lo que más mejoró gracias al nuevo motor
La iluminación es algo de lo que más mejoró gracias al nuevo motor

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