A Epic Games le está lloviendo sobre mojado. Nuestros lectores recordarán la reciente demanda contra la compañía dirigida por Tim Sweeney porque algunos padres de familia consideran que Fortnite es un producto adictivo, una demanda que consideramos de mérito limitado. Sin embargo, a una semana de que se haya iniciado este litigio, Epic Games ha perdido otro mucho más importante: la compañía deberá pagar 520 millones de dólares por utilizar lo que se ha llamado "patrones oscuros" para engañar a la gente para compartir sus datos y hacerles cargos no deseados. Los daños están divididos: 275 millones para la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos y 245 millones para los afectados. Pero... ¿qué son los "patrones oscuros"?
Los llamados patrones oscuros son una filosofía de diseño engañosa que consiste en crear interfaces hechas para confundir y engañar al usuario. El término fue acuñado por el diseñador Harry Brignul en 2010, quien además tiene un sitio que clasifica estas prácticas. Por ejemplo, una ventana que dice "Acepto estos términos" pero que se refiere a otro programa; a esto se le llama "Desencaminar". O la "Zuckering de Privacidad", refiriéndose a Mark Zuckerberg, cuyos productos tienen una larga historia de presentar una redacción amable para enmascarar el hecho de que están vendiendo tu información privada sin tu consentimiento. Quizás el patrón oscuro más popular es el llamado "hotel de cucarachas", en el que es sumamente fácil suscribirse a algún servicio, pero casi imposible salirse de él. Estas prácticas engañosas son ilegales, y la lucha contra ellas ha sido larga en la historia de las protecciones al consumidor.
En el caso de Epic Games, la práctica se refiere, por supuesto, a su super éxito Fortnite. Según la Comisión Federal de Comercio o FTC por sus siglas en inglés,: "La configuración contra-intuitiva, inconsistente y confusa de los botones (de la interfaz) de Fortnite hacía que los jugadores incurrieran en cargos no deseados al presionar un sólo botón. Por ejemplo, los jugadores podían aceptar cargos al intentar despertar del modo de descanso, cuando el juego estaba en una pantalla de carga, o presionando un botón cuando estaban previsualizando un ítem. Estas tácticas llevaron a cargos no autorizados por cientos de millones de dólares para los consumidores".
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Es decir, básicamente, Epic Games estaba usando interfaces poco claras para que la gente aceptara cobros de todo tipo. Más aún, parece ser que la compañía proponía por default una configuración de privacidad invasiva que permitía rastrear a los usuarios. El problema es que la mayor parte de los jugadores de Fortnite son menores de edad, lo que constituye un delito, ya que ningún menor de 13 puede compartir su información sin el consentimiento explícito de sus padres. Al parecer, los propios empleados de Epic ya habían expresado su preocupación por este delicado tema, pero hasta la fecha, ningún cambio había sido implementado.
Al parecer, más de un millón de usuarios se quejaron de estas prácticas de cobro y engaño, pero Epic ignoró todas sus quejas. Asimismo, la compañía "oscureció a propósito" los sistemas de cancelación y reembolso, para que fuera más difícil evitar estas compras no deseadas. En cuanto a la demanda, Epic Games esencialmente aceptó los cargos, afirmando que deseaban estar "en la vanguardia de la protección de los consumidores", afirmando que se trataba de un mero asunto de claridad de información, y prometiendo que implementarán en el futuro un menú que pregunta sí o no para todos los cargos, y cambiar su configuración de privacidad para proteger a los menores. Pero... ¿es suficiente?
Como consumidores, ¿qué podemos aprender de este caso? Aunque Epic Games tuvo un castigo ejemplar, hay que decir que 500 millones de un promedio de 4 mil millones al año no es nada. La verdadera consecuencia tendrá que estar en la mentalidad de los consumidores. En primer lugar, piénsalo bien antes de compartir tus datos bancarios con cualquier compañía; intenta abandonar progresivamente los números de confirmación fijos e intenta usar NIP dinámico en tus operaciones. Asimismo, revisa muy bien la redacción de todos los mecanismos de cobro; en caso de tener hijos, revisa toda su configuración de privacidad y por supuesto no le des acceso directo a tus datos de cobro en sus cuentas. Parece paranoico, pero Epic y otras compañías han demostrado que no es sólo que les interese tu dinero, sino que también quieren sacarlo usando todo tipo de trucos psicológicos, trucos a los que los menores son muy vulnerables. En fin, este es un buen día para los consumidores, y esperemos que sea también una lección bien aprendida para Epic Games.
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