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China solía ser una región infravalorada creativamente, capaz solamente de clonar y copiar. Esos días quedaron muy lejos con la llegada de Black Myth: Wukong, pues supone el inicio de una época de maduración, donde la región comienza a desarrollar y exportar productos y conceptos atractivos por mérito propio que entienden las necesidades de su público objetivo.
Desarrollado por Game Science, Black Myth: Wukong es una adaptación de la monumental obra literaria Viaje al Oeste, que fusiona elementos narrativos profundos y fórmulas probadas que buscan revitalizar el género de acción y RPG. ¿Es contendiente a GOTY? Es muy temprano para decirlo con certeza, pero nos deja muchas lecciones valiosas y costosas que vale la pena repasar.
Acción monumental que eclipsa montañas y ríos
Como sabes, Black Myth: Wukong se une a una creciente y célebre lista de juegos que adaptan obras de la literatura mundial. En esta ocasión, el desarrollador chino Game Science adapta Viaje al Oeste, una densa obra llena de simbolismos y un mensaje fundamental sobre la iluminación, además de ser una piedra angular de la literatura china. Esta vaga reinvención toma algunos personajes, elementos y acontecimientos de la obra original y plantea un nuevo desafío. Aquí, tomas el rol del Predestinado para seguir el mito de Sun Wukong, el legendario rey mono, con la misión de probar tu fuerza y agallas en la búsqueda de ciertos objetos de leyenda. ¿Tienes lo necesario o sucumbirás ante los desafíos?
En concreto, es un juego de acción con elementos RPG. Si pudiéramos elegir 2 juegos para describirlo serían God of War de SantaMonica Studios y Sekiro: Shadows Die Twice de FromSoftware.
La similitud con God of War es evidente gracias a la gran escala, pues el juego es un imponente viaje de magnitudes monumentales. Todo, desde la presentación épica hasta las atinadas actuaciones de voz, la musicalización gloriosa y la escala descomunal de los acontecimientos en pantalla gritan que no se escatimó en recursos para construir este título prominente que marca la llegada del gigante asiático a la industria occidental de videojuegos.
Game Science se esmeró arduamente para ofrecer una experiencia narrativa envolvente llena de misticismo, donde la norma son encuentros contra criaturas que desafían la imaginación y situaciones emocionantes cuando enfrentas a personajes, criaturas y jefes de leyenda extraídos del bestiario folclórico chino. Es a través de estos conflictos que la narrativa se va deshilando y, poco a poco, revela personajes matizados con trasfondos únicos, personalidades extraordinarias y motivaciones entrañables. Un relato digno de contarse en la corte de reyes imperiales.
Todo lo anterior se ve acentuado con el eficiente empleo del Unreal Engine 5 para dotar al mundo de juego y personajes una misteriosa atmósfera ultra realista. El viaje al Oeste te llevará a través de paisajes de abrumadora belleza, bosques enigmáticos, desiertos con templos fantasmales y montañas gélidas con cavernas olvidadas que te transportarán a una entrañable interpretación de la antigua China.
Asimismo, nos gustó que trasciende su medio, pues rinde un hermoso homenaje a la milenaria artesanía de contar historias a través de imágenes. Es lo único que diremos al respecto; descubre tú mismo esto y sorpréndete como nosotros.
Siguiendo con God of War como punto comparativo, Wukong ofrece un sistema de combate en apariencia sencillo, pero muy efectivo que rápidamente establece sus reglas. La base es castigar al oponente con ataques débiles para alimentar el poder de los ataques fuertes. La combinación es sencilla y peca de poca profundidad, pero es a través del sistema de talentos y árbol de habilidades que adquiere una nueva dimensión, la cual puedes modificar granularmente según tus preferencias conforme subes niveles.
Como se había adelantado, la entrega no es estrictamente un Soulslike, aunque se inspira en algunos elementos de ellos. La diferencia es que es un título con acción vertiginosa, donde reinan los ataques rápidos, con tintes tácticos de estrategia y hechizos ingeniosos que desembocan en enfrentamientos dignos de la literatura wuxia más selecta.
Con cimientos firmes, se levanta la torre más alta
Por otro lado, la inspiración a partir de Sekiro: Shadows Die Twice se encuentra en el ritmo de juego ya que, si bien la base son los ataques débiles, la verdadera fundación son los esquives. El Predestinado es un personaje ágil, así que su fortaleza está inclinada en reaccionar velozmente esquivando los ataques de los enemigos; cada esquive efectuado con sincronía, ritmo y, más importante, en el momento adecuado, construye rápidamente el medidor y los puntos especiales para detonar los ataques fuertes más poderosos, por supuesto, siempre con la barra de la estamina muy en mente que no se agote.
En resumen, el sistema de combate es desafiante gracias a que tiene una forma muy particular de juego que te obliga a leer los movimientos del enemigo para predecir y perseguir el esquive perfecto. Seguir el vuelo y la trayectoria del armamento enemigo y presionar el comando en el momento preciso es una actividad adictiva y, rápidamente, se convertirá en foco de tu atención, en vez de querer machacar a golpe a los oponentes.
"Aquí la estrategia ganadora no es machacar el botón de ataque constantemente, más bien, se premia la cautela, los buenos reflejos y la perseverancia"
Este requerimiento de precisión en los esquives se extiende a los poderes del Predestinado. Por ejemplo, puede paralizar momentáneamente a sus oponentes, convertirse en una nube para escabullirse del peligro y hasta generar numerosos clones que lo auxilian durante el combate, entre otras habilidades. Además, hay otros artilugios con los que puede adoptar la apariencia y características de otras criaturas, tal y como en la obra original.
Lo interesante del sistema es que se integra de manera inocua en el flujo de combate y se convierten rápidamente en herramientas estratégicas de suma importancia, ya que algunos poderes se ejecutan instantáneamente como parte de tu repertorio de movimientos defensivos. De esta manera, Wukong adquiere dotes de estrategia cuando decides cuál es el mejor momento para, por ejemplo, utilizar la habilidad que te transforma en nube y así atacar por la espalda al enemigo, o anticipar un ataque para accionar el poder que convierte al personaje en piedra, lo que desvía el ataque y deja expuesto al enemigo.
Todo este conjunto hace que el combate sea sólido sin perder un momento el desafío; aquí la estrategia ganadora no es machacar el botón de ataque constantemente, más bien, se premia la cautela, los buenos reflejos y la perseverancia; justamente como las viejas enseñanzas de la literatura china en la que se basa el juego.
Sin embargo, donde el sistema de juego brilla de verdad es durante las peleas contra jefes. Estos enfrentamientos son la médula espinal del sistema de juego y los hay de varios sabores; están los duelos contra jefes menores y duelos importantes contra los jerarcas de cada zona. ¿Y lo mejor? Es que hay decenas de ellos; múltiples oportunidades de enfrentar jefes de todas las siluetas y colores diferentes.
Estos enfrentamientos ponen en evidencia el increíble diseño de personajes. Cada enemigo es único y distinto, además de visualmente interesante. La inspiración en las criaturas míticas del folclore chino es una increíble e interminable fuente de enfrentamientos únicos y memorables. Sin duda, este apartado es el más disfrutable de toda la experiencia que conforma a Black Myth: Wukong.
"Se agradece tener en la mesa un sabor diferente de la desgastada fantasía medieval oscura occidental probada hasta el cansancio."
Dicho lo anterior, las batallas son más bien una guerra de desgaste, donde escabulles ataques débiles en el momento adecuado, esquivas con precisión los ataques y ejecutas los hechizos para obtener el mayor efecto destructivo. Todo es una actividad catártica desafiante; ni muy fácil ni tan difícil como para ser frustrante. Las peleas contra jefes son intrincadas coreografías donde se aprovechan al máximo los fundamentos del sistema de juego y, como dijimos, hay muchísimas oportunidades para disfrutar de esta joya.
Black Myth: Wukong es una entrega fresca porque no intenta reinventar el hilo negro; toma inspiraciones y se apropia de elementos populares y probados para entregar una amalgama sólida y entretenida. Sin embargo, uno de sus méritos más grandes es su sabor oriental. Asia y China, con su aire de misterio, proveen un escenario fascinante. Es un juego que incorpora elementos y temas budistas, así como el arte folclórico chino, destaca inmediatamente por su rica ambientación y contenido cultural. Se agradece tener en la mesa un sabor diferente de la desgastada fantasía medieval oscura occidental probada hasta el cansancio.
Ambición desmedida
Como es evidente, Black Myth: Wukong es un título mayormente irregular. Por ejemplo, es un juego sumamente ambicioso; desafortunadamente, esta aspiración pasa una dura factura a pagar en el departamento de la exploración de los escenarios.
Repetimos que es un juego es visualmente espectacular; Game Science llevó cada rincón del mundo de fantasía china a su máxima expresión; los escenarios son vistosos, detallados y evocan la imaginación como pocas entregas. Sin embargo, su mayor problema es que, en esencia, son mayormente lineales, están vacíos y totalmente carentes de imaginación con un diseño abismal de niveles: son pasillos lineales glorificados.
El mayor pecado de los escenarios es que matan por completo todo deseo por explorarlos, pues la norma es toparse con paredes invisibles y senderos a los que nunca podrás llegar. En otras palabras, Game Science falló en comunicar efectivamente los límites del escenario.
Esta falla es especialmente exasperante debido a la inclusión de un comando básico: el salto. Al permitir que el jugador salte por el escenario, ocasiona que sienta curiosidad por llegar a zonas elevadas, sin embargo, 90% de las veces no encontrará nada… sólo paredes invisibles que quitan el deseo de explorar.
Adicionalmente, los escenarios están mayormente desérticos, con enemigos débiles que funcionan más bien como un pretexto molesto antes de llegar a los vistosos e increíbles jefes, lo cual es más evidente en el pequeño mundo abierto en alguna parte del juego.
Esto no quiere decir que sea un juego enteramente lineal, al contrario, existen locaciones enormes con geografías complicadas; aquí la norma es sentirse perdido al deambular entre las zonas. Es en estos momentos cuando la exploración cobra sentido, porque los diferentes pasillos desembocan en áreas que has visitado previamente. Rápidamente te darás cuenta de que los escenarios son meramente el pretexto para enfrentar a los jefes.
"El mayor pecado de los escenarios es que matan por completo todo deseo por explorarlos, pues la norma es toparse con paredes invisibles y senderos a los que nunca podrás llegar."
Asimismo, la carta del fotorrealismo es uno de sus puntos de venta más grandes. Los lugares donde muestra su potencial máximo son cuando se hacen presentes los personajes que dotan al juego de toda su personalidad. Sin embargo, cuando alejamos la mirada hacia los paisajes es cuando encontramos otra factura por pagar: el juego se ve genérico. Es decir, a pesar de ser realista, en ocasiones luce como si se tratara de cualquier otro juego amateur hecho en Unreal Engine 5 con los paquetes de texturas que trae por defecto el motor gráfico. Wukong vuelve a probar que una dirección de arte definida y bien establecida siempre le ganará al fotorrealismo.
Por otro lado, mientras que el realismo visual es impactante, nos costó mucho trabajo sumergirnos en el mundo de juego debido a un desperfecto técnico que roba al juego parte de su belleza visual. En concreto, notamos que la calibración del balance de blancos es inadecuada; este problema es más notorio durante el capítulo 2 que es iluminado directamente por el Sol. En estas instancias, es muy difícil ver algunas áreas por la luz brillante que golpea algunas áreas, mientras que en las áreas poco iluminadas son profundamente oscuras. Ojalá esto sea remediado con actualizaciones posteriores.
¿Llegó la revolución China?
Como puedes apreciar, Black Myth: Wukong representa un momento crucial para la industria de los videojuegos porque marca la llegada en forma de China a la arena occidental con propuestas sólidas que son un grito lejano a los clones y copias descaradas de décadas pasadas.
Si bien es un juego irregular, sus mejores partes opacan los puntos negativos. Es una experiencia poderosa de combate que brilla en su máximo esplendor durante los numerosos y desafiantes peleas contra jefes. Sin embargo, lo que deja mucho que desear es el diseño de niveles por su torpeza y falta de inspiración, que corta de tajo el sentimiento de exploración.
A pesar de todo esto, Black Myth: Wukong es un juego totalmente recomendable por su sabor único, muy diferente a la desgastada fantasía occidental y decenas de soulslike que pasan sin pena ni gloria. Sin duda, un juego para el recuerdo por más razones buenas que malas.
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